Protestan por las continuas agresiones verbales y físicas que sufren a diario en este centro de salud y piden un endurecimiento de las penas y sanciones y sentencias ejemplarizantes.
El colectivo de enfermeras de Melilla se concentró ayer en el Centro de Salud de Cabrerizas en protesta por la agresión que sufrió una de sus compañeras el pasado sábado con un cuchillo por parte de un paciente. Este ambulatorio concentra el mayor número de casos registrados, aunque no todos se denuncian. “Nuestra compañera sintió que se acababa su vida y no está para trabajar y por eso desde aquí mostramos todo nuestro apoyo”, afirmó una enfermera del centro, Inmaculada España, quien reclamó a las Administraciones y autoridades políticas medidas efectivas para que el colectivo pueda ejercer su labor asistencial “sin miedo”.
Además, la presidenta de la sección sindical de Sanidad de CSIF, Carmen Sánchez Rando, reclamó a los responsables políticos que tomen cartas en el asunto sin más demora, ya que las agresiones verbales y físicas son “casi diarias”. “Se necesitan más medios materiales y judiciales para que esto no siga ocurriendo. Hay que concienciar a la población de que son profesionales que hacen su trabajo y que no puede ocurrir de nuevo”, argumentó.
Sánchez Rando afirmó que no todas las agresiones se denuncian, en especial las verbales, aunque éstas pueden derivar en una agresión física. Sin embargo, a pesar de la rapidez judicial en el caso de la enfermera amenazada con un cuchillo, la responsable sindical demandó que el Congreso de los Diputados cambie el ordenamiento jurídico para que este tipo de agresiones sean consideradas un delito por la vía penal. El incremento de la seguridad, con guardias jurados, en el Centro de Cabrerizas no ha sido suficiente para frenar este problema y propuso que se instalen detectores de metales para evitar que los usuarios accedan al ambulatorio con armas.
Además, Sánchez Rando solicitó también a la Justicia un endurecimiento de las penas por este tipo de agresiones y que se apliquen sentencias más “duras” que sirvan de ejemplo y sean un elemento disuasorio para los agresores.
La responsable sindical apostilló que parte de la problemática de este centro viene dada porque debe atender a una población de más de 15.000 habitantes mientras que la plantilla sanitaria es de diez médicos y trece enfermeras.
Por su parte, la enfermera Inmaculada España insistió en que la concentración de protesta “no va en contra de los pacientes” sino en reclamar más seguridad “para hacer nuestra labor asistencial exclusivamente. No podemos estar solas ni hacer más trabajo que no nos corresponde”, denunció. A pesar de la petición de CSIF de más presencia de seguridad en el centro de salud, esta enfermera melillense afirmó que no quiere que haya más guardias jurados en el centro porque “los pacientes no pueden tener la sensación de que están en un sistema policial”, pero sí pidió otras medidas efectivas para acabar con esta problemática que también afecta al colectivo médico del ambulatorio.
Por último, la responsable del Sindicato de Auxiliares de Enfermería, Mª Carmen Guerrero, explicó que el llamado botón del pánico, en ocasiones, no es efectivo, puesto que el trabajador no siempre se encuentra cerca de ese mecanismo para activarlo cuando se siente en peligro. “Los políticos tienen que dar una solución. Ya está bien de que las enfermeras sufran este tipo de agresiones porque son las que tienen más contacto directo con el público. Ya basta de trabajar con miedo”, demandó.
Ingesa analizará la problemática en Cabrerizas
El director territorial del Ingesa en Melilla, Francisco Robles, acudió ayer a la concentración de protesta en el Centro de Salud de Cabrerizas a causa de la agresión que sufrió una enfermera el pasado sábado con un cuchillo por parte de uno de sus pacientes. Robles alabó la rápida actuación judicial, ya que el domingo se celebró el juicio rápido y se emitió una severa sentencia, pero adelantó que el Ingesa en la ciudad elaborará esta semana un estudio detallado de las circunstancias en las que el personal sanitario y no sanitario de Cabrerizas desarrolla su labor. “Estoy seguro que la causa por la que se dan más agresiones en este centro es multifactorial y vamos tomar medidas más allá de incrementar la seguridad”, afirmó. De hecho, recordó que ya se aumentó la presencia de guardias jurados en el ambulatorio de la zona norte, pero que no ha tenido los efectos deseados por lo que aseguró que se analizarán otro tipo de medidas para acabar con este problema.
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