La asociación afirma que un agente de la Guardia Civil se ve obligado a realizar su turno “a la intemperie” entre los útiles de construcción para evitar la entrada de intrusos.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de Melilla expresó en la jornada de ayer su malestar con la Delegación del Gobierno por las condiciones laborales en las que se ven obligados a trabajar los agentes de la Benemérita.
No obstante, la principal crítica de la asociación fue dirigida al estado en el que deben vigilar los efectivos de la Guardia Civil las obras de ampliación que se están desarrollando en la Delegación del Gobierno.
Según la AUGC, un agente se ve obligado a realizar su turno “totalmente a la intemperie, entre los útiles de construcción” para evitar la entrada de intrusos, lo cual, en opinión de la asociación “es peligroso e indigno”.
“Es el colmo”, protestaron desde la asociación de la Benemérita, “supongo que el delegado del Gobierno se siente orgulloso de ver a un guardia civil en esas condiciones, porque en esta ocasión no puede alegar desconocimiento, como ha hecho otras veces”, afirmaron.
Muy duros se mostraron desde la AUGC con la Delegación del Gobierno, pues llegaron a asegurar que con su actitud había quedado demostrado que los agentes de la Guardia Civil “son la mano de obra barata del Estado, así como sus auténticos sirvientes”.
Demandaron al delegado, Antonio María Claret, que “por lo menos” mandar instalar una garita en los aledaños de las obras para que la Benemérita pueda trabajar “en condiciones dignas”, pues reiteraron que las actuales ponen en riesgo la integridad física del agente que realiza su turno vigilando la obra.
“Nos quieren sin derechos y sin poder abrir la boca. Si hacemos lo contrario, se nos expedienta, como ha ocurrido con la gran mayoría de compañeros dirigentes de la asociación, por el simple motivo de defender los derechos de los guardias civiles”, agregaron.
Además, afirmaron que este tipo de situaciones provocan que los agentes se sientan “olvidados y menospreciados por el Gobierno”, al tiempo que recordaron que en otras ocasiones, cuando también denunciaron las condiciones laborales en las que se veían obligados a trabajar, Claret se negó a recibir a la asociación, conminándoles a tratar sus problemas con los altos mandos del Cuerpo.
“Un día de estos, la AUGC tendrá que enviar una necrológica en lugar de una nota de prensa. En lugar de subsanar los problemas que denunciamos, la Delegación se dedica a tomar nota diciendo que solucionarán nuestras demandas y luego giran la cabeza hacia otro lado eludiendo el problema”, apuntillaron.
Nuevo Gobierno
Por otro lado, se mostraron esperanzados de que con el cambio de Gobierno, la Delegación y la Ciudad Autónoma unan esfuerzos para paliar este tipo de situaciones.
“Sólo queremos que, de una vez por todas, los guardias civiles puedan prestar servicio en condiciones dignas, como se merecen, y que no se vulneren sus derechos”, añadieron.
Además, recordaron que no es la primera vez que desde la Administración central se incumple la promesa de mejorar algunas de las zonas donde trabaja la Benemérita.
Así, señalaron que todavía están esperando que se ubique alguna en la garita del Museo Militar, “donde ni siquiera hay un enchufe para conectar un calefactor, pese a que el frío por las noches se hace totalmente insoportable”.
“Se gastan millones y millones de euros repatriando inmigrantes ilegales y no pueden hacer un desembolso de 20.000 euros para mejorar nuestras condiciones laborales más inmediatas”, apostillaron.
Así pues, concluyeron pidiendo una mayor atención por parte de ambas administraciones a las demandas realizadas por la asociación. “Sólo queremos que se tengan en cuenta nuestras denuncias y sugerencias. Cuando hemos planteado alguna idea o protesta a la Delegación, nos han cerrado las puertas en las narices”, sentenciaron.
La AUGC también denunció en la jornada de ayer el accidente ocurrido esta semana en la garita del Puerto comercial, la cual era insegura, según habían recalcado meses atrás.
La asociación detalló que la garita fue golpeada violentamente y desplazada un metro por la pasarela de embarque del barco rápido, sin que hubiera que lamentar daños personales al no encontrase ningún agente dentro en esos momentos.
“En esta ocasión se salvó porque dio la casualidad de que acababa de abandonar la zona para ir a desayunar”, agregaron.
“Esperemos que si un día de estos al compañero que presta servicio en la obra de la Delegación le ocurre algún accidente no se alegue desconocimiento y las autoridades reconozcan su responsabilidad, puesto que lo hemos denunciado públicamente y los mandos saben perfectamente cuál es la situación”, afirmaron desde la AUGC.