Las actuaciones de Martínez pasan factura al consejero Robles

Los testimonios de los árbitros que actuaban en Segunda B cierran el círculo de varias sospechas. Martínez actuaba contra la UD Melilla y Robles hace de la Consejería la primera línea de defensa de su amigo.

Las declaraciones de Sánchez Cano denunciando la maniobra del Presidente de la Federación Melillense, Diego Martínez, contra la UD Melilla abrieron la caja de nuevos escándalos en torno a la FMF. Los datos aparecidos en programas especiales de TVM, con documentación precisa, son irrefutables y no es un secreto desde 2004, que Martínez es amigo de Robles, y que éste siempre ha actuado en defensa del federativo a cualquier precio.
Desde la temporada 2008-2009, la UD Melilla sospechaba que Martínez iba a por Paco Molina, y a por los directivos Lence y Sánchez Sampalo, tres señores que auparon a Martínez a la Presidencia de la FMF con el apoyo del consejero, pero que se fueron de la FMF al comprobar que Martínez convertía la Federación en un cortijo dorado.
Molina fue a ver a Robles para denunciar a la Federación, pero Robles le recomendó que cesara a Lence y Sánchez para que Martínez se sintiera feliz. Así lo contó Molina a su Junta Directiva. Robles hacía de valedor de las venganzas de Martínez.
Empezaba la guerra: una Federación subvencionada por la Ciudad gracias a Robles se tiraba contra la UD Melilla. Mientras Imbroda trataba de pedir unidad en el fútbol, Martínez ninguneaba al presidente ante sus federativos, pero viendo que podían quedarse al descubierto, crearon una plataforma cuyo sospechoso primer comunicado fue pedir la dimisión de Molina.
La maniobra de Martínez fue un desastre. Robles no movió ni un dedo contra la maniobra y comenzaron las represalias. Retuvieron el dinero de la Copa del Rey, obligaron al equipo a jugar a las 12, del 50 por ciento de subvención en los viajes pasó al 28 por ciento, no movieron un dedo en el asunto del Águilas y finalmente, se ha sabido que Martínez instigaba a Sánchez Cano a que hablara con los árbitros de Segunda B para perjudicar a la UD Melilla.
Tres asistentes de Sánchez Cano han corroborado los hechos, y una prueba de cargo deja a Martínez contra las cuerdas: la factura de Casa Fede de fecha 27 de febrero, la víspera del Melilla-Estepona de liga del grupo IV de la Segunda División B.
La respuesta del consejero tardó en llegar, y cuando llegó fue patética: Martínez le dijo que era mentira y que Sánchez había descendido de categoría.
El Consejero se ponía en primera fila a defender a Martínez mientras éste estaba en el Mundial de Sudáfrica. Esta vez Robles había ido demasiado lejos.
El apoyo de Robles a Martínez en este caso, le deja absolutamente tocado, mientras los aficionados se preguntan qué tienen que tapar, o a qué le tienen miedo.
Robles pide que Martínez se querelle como estrategia para ganar tiempo, pero mientras trata de ganar tiempo, salen otros escándalos relacionados con otras facturas, con amenazas y huelgas de árbitros, con los sobresueldos federativos y todo apunta, según documentación presuntamente filtrada a TVM, que el miedo puede estar en que se conozcan los verdaderos gastos de la FMF y la escasa fiscalización de la Consejería.
En el Gobierno del PP, la política de Robles empieza a ser preocupante.

Las pruebas y el relato

¿Todavía Robles es capaz de creer que los hechos no son ciertos?

Si fuese mentira, lo cierto es que Sánchez Cano y Dunia son de una inteligencia extraordinaria.
La chica sitúa la acción en el Tesorillo donde ella arbitraba un partido de fútbol femenino contra la Violencia de Género. No recuerda la fecha pero sí recuerda que los árbitros eran de Murcia y que pitaban un Melilla-Estepona. Sánchez cuenta que llegó al Tesorillo y que Martínez le instó a que los llevara a cenar e hiciera ciertas indicaciones. Lo mismo que Dunia. Comprobemos. El Torneo lo presentó Robles con Espinosa. Las fechas eran 20 y 27 de febrero, 6 y 8 de marzo. Así que el 27, hubo partido en el Tesorillo. Al día siguiente se jugaba el Melilla-Estepona. El árbitro López Martínez es murciano. Sánchez Cano fue a cenar a Casa Fede, y demuestra que cobró 100 euros que le transfirió la FMF a su cuenta. Y finalmente, hay una factura de Casa Fede, cuya fecha es 27 de febrero que dice "una cena". ¿Un tipo cabreado puede inventarse tan precisos datos cinco meses después? ¿Por qué Sánchez Cano iba a mandar a la FMF una factura y precisamente del 27 de febrero? ¿Por qué la FMF iba a pagarla? ¿Y todavía Robles le pregunta a Martínez si es verdad?

Aguantar el chaparrón

De las mentiras, la responsabilidad y los escándalos

Robles negó el asunto de Higicontrol que este periódico denunció. Le preguntó  a Martínez y éste le dijo que era mentira y que pondría una querella. Pero no la puso. Era verdad y no exigió responsabilidades. ¿Le mintió o mintieron juntos?
El Faro denunció unos hechos de Sánchez y Carrasco en 2007. Presentaron demandas, las perdieron. Robles no exigió responsabilidades y cuando se le dijo que la FMF pagaba las costas judiciales de sus derrotas, miró para otro lado.
Robles insta en 2010 a los melillenses a ir a animar a la UD Melilla, es la cara amable. Por detrás, permite a su amigo Martínez a que haga y deshaga contra esa misma UD Melilla, siempre dándole la razón, siempre defendiéndole, siempre atento a las ambiciones personales de "los suyos".
Robles sostiene como teoría que en los escándalos, hay que aguantar, que pasen y luego pasar factura desde el poder y el dinero público. Eso le ha aconsejado siempre a Diego Martínez y se lo ha aconsejado públicamente. En plena crisis, le ha subido la subvención de 280 a 340 mil euros. Diego Martínez acabará con la credibilidad política de Robles. El Faro, si le avisó.