El Ingesa quiso trasmitir ayer un mensaje de tranquilidad a la población melillense, en respuesta a las informaciones dadas en primicia o prácticamente en exclusiva por este Diario sobre el grado de saturación en nuestro Hospital Comarcal. Aunque sus máximos dirigentes, arropados por el delegado del Gobierno, intentaron trasmitir una vez más que el grado de ocupación general es de un 61,24% al día 3 de agosto (las altas y bajas son constantes en un centro hospitalario, de ahí que se precise una fecha concreta), lo cierto es que acabaron admitiendo a preguntas de este Diario que en aquellas áreas de ingresos mayoritarios, como son las de Trauma, Tocoginecología y Medicina Interna, se supera prácticamente el 90% de ocupación. De otro modo, no se entendería que finalmente se hubieran tenido que habilitar apresuradamente camas inutilizadas del área de Cirugía, que se decidió cerrar desde el pasado 31 de julio para su remozo, rehabilitación y repintado.
Afanados en trasmitir que no se actúa de manera improvisada sino con la suficiente planificación, el Ingesa quiso dejar claro que nada de lo ocurrido en el Hospital en estos últimos días ha sido por casualidad. Sin embargo, queda la sensación -no ya por nuestra parte, meros transmisores u observadores de los hechos-, de que se ha intentado forzar la máquina, pensando quizás que el inicio del Ramadán podría contribuir a rebajar una presión asistencial que, sin embargo, no se ha reducido lo más mínimo, al registrarse nada más y nada menos que casi 600 urgencias en los primeros días del mes, en concreto 69 más que las atendidas en el mismo período del pasado año, de las cuales 44 fueron partos.
Si nos atenemos a las cifras que ayer dio el Ingesa, 32 de esos partos se correspondían con mujeres marroquíes, que en 27 de los casos no portaban ningún seguro médico, mientras que sólo 11 contaban con la nacionalidad española.
Volvemos por tanto a lo mismo, a una realidad marcada por una asistencia solidaria, que hace de la cooperación con el país vecino un estandarte a favor de la realidad de Melilla como ciudad española y europea, pero que en ningún caso debe llevarse a efecto a costa de 'reventar' al personal del Hospital Comarcal o rebajar la calidad asistencial que merecen los melillenses.
Nuestro Hospital está saturado por sistema, es verdad que unos servicios más que otros. Especialmente Tocoginecología, donde en julio pasado se llegaron a contabilizar hasta 13 partos en un mismo día y donde se ha seguido superando el récord en los tres primeros días de agosto.
Negar esta evidencia, camuflar esa realidad mediante datos maquillados de ocupación, como los que ayer se reiteraron para trasmitir que el índice de camas ocupadas era de un 61,24%, gracias a una media aritmética con las salas siempre de ingresos más excepcionales como Pediatría, Neonatología o Psiquiatría, no contribuye al convencimiento. No diré ya que a la calma, porque realmente dudo mucho que se haya sembrado la alarma a partir de la constatación de una realidad muy interiorizada por los melillenses, que sin embargo en este inicio de agosto simplemente se ha agudizado hasta derivar en una clara 'crisis'.
No obstante, es de agradecer el interés del Ingesa por, al menos, afrontar la cuestión con los medios de comunicación, en un turno abierto de preguntas que contribuyera a conocer más de cerca qué pasa en nuestro Hospital Comarcal.
Ayer se anunció también que el nuevo centro hospitalario que se está construyendo en los terrenos del antiguo 'Docker' deberá estar terminado en enero de 2013. Una buena noticia si los plazos se cumplen, pero que no por ello debe hacernos bajar la guardia sobre la necesidad de seguir manteniendo como un centro auxiliar o complementario el actual Hospital Comarcal. Al fin y al cabo, hablamos de unas instalaciones inauguradas en el año 90, con dos décadas prácticamente de vida, que aún pueden seguir prestando buenos servicios y que deben servir a una demanda real y derivada no ya de la que se sucede por parte de los melillenses, sino en gran y determinante medida desde el otro lado de la frontera.
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