La entrada en vigor de la ley que incluye a estas trabajadoras en el régimen general ha hecho que haya más regularización.
El Gobierno central puso en marcha en enero de 2012 una nueva legislación para regular la situación laboral de las mujeres que trabajaban en el servicio doméstico. Esta nueva lesgilación hacía que estas trabajadoras pasaran al Régimen General, ya que hasta ese momento estaban adscritas a un régimen específico en el que las condiciones eran diferentes y dificultaban, en muchos casos, que los empleadores las dieran de alta. En aquel momento, en nuestra ciudad había un total de 1.293 mujeres inscritas en la Seguridad Social, según los datos facilitados ayer por parte de la delegación de Melilla. En junio de este año ese número ha alcanzado las 1.496, lo que supone un incremento de casi el 14%.
El máximo representante de la Seguridad Social en Melilla, José María Carbonero, explicó en declaraciones a El Faro, que con la anterior normativa, cuando estas mujeres pertenecían al régimen especial de trabajadoras del hogar, el empleador, es decir, la persona que las contrataba, si las daba de alta tenía que pagar la cotización de una jornada completa, aunque la trabajadora sólo estuviera unas horas en su casa. Esto quiere decir, que aunque una empleada doméstica sólo estuviera 2 horas diarias en una casa, si el propietario de la vivienda quería contratarla de forma legal tenía que hacerlo como si trabajara la jornada completa, lo que frenaba a muchos a decidir regular la situación de estas mujeres.
Todo esto cambia con la entrada en vigor de la nueva legislación. Una vez que estas mujeres pasan a formar parte del Régimen General adquieren los mismos derechos que cualquier otro trabajador y por tanto se las puede contratar en jornadas parciales, de acuerdo con las tablas salarias que establece la Seguridad Social. Lo primero que hubo que hacer tras la aplicación de la nueva ley es que se trasladara a todas las empleadas de un régimen a otro, algo que no se hizo de forma automática, sino que dependió de cada empleador, ya que al cambiar de régimen había que establecer también cuál era la jornada y el salario real de las trabajadoras. Pero además también provocó que muchas personas que hasta ese momento no habían regulado la situación de sus empleadas de hogar, porque no querían pagar una cotización completa, se decidieran a contratarlas una vez que se permitió que este contrato fuera por menos horas, las que realmente trabajaran. Esto ha causado, a su vez, que el número de este tipo de empleadas que están dadas de alta en la ciudad haya aumentado considerablemente, más aún si se tiene en cuenta que esta subida se ha producido en una época en la que el empleo no ha dejado de reducirse.
No obstante, si se comparan los datos de Melilla con los de Ceuta, se comprueba que en la ciudad Caballa el incremento ha sido muy superior, casi del doble, según apuntan desde la delegación de la Seguridad Social de nuestra ciudad. La razón, señaló Carbonero, es que en Melilla siempre ha habido muchas más trabajadoras dadas de alta que en Ceuta. Por ejemplo, indicó, en enero de 2011 en la ciudad hermana eran 673 las trabajadoras que estaban afiliadas, mientras que aquí el número era de 1.298.
En cuanto a los datos reales de empleadas del hogar, el responsable de la Seguridad Social en Melilla, afirmó que es imposible calcular cuántas aún no han sido dadas de alta, porque el trabajo doméstico es muy difícil de controlar. No obstante asegura que el índice de empleadas afiliadas en Melilla es elevado en comparación con otras ciudades de nuestro país.
Otra cara de la nueva normativa
Por otra parte, el responsable de la Seguridad Social en Melilla señaló que la aplicación de la nueva normativa también tiene una cara negativa. En este punto, precisó que mientras que antes todas las mujeres que estaban dadas de alta tenían unas cotizaciones completas, porque no podían ser parciales, ahora esto cambia y por tanto tienen menos cobertura social y menos prestaciones.