El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, estará este miércoles en Melilla para visitar las obras de remodelación de la iglesia de La Purísima, en el Pueblo y mantener un encuentro con jóvenes para hablar del bono cultural.
La visita de Iceta es importante no sólo porque su presencia es la presencia del Estado prometida por el Gobierno de Sánchez en Melilla, sino también porque durante su etapa como ministro de Política Territorial, fue él quien impulsó la idea de la necesidad de elaborar un Plan Especial para la ciudad, que se retrasó cuando le encargaron la cartera de Cultura y Deporte.
Siempre que nos llegan noticias del Ministerio de Cultura, son buenas para Melilla. A primeros de abril pasado, la Conferencia Sectorial de Cultura anunció la asignación de 608.152 euros para este año y 565.427 para 2023 como parte del Plan de Recuperación con fondos destinados a revalorizar la industria cultural.
En ambos casos, a Melilla llegará un pellizquito más que a Ceuta y esta diferencia seguramente es más que merecida, incluso cuando se haga atendiendo a los criterios aprobados en la Conferencia Sectorial del 13 de julio de 2021, de donde salieron tres ejes de actuación: competitividad, dinamización y digitalización, que en esencia comprenden la inyección de dinero a salas de cine, teatro, auditorios, digitalización de información o reforma del patrimonio cultural.
Se trata de promover el ‘apoyo a aceleradoras culturales’, ‘ayudas para ampliar y diversificar la oferta cultural en áreas no urbanas’ y la ‘actuación sobre el patrimonio de las comunidades autónomas, corporaciones locales y titulares privados en la restauración así como 'la puesta en valor del patrimonio cultural español’.
El presupuesto general de este año contempla una inversión potente de más de medio millón de euros para las obras de la iglesia de La Purísima, del Pueblo. Hay una cantidad de dinero similar apalabrada para 2023.
Son inversiones culturales que llegan en un momento dulce para la cultura en Melilla. Justo la visita del ministro coincide con la celebración de la Semana de Cine y continuamente hay actuaciones de música y teatro en el centro y la periferia de la ciudad. Eso no sólo anima las compras, también levanta el ánimo de la gente y dota a esta tierra del vigor que necesita para levantar la cabeza y caminar mirando con optimismo hacia el futuro.
Y no es sólo Cultura. El Deporte se ha convertido también en un abanderado y un catalizador de la llegada de turistas a Melilla. No nos podemos quejar.