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La carrera legionaria de este año 2018 está previsto que se celebre el sábado 21 de abril
La VI edición acaba de comenzar su andadura hacia la línea de salida. Los africanos aguardan con
expectación e ilusión, desde el momento mismo de la apertura de la inscripción, la llegada del día de la carrera. Y ese ímpetu les lleva en volandas, a la misma velocidad que bajarán los cortados de Aguadú, al reencuentro con esta acogedora ciudad. La Africana promete a los participantes zambullirse en el alma de todo legionario a través del sufrimiento, ya desde antes del momento de la salida empezarán a sentir los espíritus de nuestro Credo y participarán en una prueba con aromas de leyenda.
Aunque esto hay que vivirlo al menos una vez, son muchos los que repiten, y el veneno de la Africana les hace colgar cada año sus certificados de participación, junto a los de años anteriores. Toda forma parte de un ritual y de una tradición que va tomando forma.
Y junto a los incondicionales de siempre, los que llegan por primera vez. Ávidos del calor y el aliento de las calles de Melilla. Ansiosos de aventura. Curiosos por descubrir nuestro pedazo de África. Todos juntos superan ya los dos mil, repartidos entre siete nacionalidades y procedentes de casi todas las provincias españolas. Seguro que se alcanza la cifra mágica de 3.000.
Es significativa la participación de las mujeres en la modalidad de la carrera por equipos y seguramente su estela servirá de inspiración a otros que quieran emularlas e incluso superarlas. A por ellos y a por ellas.
Curioseando en la estadística, nos podemos encontrar con que el miniafricano más pequeño es una bebé nacida el 22 de diciembre del año pasado o que los más longevos de esta edición, participando en las modalidades de carrera y BTT, nacieron en los años 1942 y 1943.