Las denuncias por malos tratos han aumentado un 33% en Melilla en los últimos cinco años. Es una de las conclusiones del balance presentado ayer por la jefa de la Unidad de Violencia de Género en nuestra ciudad, María Teresa Fernández, que consideró que este incremento está relacionado con una mayor concienciación por parte de las víctimas, que ha servido para que cada vez sean más las que decidan denunciar cuando se encuentran en una situación de este tipo.
La responsable de este servicio precisó que, de estas 205 denuncias, en 136 se necesitó asistencia jurídica. Precisó que en algunas ocasiones las mujeres deciden no seguir adelante con el proceso, y eso puede influir en estos datos. Asimismo, indicó que decretaron 14 órdenes de protección y 82 de alejamiento, lo que significa que se produjeron aumentos del 7% y el 35% respectivamente, en comparación con los datos registrados en 2012.
En cuanto a las asistencias médicas, la cifra de partes de lesiones ascendió a 86, un 20% menos que hace cinco años. En este sentido, la responsable de la Unidad de Violencia de Género consideró que esto puede estar relacionado con un cambio en el modelo de maltrato. Señaló que pueden estar produciéndose más agresiones psicológicas que no tienen aparejado un parte de lesiones.
El 71% de las mujeres que interpuso una denuncia por violencia de género a lo largo del año pasado era madre.
Valoración del riesgo
Fernández analizó también la situación en la que se encontraban estas víctimas cuando decidieron acudir a la justicia. De las 205 mujeres que optaron por denunciar el año pasado, tres estaban en riesgo extremo y 13 en riesgo alto. Asimismo, había 35 en riesgo medio y 59 en riesgo bajo. En el resto, bien no existe una valoración o bien no se apreció que hubiera riesgo por parte de los profesionales.
Hay que tener en cuenta que los nuevos formularios de valoración policial de riesgo se han adaptado a la nueva realidad. Ahora tienen en cuenta factores como el maltrato detectado en adolescentes mediante el uso de nuevas tecnologías, el hecho de que las víctimas sean personas con discapacidad, ya que las hace aún más vulnerables, y mantener la seguridad de los menores a cargo de estas mujeres.
La jefa de la Unidad de Violencia de Género de Melilla resaltó la importancia de la concienciación en la sociedad para luchar contra el maltrato. Recalcó que hay que evitar la imagen que desde algunos sectores se intenta proyectar de que las mujeres están sobreprotegidas o de que pueden hacer daño a los hombres mediante denuncias falsas. Resaltó que de las 44 víctimas de maltrato que fallecieron en nuestro país el año pasado, sólo 13 habían puesto una denuncia.
Fernández aseguró que desde nuestra ciudad se va a seguir trabajando en la educación, porque lo importante no es sólo proteger a las víctimas que ya sufren maltrato, sino también evitar que estos patrones de comportamiento se sigan produciendo en la sociedad. Consideró que trabajar con los más jóvenes es clave en esta lucha contra la lacra de la violencia de género.
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