Las autoridades juegan a tirar la pelota a tejado ajeno con ‘las agresiones’ del Gámez Morón

 Los sindicatos afirman que nadie da una solución a los ‘ataques’ del usuario violento         a los empleados

Las autoridades están jugando a tirar la pelota a tejado ajeno en lugar de resolver el problema que llevan denunciando los trabajadores del Gámez Morón: Las agresiones continuadas y graves que sufren de un residente violento. Así lo aseguran los sindicatos. Explican que el tema de las lesiones y partes de bajas que están recopilando los empleados del centro que están en contacto directo con este usuario parece una bola de billar que sólo sirve para hacer carambolas sin que haya un objetivo claro en el ‘juego’. Aseveran que las autoridades no se pueden llevar las manos a la cabeza y luego dejar que otros resuelvan el tema. También critican que la empresa adjudicataria de la gestión del centro, Eulen, no haya aportado una solución a sus empleados.
CCOO destacó ayer a El Faro que le sorprendió mucho que la directora del Imserso, Isabel Quesada, asegurara a este periódico el pasado sábado que no tenía constancia de que hubiera agresiones continuadas por parte de un residente a los empleados. El sindicato señala que al final resultaba que nadie sabía nada de este asunto hasta que hace unos 20 días que el Comité de Empresa del Gámez Morón lo denunció en la prensa, pues también la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, declaró a El Faro el 23 de noviembre que desconocía las denuncias de los representantes de los trabajadores del centro.
De hecho, CCOO se pregunta cómo es que ni la Consejería ni el Imserso tenían ni idea de lo que estaba pasando en el Gámez Morón cuando las dos instituciones reciben informes sobre cómo es el trabajo en el centro.
El sindicato indica que nadie toma una decisión sobre cómo evitar que se produzcan más agresiones y por ello, llevará a la Inspección de Trabajo este caso para que sea esta entidad la que decida qué entidad, si la empresa, la Dirección Territorial del Imserso o la Consejería de Bienestar Social, es la que debe decidir qué se hace con este caso de violencia.

Contrataciones sin hacer
Por su parte, UGT asevera que las agresiones que sufren los empleados se llevan soportando desde hace tres o cuatro años. Recuerda que fue en verano cuando se reunieron con el viceconsejero de Bienestar Social y el director general de Bienestar Social y fueron ellos los que prometieron a los sindicatos y al Comité de Empresa que iban a contratar a dos personas especializadas para atender a este usuario violento en el Gámez Morón, aunque fue un compromiso verbal y no por escrito. Sin embargo, esto no se ha llegado a producir, añade UGT.
La directora territorial del Imserso destacó a El Faro el pasado sábado que en alguna ocasión se ha trasladado a un interno del centro porque alteraba la convivencia normal. Sin embargo, UGT afirma que esto sólo ha producido cuando ha habido una resolución judicial de por medio. Explica que si la familia se niega a que un residente vaya a otro lugar, sólo un juez pude determinar el traslado. Pero en el caso actual de los trabajadores del Gámez Morón no hay aún ninguna denuncia en los juzgados. Los sindicatos afirman que los empleados tienen miedo a las represalias de la empresa.
No obstante, UGT no descarta llevar a través de sus servicios jurídicos este tema directamente a los juzgados una vez que tengan los partes de lesiones de los trabajadores provocados por el residente violento.

UGT: “El centro no está diseñado para pacientes violentos”

El sindicato UGT afirma que “el centro no está diseñado para atender a pacientes violentos” con patologías como las del usuario que está agrediendo a los trabajadores desde hace años. Destaca que este residente está en el Gámez Morón porque el Imserso no tiene un centro de referencia donde enviar a este tipo de enfermos que son incapaces de controlar su agresividad. De esta forma, niega que en el centro “hay personas que pueden estar”, como así lo dijo la directora territorial del Imserso, Isabel Quesada. El sindicato insiste en que el residente que agrede a los empleados tiene mucha fuerza y por ello necesitan que alguien especializado pueda atenderle.