-
El presidente de la Federación Islámica da una conferencia para reivindicar los derechos de la comunidad
Las clases de religión islámica en la ESO y Bachillerato son, según Mounir Benjelloun Andaloussi, presidente de la Federación española de Entidades Religiosas Islámicas, uno de los principales retos que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy debe asumir durante los próximos cuatro años. Así lo comunicó en la tarde de ayer, durante su conferencia, que llevaba como título ‘La Comisión Islámica de España, Acuerdos de 1992 y la Enseñanza Religiosa Islámica’ y que ofreció en el Palacio de Exposiciones y Congresos.
El presidente de dicha organización insistió en que el Ministerio de Educación “tiene pendiente” con la Comisión Islámica de España la implantación a partir del próximo curso de la clase de religión islámica en los centros educativos de Melilla, pero también en Ceuta, que son los de su competencia.
Una iniciativa que, según Benjelloun, estaba prevista para este curso (2016/17), pero que se ha visto frustrada por la “incompetencia de la comunidad política”. “Parecía que había una voluntad por parte de nuestros representantes, pero a la hora de la verdad se ha esfumado”, manifestó.
Aseguró que el currículo de la materia ya fue aprobado por la Comisión Islámica de España y por el Ministerio de Educación. Además, se había formado a profesores para que puedan impartir la asignatura de religión islámica. “En toda España son 47 los docentes los que cuentan con el llamado diploma de aptitud pedagógica islámica, pero de nada nos sirve tener a profesores cualificados si luego no pueden poner en práctica sus conocimientos”, dijo.
Benjelloun explicó que el currículo aborda la creación de un marco de diálogo que favorezca el “pensamiento crítico” de los alumnos, derivado del ejercicio de la voluntad y convicción religiosa, con el fin último de comprender la pluralidad y fomentar la convivencia. “Queremos transmitirles valores, modales y principios porque el Islam no es sólo una religión, es un proyecto de vida”, apuntó.
Además, la materia tendrá una función preventiva para reducir el riesgo de que jóvenes puedan adquirir concepciones erróneas acerca del Islam, así como evitar cualquier tipo de radicalización y confusión. “Tenemos que tratar de que los jóvenes no sean engañados y que se dejen llevar por algunas ideologías que por desgracia se están expandiendo. El Islam es ajeno al fanatismo y sería un grave error mezclar un grupo asesino con una religión que es sagrada”, señaló.
Festividad Aid el Fitr
El conferenciante, asimismo, apuntó que el Gobierno debe valorar si introducir en el Calendario Laboral de 2018 la fiesta con la que se cierra el Ramadán (Aid El Fitr). “En Melilla y Ceuta ya hay una reconocida, la fiesta del Sacrificio y ahora pedimos que sea la otra también”, indicó. “La comunidad musulmana representa a gran parte de los habitantes en Melilla y en todo el territorio español viven cerca de 2 millones de creyentes de esta religión. Esto no es un mero capricho”, espetó.