El sector vuelve a registrar pérdidas en Melilla por segundo año consecutivo durante estas fechas.
“La Semana Santa ya no es lo que era en Melilla”. Con estas palabras puso de relieve el presidente de la Asociación de Hosteleros, Abselam Mohamed, la situación que vive el sector a nivel local durante el actual periodo de vacaciones. Según sus palabras, lo que más afecta a los negocios durante este periodo del año no es la crisis, ni que los melillenses no se echen a la calles a seguir las procesiones, sino una razón mucho más sencilla: Casi todo el mundo aprovecha estos días para hacer una escapada y la ciudad queda prácticamente vacía.
Según Mohamed, que suma más de 30 años de experiencia en el sector, hace tiempo se notaba mucho más el turismo familiar, pero a día de hoy la mayor parte de los melillenses opta por aprovechar los días festivos para pasar unos días fuera de la ciudad, bien sea en la península o en alguna zona cercana de Marruecos.
“Estamos en unos niveles muy parecidos a los del año pasado”, reseñó el presidente de los hosteleros melillenses, quien recordó que en 2011 las ventas descendieron entre un 20% y un 25%, aproximadamente.
Los negocios que menos sufren el bajón de Semana Santa son los situados en la zona centro, sobre todo los bares de tapas, que han visto revitalizada su actividad gracias a las procesiones nocturnas y al público que las sigue. En días pasados, no ha sido raro ver a los ciudadanos aprovechar los descansos de los distintos pasos para acercarse a los locales más próximos al itinerario de la procesión.
Sin embargo, la situación es bien distinta en el resto de la ciudad, donde incluso algunos empresarios han decidido hacer lo mismo que muchos de sus conciudadanos: Echar el cierre por unos días, hacer las maletas e irse de vacaciones.
De un tiempo a esta parte, este periodo del año es en el que más desplazamientos se producen por vía aérea, según los datos manejados por Aena. En lo que se refiere al transporte marítimo, Mohamed aseveró que “si refuerzan la línea de Málaga con un barco rápido es porque la mayor parte de la gente decide marcharse”.
Crisis y militares
Poco tiene que ver la crisis con el bajón que sufre el sector en esta época del año. Según el presidente de los hosteleros, esta tendencia comenzó coincidiendo con la menor presencia de efectivos militares en la ciudad autónoma. “Siempre le daban mucha vidilla a la hostelería durante estos días”, añadió.
Tampoco ayuda mucho el hecho de que gran parte de los trabajadores de la zona centro sean empleados públicos. “En cuanto llegan las vacaciones, esto se queda muerto, sobre todo los fines de semana”, añadió Mohamed.
Sin embargo, en pocos días llegará un buen periodo para este tipo de negocios, pues a partir de mayo comienzan a celebrarse las primeras comuniones, como recordó el presidente de los hosteleros. Se espera que la buena racha dure desde el próximo mes hasta septiembre, cuando echen el cierre las últimas terrazas veraniegas.
El sector aguanta los embates de la crisis en los primeros meses de 2012.
“Vamos tirando”. Así definió Mohamed el comienzo de año para el sector, el cual va aguantando los embates de la crisis pese a que la situación ha empezado a empeorar con respecto a ejercicios anteriores.
Según el presidente de los hosteleros melillenses, donde más se está dejando notar la mala situación financiera que atraviesa España es en lo que se refiere a bares de copas y restauración. “No se está notando tanto como en el resto del país, pero la crisis comienza a apretar”, señaló.