El profesor José Luis Tejada es toda una eminencia de la enseñanza de la ciudad. Es catedrático de Matemáticas y ha sido docente de esta materia tanto en la universidad a distancia (UNED) como en el instituto Leopoldo Queipo, donde ha trabajado desde 1976 como agregado de Matemáticas hasta 2018, cuando decidió jubilarse. Recibe este jueves también uno de los galardones más importantes que entrega la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Melilla: el Premio Pilar Fernández, ‘por una vida dedicada a la enseñanza’. El periódico del Faro ha podido hablar con este docente, que está muy orgulloso de haber sido uno de los pioneros en la enseñanza universitaria de Ciencias Matemáticas en la ciudad y de donde salió más de una decena de licenciados en esta materia.
–¿Qué se siente al recibir ese reconocimiento por parte de compañeros y alumnos?
–Para mí es el mejor reconocimiento porque es algo en lo que yo no intervengo y que ha dependido de excalumnos y compañeros. Profesores compañeros y compañeros que han sido primero alumnos míos. Con lo cual la satisfacción es mayor. Que piensen en mí es algo estupendo, hay que tener en cuenta que a veces no se te reconoce toda la labor que haces. Pasan los años y si no se te hace este tipo de distinciones pasa desapercibida totalmente. La labor que he hecho, para mí, sobre todo en la universidad es un hecho muy importante. El ser de los pioneros que saliera en Melilla más de una decena de licenciados en Matemáticas. Esta distinción para mí es importantísima, y es el colofón a toda una vida profesional.
–¿Qué le llevó a la docencia? ¿Su amor a las Matemáticas o a la enseñanza?
–Cuando era preuniversitario, fue en las asignaturas de ciencias donde saqué la mejor nota. Y eso fue lo que hizo decantarme hacia las carreras de ciencias. Por casualidad pensé en estudiar Ciencias Físicas, pero como en Granada no hacía Ciencias Físicas y lo que se impartía eran Ciencias Matemáticas. Pues para estar con más compañeros decidí matricularme en Ciencias Matemáticas. A partir de ahí, con la especialidad que hice, Metodología y Didáctica, pues busqué plaza, conseguí la de la Universidad a Distancia, luego la del instituto. Luego, ya oposité para que la plaza sea fija.
–¿Cómo recuerda sus comienzos? Y ahora, que lleva un año y medio jubilado, el final de su carrera?
–Al principio mucha ilusión y muchas ganas, que es lo que importa a la hora de enseñar, que los niños vean que están con una persona que está bien preparada y que tiene ganas de enseñarle e ilusión. Eso es muy importante y hay que mantenerlo al máximo. Nosotros tenemos siempre la ventaja de que trabajamos con niños jóvenes todos los años. Pero claro, el problema quizá es al final cuando tú vas haciendo un poco mayor. Quieras o no, la edad pesa y las horas de trabajo pesan y los niños siguen viniendo con la misma edad. Los niños siguen teniendo 15 y 16 años. Ahí te va costando un poco más.
Pero, a ver, como ahora dan posibilidades de jubilarse incluso desde los 60, siempre puede haber alternativas. Luego otra de las cosas que influye es que los grupos que te toquen cada año sean más homogéneos, tengan más nivel... Cuando te toca un grupo que tiene un nivel bastante bajo, son bastante trabajosos. He llegado a un momento en el que podía jubilarme y me apetecía un poco disponer un poco de mi tiempo. No tener prisa y vivir relajadamente. Como además tengo la suerte de practicar un deporte que cuando te pilla por la mañana mucho tiempo es muy agradable de practicar, que es el golf, pues estoy estupendamente.
Por las tardes me dedico un poco más cosas ya más orientación a cosas que yo ya he hecho antes como la enseñanza.Miro cosas en Internet como gente que enseña ciertos conceptos. Pero ya por curiosidad.
–¿Qué recomendarías a ese profesor que puede enfrentarse pronto a su primer día de docencia?
–Mi receta es que si tú eres una persona preparada en lo que vas a enseñarles a los niños, que te ven con ganas, ilusión, que ven que quieren enseñarles y vienes dispuesto a hacerle lo más fácil posible el contenido que les vayas a explicar, siempre ellos te respetarán. Hay que tener en cuanta que los niños son muchos grupos y niños juntos, y observan todo. Se van dando cuenta de todo.
Entonces como profesores muy interesante transmitirles a ellos algo tuyo. Cuando entras en un aula, tu forma de moverte de actuar, de vestir y de expresar, todo eso influye muchísimo, tienes que ser para ellos algo. Algo que se les quede a ellos. Pero sobre todo que ellos capten que vienes dispuestos a enseñarles.
Otra cosa importante es recapacitar sobre todo lo que has hecho y qué se podría cambiar. Yo por ejemplo una de las cosas que haría si tuviera que empezar ahora quizá sería ser más comedido con aquellos que han tenido bastante problema con el aprendizaje de las matemáticas. Porque a lo mejor he sido bastante exigente, siempre pensando en que quería que supiesen más y estuviesen más preparados, pero a veces ellos no pueden dar todo lo que tu quieres. Entonces intentaría ser un poco más comprensivo y hacerlo a lo mejor de otra forma.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…