La UD Melilla debe 1.500.000 euros.

De esa cantidad, 694.604 euros corresponden a la deuda fraccionada con la Seguridad Social y el resto al segundo y tercer plazo de jugadores y técnicos, agencia de viajes, COA y otros proveedores.

La UD Melilla celebró en la noche de ayer la esperada Asamblea Informativa en la que el máximo mandatario azulino, Cristóbal Sánchez, expuso de manera clara cuál es la situación económica actual de la entidad que preside. El presidente del club unionista, entonó el 'mea culpa' en cuanto a su corresponsabilidad de la situación en la que se encontró el club cuando se hizo cargo de la presidencia, ya que perteneció durante varias temporadas a la anterior directiva. “Asumo mi culpa como miembro de la directiva anterior”, fueron sus primeras palabras.
A renglón seguido, Sánchez Sampalo manifestó que lo primero que tuvo que afrontar cuando se hizo cargo del club fue “un embargo de 33.000 euros del jugador Rubén López”. “Lo pagamos y seguimos adelante pero nos salen otras cosas como unas liquidaciones  de la Seguridad Social a las que hacer frente correspondientes a los años 2.007, 2.008 y 2.009 que se suman a otra serie de pagos pendientes como el tercer plazo a los jugadores, entre otros temas, por lo que me encuentro con una deuda de 1.424.963,65 euros, pero soy una persona echada para adelante y a la que no le cuesta pedir ayuda y le expuse la situación al consejero de Fomento, Juventud y Deporte que siempre ha atendido muy bien a la UD Melilla”, significó.
A partir de ahí, Cristóbal Sánchez decidió coger el toro por los cuernos y ponerse manos a la obra para intentar llevar la nave azulina a buen puerto esta temporada, aunque dejó patente que el panorama era muy oscuro para la próxima, por lo que solicitó la unidad de todos para remar en el mismo sentido como solución a la no desaparición de un club histórico como es la UD Melilla.
Sánchez también dejó que el club está al día con la plantilla. “A los jugadores, a fecha de hoy, no le debemos ni un euro”, recalcó e informó que la deuda contraída con la Seguridad Social que asciende a 694.043, 11 euros se pagará de manera fraccionada y en periodos semestrales. En cuanto a los pagos que se deberán afrontar durante esta temporada, en los que se incluyen el segundo y tercer plazo, la agencia de viajes, la COA y otros proveedores, informó que el total rondaría los 800.000 euros. Teniendo en cuenta que el Melilla tiene pendiente de recibir 500.000 euros (350.000 del Patronato de Turismo y 150.000 de TV Melilla) el déficit previsto para esta temporada sería de unos 300.000 euros. Aunque, el presidente azulino manifestó que está en conversaciones con la Ciudad Autónoma para intentar recibir “algún extra” con motivo de los tres desplazamientos que el equipo ha tenido que afrontar para disputar la Copa del Rey.
De igual modo, y en relación al apartado de ingresos, el mandatario unionista expresó su poca fe en cobrar los 96.000 euros que el club tiene pendiente de cobrar por su participación en el torneo del KO.
Cristóbal Sánchez acudió a la asamblea con todo tipo de documentación en la mano para demostrar la transparencia en la gestión realizada así como para mostrar a los interesados cualquier tipo de documentos que requiriesen, cosa que hizo en un par de ocasiones.
Los momentos más tensos del acto se produjeron a raíz de la intervención del anterior presidente del club, Paco Molina, cuando alegó que no tenían conocimiento de la deuda con la Seguridad Social; a lo que Sánchez contestó con el documento en la mano de una reunión de algunos miembros de la anterior directiva con la Inspección de Trabajo fechada el 17 de marzo de 2010. Molina dejó claro que no se marchó del club por el tema de la deuda. “Me fui por la carta que querían que publicara un día antes de las elecciones”, aclaró y recordó que él también se había encontrado al igual que otros presidentes anteriores, con cargas. “El Melilla siempre ha arrastrado cargas. Siempre hemos ido a trompicones”, manifestó.
Antes de finalizar, Cristóbal Sánchez hizo hincapié en que la actual directiva ha logrado rebajar “bastante” la deuda que tenía el club y mostró su gran preocupación por el futuro de la entidad. “Me preocupa la UD Melilla. Me preocupa la situación en la que estamos, pero si todos nos montamos en el mismo barco y remamos en el mismo sentido, creo que podemos llegar a muchos sitios”, expresó el mandatario.