Las autoescuelas de Melilla siguen teniendo en el año 2015 los precios más baratos de España. Según explicó a El Faro el presidente de la Asociación de Autoescuelas, Jesús Martínez, el establecimiento más caro de la ciudad, de todos los asociados, ofrece a sus alumnos sacarse el carnet de conducir por 360 euros, un precio en el que va incluido el teórico y 20 clases prácticas, cantidad a la que hay que sumarle 90 euros de las tasas de tráfico.
Según el último informe realizado por Facua-Consumidores en Acción sobre el coste de aprobar el permiso B a la primera, la ciudad más barata de España es Granada, con un precio medio de 452,46 euros, pero no recoge los datos de Melilla. Le siguen A Coruña con 499,78 y Badajoz con 511,20 euros. La media en el conjunto nacional es de 692,33 euros.
Sin embargo, este estudio contempla la preparación para el carnet de conducir con veinte clases prácticas, pero en Melilla, de media, los alumnos suelen recibir entre 15 y 18 clases. El motivo, según Martínez, es que la ciudad es más pequeña y no tiene carreteras, si bien señaló que los aprobados de Melilla están igual de preparados para conducir que los del resto de España.
A Coruña y Badajoz son las ciudades con el coste medio de la clase práctica más económico de España, con 13,94 y 17,29 euros respectivamente. En el caso de Melilla, la autoescuela más cara las ofrece a 18 euros, si bien el representante del gremio explicó que hay asociados que las han rebajado hasta los 13 y los 14 euros.
Sector “muy perjudicado”
El sector en Melilla, según Martínez, se encuentra “muy perjudicado” por la competencia entre autoescuelas, porque hay establecimientos que están “tirando” los precios, lo que obliga al resto a tener que bajarlos también. “Se creen que bajando los precios van a tener más alumnos y lo que baja es la calidad”, aseguró. Además, dijo que los beneficios de las autoescuelas sólo se ven reflejados en las clases prácticas, puesto que no se cobra ni matrícula ni el teórico. Por ello, la mayoría de los establecimientos asociados “obligan” a los alumnos a dar al menos diez lecciones con el coche, para evitar que se saquen el primer examen en su establecimiento y no se vayan a hacer el práctico a otro con los precios más económicos.
El presidente de la Asociación de Autoescuelas explicó que la aprobación de la Ley Ómnibus trajo consigo que los nuevos empresarios del sector puedan abrir un establecimiento con menos requisitos, por ejemplo, que haya un solo trabajador y que se les permita alquilar por horas una academia para dar sus clases. “Ahora puedes montar una autoescuela en un metro cuadrado”, explicó. De las diez autoescuelas abiertas en la ciudad, siete de ellas son unipersonales, es decir, que cuentan con un solo trabajador, según el representante del colectivo.
Por este motivo, los profesionales que sí disponen de un local específico para ofrecer sus servicios tienen que hacer frente a más costes, como aire acondicionado, ordenadores con los programas específicos para el teórico, etcétera. Martínez explicó que los profesores que imparten clases en las academias tienen menos gastos, sobre todo, en el alquiler de las dependencias.
El presidente de la asociación, que engloba a seis de las diez autoescuelas de la ciudad, explicó además que no entiende como los establecimientos sobreviven con estos precios y que pese a esta situación, en el último año sólo ha cerrado uno y ha sido por jubilación. Además, dijo que el margen de beneficios es muy estrecho cuando se cobra una clase por 14 euros, habida cuenta de que hay que pagar gastos como el sueldo del profesor, gasolina y mantenimiento del coche.
Reconoció que no sabe cuál va a ser la previsión de futuro con respecto a este sector, pero cree que como los precios no suban, va a ir a peor. En el caso de tres autoescuelas de Melilla, que ofrecen los permisos de vehículos pesados, sí pueden solventar mejor esta situación porque además reciben a alumnos de los cursos subvencionados por los sindicatos o por el INEM.