“La vacuna está sumida en una gran polémica tras la fase de pandemia”

El especialista en Medicina Preventiva Francisco Javier Campayo Rojas analiza los factores de la baja demanda de las dosis de Gripe A del pasado año.

En el año 2009 Melilla recibió las dosis adecuadas para que la población se vacunase contra la Gripe A, pero a pesar de la alta demanda que hubo durante los meses de verano, el 80 por ciento de las vacunas están actualmente en fase de devolución. ¿Qué ocurrió para que la población decidiera no ponerse esta medida preventiva contra la enfermedad? “Esta vacuna está sumida en una gran polémica, sobre todo, después de trascurrida la fase de la pandemia”, aseguró el experto en Medicina Preventiva del hospital general universitario Reina Sofía de Murcia, Francisco Javier Campayo Rojas, con quien analizamos los factores que se combinaron para que la gente finalmente decidiera no acudir a los centros de salud a vacunarse contra este tipo de gripe.
Además, Campayo intervino en una de las ponencias  tituladas ‘Vacunación en personal sanitario’ de las IV Jornadas de Vacunas ‘Ciudad de Melilla’ celebradas la pasada semana.
“Quiero recordar que cuando empezaban a aparecer los datos sobre los primeros brotes epidémicos la información que disponíamos de la tasa de letalidad, es decir, la tasa de los pacientes que morían de entre los que enfermaban realmente era muy preocupante porque era alta”, aseguró este especialista en vacunas por la Universidad Complutense de Madrid. Así, Campayo indicó que éste fue el motivo por el cual se puso en marcha todo el dispositivo de vacunación urgente.
Uno de los factores determinantes para que la vacuna no tuviera acogida en la población fue que cuando aparecieron los primeros casos en España de Gripe A se vió que, “desde el punto de vista clínico, no eran tan graves como parecía y desde luego los pacientes no morían en un número tan alto como había ocurrido en algunos brotes epidémicos iniciales”, indicó este experto.
“Esto no quiere decir que el virus no produjese la mutación que se esperaba, ya que la produjo y realmente era un virus que tenía el potencial de producir mucha enfermedad, que la produjo, y mucha muerte, aunque afortunadamente este segundo paso no lo dio”, afirmó Campayo.
En este sentido, determinó que este tipo de alarma sanitarias pueden ocurrir todos los años o que no vuelvan a suceder hasta dentro de varios, ya que “el virus está probando cómo mejora su forma de infectar a más personas”.

Plazos más cortos

Lo único extraordinario  que tuvo este proceso, tal y como indicó Campayo, fue que se acortaron algunos plazos para disponer de la vacuna de forma inmediata, aunque el resto de los requisitos y consecuencias de estas dosis fueron absolutamente normales. Así, este especialista determina este hecho como uno más de los factores que generaron una situación de incertidumbre y de preocupación en la población.

¿Hicieron falta tantas dosis?

Por otro lado, se señaló que la fase de elaboración de la vacuna coincidió con la época estival en la que los medios de comunicación dieron un tratamiento desmesurado a determinados aspectos de la vacuna, que para los expertos son normales y cotidianos, pero que a la vista de la población general podían considerarse como  especiales o extraordinarios.
“Se puede pensar que se compraron o se dispusieron muchas dosis de vacunas pero realmente me quiero remitir a mayo o junio donde todo el mundo quería su vacuna”, aseguró Campayo.
Otro de los factores que quitaron importancia al hecho de vacunarse contra la Gripe A fue que en una misma campaña vacunal se administraron  en octubre una dosis contra el tipo general y en noviembre otra específica para esta patología.
“Si hubiésemos podido disponer de la vacuna contra la Gripe A en octubre no habrían sobrado tantas, ya que se hubieran administrado las dos juntas, pero acudir en una segunda ocasión fue otro de los factores que favorecieron que no se vacunara la gente”, afirmó este especialista en Medicina Preventiva.

Efectos negativos de la vacuna

Muchos melillenses decidieron no vacunarse el año pasado indicando que los efectos de la vacuna eran muy negativos, sin embargo, este tipo de ideas “no se sustentan y no tienen ninguna base”, tal y como informó Campayo.
“Se trata de una opinión poco fundada porque se elaboró como las otras, tenía todos los reconocimientos que cualquier otra vacuna y lo único fue que algunas fases se acortaron para que las dosis estuvieran a disposición de las personas que las necesitaban”, afirmó.

Vacuna conjunta

La campaña de vacunación del 2010 comenzó el pasado 4 de octubre y estará a disposición de los melillenses hasta el 30 de noviembre. En este sentido, este año se presentaron dos principales novedades, esto es, la vacuna conjunta de la gripe estacional con la Gripe A y un tipo especial de dosis para las personas mayores de 65 años que se ponen a través de vía intradérmica. En total, la Consejería de Bienestar Social y Sanidad ha puesto a disposición de centros de salud, hospital, instituciones de la ciudad y clínicas privadas 8.000 dosis con un presupuesto de 47.656 euros.

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