La melillense Fauzia Al-Lal Mohamed, de 19 años, y la menor de edad de Ceuta pretendían viajar a Irak para unirse a la Yihad. Ayer fueron trasladadas a Madrid y puestas a disposición de la Audiencia Nacional.
Las dos mujeres detenidas el pasado sábado en la frontera de Beni Enzar por la Policía Nacional fueron trasladadas ayer a Madrid y puestas a disposición de la Audiencia Nacional. La mayor de ellas, natural de Melilla, Fauzia Al–Lal Mohamed, de 19 años, declarará hoy ante el juez Santiago Pedraz. La menor de edad, natural de Ceuta, comparecerá ante el órgano correspondiente, el Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, según fuentes jurídicas. Ésta se escapó de su domicilio en la ciudad caballa y sus padres denunciaron la desaparición. Ambas fueron arrestadas cuando pretendían cruzar a Marruecos para sumarse allí a una red de Al Qaeda que las trasladaría como yihadistas a Irak o Siria.
Se trata de las primeras detenciones que se producen en España de mujeres dispuestas a sumarse a la yihad, como informó ayer El Faro. Las Fuerzas de Seguridad temen que este fenómeno comience a extenderse. Las dos jóvenes se encontraban en la fase de traslado a zonas de conflicto, donde querían integrarse plenamente en células terroristas del autodenominado Estado Islámico, que está liderado por Abu Bakr Al Baghdadi, según informó el Ministerio del Interior ayer en un comunicado. Además, las dos arrestadas habían comenzado a llamar la atención de los investigadores, dada su conducta y el hecho de que llevaran ‘burka’, a pesar de la juventud de ambas.
La joven melillense nació el 8 de marzo de 1995 y vivía en la Carretera de Hidum. La menor tiene 14 años de edad, aunque en un principio fuentes policiales afirmaron que tenía 16. Esta última llegó a Melilla, tras abandonar el domicilio familiar en Ceuta, pasando por Algeciras y Málaga hasta arribar a la ciudad autónoma.
Llamada a la Yihad desde Irak
Son las primeras detenciones de mujeres que se producen después del llamamiento a la Yihad que hizo el pasado 1 de agosto en Mosul (Irak)el autoproclamado califa del Estado Islámico.
Uno de los objetivos principales de Abu Bakr Al Baghdadi es captar el mayor número posible de combatientes extranjeros. Para ello utiliza varias estrategias, como son el establecimiento de una red de captadores, con una dinámica de actuación rápida, controladora y fanática, según el Ministerio.
Para ello, han establecido una agresiva campaña de comunicación en foros y páginas yihadistas en Internet. Las redes tienen una estructura internacional que “solventarían todas las dificultades relacionadas con los trámites de los combatientes en su viaje a las zonas de conflicto”. Estas redes facilitan todo tipo de infraestructuras.
Según Interior, las dos mujeres arrestadas el sábado en Melilla son un “claro ejemplo” de la eficacia de la campaña de captación de voluntarios. El proceso de radicalización, captación y su posterior envío como combatientes estaban perfectamente planificado y organizado por una red que opera en toda la zona del Magreb y que tiene como fin principal, explica el Ministerio, seguir obteniendo el mayor número de “incondicionales” combatientes.
Tras estas detenciones, queda demostrado, según Interior, que a las redes de captación les es indiferente el sexo, la edad o la situación personal de los voluntarios yihadistas, “como ha quedado patente en esta ocasión en la que se había reclutado a una joven menor de edad”.
“Una fase determinante para su inclusión en las filas de combatientes es la etapa de radicalización donde las vulnerabilidades del individuo pasan a ser un elemento significativo para su selección y adiestramiento”, según el Ministerio.
Tres operaciones en lo que va de año
En lo que va de año 2014, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han realizado en Melilla tres operaciones contra el terrorismo islamista. La primera operación, desarrollada en marzo, se saldó con siete personas detenidas, tres en Melilla, una en Málaga y otras tres en Marruecos, y supuso la desarticulación de una célula yihadista encargada de reclutar a voluntarios para entrenarse en países en conflicto como Mali y Siria. Dos meses más tarde, en mayo, detuvieron en Melilla a seis presuntos yihadistas, todos de nacionalidad española, de entre 26 y 42 años y residentes en Melilla, miembros de una célula que había conseguido enviar a Mali y Libia a al menos 26 “combatientes”.
El ‘burka’, cada vez más visible en Melilla
Las dos mujeres detenidas en Melilla el pasado sábado, cuando se disponían a cruzar a Marruecos para integrarse en una célula yihadista, vestían el ‘burka’, una prenda controvertida que cubre por completo el cuerpo y el rostro de la mujer y que cada vez es más visible en la ciudad autónoma. Según informaron fuentes policiales, cuando Fauzia Al-Lal, melillense de 19 años, y su compañera, una menor ceutí de 14 años, fueron interceptadas en el puesto fronterizo de Beni Enzar, llevaban su rostro cubierto por completo y portaban guantes, el mismo atuendo que portaban en su traslado a Madrid para pasar a disposición de la Audiencia Nacional.
El ‘burka’ es una prenda controvertida, ya que, aunque es rechazada por muchas personas, entre ellas numerosos musulmanes, es defendida por algunos otros, sobre todo, aquellos fieles que siguen una rama más radical del Islam. Aunque esta prenda era más común en zonas de Oriente Medio, en los últimos años ha comenzado a ser más visible en Melilla, donde se puede ver a mujeres que cubren por completo su rostro y su cuerpo, incluidas las manos.
Para cruzar los puestos fronterizos o viajar a la península en barco o en avión, las mujeres que lucen el ‘burka’ deben descubrir su rostro, con objeto de que los agentes puedan identificar a la persona que viaja y que realmente sea la que figura en la documentación que se presenta. La identificación, según fuentes policiales, se hace de manera “respetuosa”, incluso en dependencias separadas si la interesada así lo solicita. Uno de los defensores de esta vestimenta era precisamente Mustafa (Rafael hasta su conversión al Islam) Maya Amaya, detenido en Melilla el pasado mes de marzo y considerado como el cabecilla de una red que captaba por internet a posibles yihadistas. La detenida melillense residía en la Carretera de Hidum y había comenzado a llamar la atención de la Policía por su actitud, pese a su juventud, según las fuentes.
Por su parte, la menor, natural de Ceuta, había llegado a Melilla hace unos días, tras salir de su ciudad vía marítima hacia Algeciras, de ahí a Málaga y, posteriormente, a Melilla, algo que fue denunciado por su familia.
Se trata de la tercera operación que se desarrolla en la ciudad autónoma este año contra el terrorismo islamista, la primera en la que se detiene en España a mujeres dispuestas a integrarse en células terroristas.