Economía, Empleo y Turismo

Las cenas de Navidad animan la hostelería en Melilla, sin llegar a la alegría de 2019

Las comidas y cenas que empresas y trabajadores celebran en Navidad están animando estos días la hostelería local, aunque las reservas se quedan lejos de la alegría vivida en 2019, antes de la pandemia del coronavirus.

Amaruch Hassan, propietario del Caracol Moderno y Casa Sadia, tiene ya entre un 40 y un 50% de sus restaurantes reservados para cenas de Navidad.

"Espero salvar este mes de diciembre. Tenemos nuestras dudas por la situación de la pandemia, pero estamos cogiendo reservas. El año pasado nos cerraron Nochebuena y en Nochevieja trabajamos sólo hasta las doce. Espero que no pretendan hacernos lo del año pasado. Estamos pidiendo y comprando mercancía por el doble de precio y con la frontera cerrada. Estamos desembolsando un dineral cuando acabamos de salir de un ERTE y a pesar de eso estamos manteniendo los precios de la carta, aunque no estamos viendo color. No estamos viendo beneficio", comenta en declaraciones a El Faro.

Ahora el objetivo de hosteleros como Amaruch Hassan es "mantener la clientela". "Seguimos con el año pasado, prestando un servicio a la ciudadanía", añade.

Lo mismo opina el hostelero Miguel Benítez, propietario del restaurante que lleva su nombre en el Paseo Marítimo.

"Con las cenas de Navidad, la gente está muy animada. Tenemos muchas mesas con empresas y familias, pero estamos peor que en 2019 y mejor que el año pasado, que pudimos abrir, pero con muchas restricciones", explica a El Faro

Chakib Mohamed, propietario de La Traviata, y presidente de los hosteleros locales, explica que él no ofrece menús para cenas de Navidad porque no le sale rentable. Aún así, nota que este año se están celebrando "con mucho tiempo de antelación".

Pero en su opinión, aquí el problema está en los costes y él está seguro de que hay locales que ofrecen cenas y comidas que repercuten en pérdidas para el hostelero.

Por eso, como representante del sector, anima a "afilar el lápiz" y a hacer números porque a estas alturas ni siquiera pueden dar por hecho que recibirán la mercancía que han pedido para celebrar esas cenas y comidas de Navidad.

En el restaurante La Muralla aún tienen sitio para reservas de cenas de Navidad, pero su propietaria, Úrsula Benet, coincide en señalar que no se puede aspirar a conseguir los números de 2019 porque a día de hoy se mantienen las restricciones del aforo en el interior de los locales.

No obstante, Benet reconoce que la cosa está animada: "La gente se está repartiendo más que antes. Ahora reservan para antes y después del puente. El fin de semana fuerte será el del 16 de diciembre", comenta a El Faro.

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