El partido de máxima rivalidad norteafricana llega en un buen momento de juego para ambos equipos, que buscarán hacerse con el triunfo desde el pitido inicial para seguir con las esperanzas de ascenso.
Al contrario que en la atípica semana anterior, la plantilla azulina disfrutó de la habitual jornada de descanso de los martes y ayer retomó las sesiones de entrenamientos de cara a la preparación del duelo fraticida que protagonizarán el domingo, a partir de las 18:00 horas, los equipos representantes en Segunda División B de las dos ciudades Hermanas.
Los componentes del plantel unionista completaron un trabajo que se prolongó por espacio de hora y cuarto y que se desarrolló en el anexo del Municipal melillense. La sesión se inició con el obligado calentamiento que dio paso a un circuito en el que se trabajó la fuerza preventiva como antesala a la realización de una serie de ejercicios de finalización. Posteriormente el cuerpo técnico distribuyó al grupo de jugadores en tres equipos de siete componentes para llevar a cabo una serie de partidos de fútbol en espacios reducidos y de corta duración con determinadas premisas a cumplir. Finalmente los futbolistas acabaron la jornada con los necesarios ejercicios de estiramientos.
Como viene siendo habitual de un tiempo a esta parte, varios jugadores del Gimnástico de Liga Nacional trabajaron a las órdenes del cuerpo técnico azulino. En esta ocasión fueron Brahim y Pepe los que participaron junto al resto de futbolistas de la Unión Deportiva Melilla.
En cuanto al estado de los lesionados, cabe señalar que Zamorano podría incorporarse en los próximos días al grupo ya que el zaguero azulino ha comenzado a golpear el balón. Por su parte Álvaro Del Moral sigue avanzando de manera favorable en cuanto a su recuperación y en la sesión de ayer llevó a cabo con éxito un trabajo específico para fortalecer los apoyos. El centrocampista Antonio Campillo sigue ejercitándose en la sala de musculación centrado en desarrollar un trabajo de mantenimiento, según informó a este diario el preparador físico del equipo Augusto Hoyo.
La buena noticia viene dada por la incorporación al grupo del central Povedano, que ayer entrenó con total normalidad una vez superados los problemas de espaldas que padecía.
Así las cosas el técnico Óscar Cano podrá disponer, salvo contratiempo de última hora, de casi la totalidad de la plantilla para el partido del domingo ante la AD Ceuta con el que se dará por concluida la temporada. Al menos en lo que se refiere a la fase regular ya que la participación en el play-off de ascenso no depende directamente del conjunto azulino. La UD Melilla está obligada a ganar a la escuadra caballa y esperar a que se den una serie de resultados en estas dos últimas jornadas que catapulten al cuadro norteafricano a la segunda fase. Hecho realmente difícil pero no imposible aunque más propio de la película 'Encuentros en la Tercera Fase' del director y productor cinematográfico Steven Spielberg.
Con relación al rival, la plantilla de la AD Ceuta ha tenido descanso hasta la jornada de hoy jueves en la que regresarán al trabajo. La victoria ante el Almería B y las precarias condiciones económicas que sufren los jugadores del Ceuta ha propiciado que el cuerpo técnico, con Sergio Lobera a la cabeza, solo dispongan de un par de sesiones de cara a preparar el derbi norteafricano para el que el técnico aragonés recupera a varios de sus titulares indiscutibles caso de Pau Torres, Aéte, Julio de Dios y Ekedo. Por contra, Lobera pierde para este choque al lateral Chapi que vio la quinta amarilla ante el filial almeriense.
El árbitro Alberto Salazar López, perteneciente al Colegio Valenciano, será el encargado de dirigir la contienda. Salazar López ha dirigido hasta la fecha cinco encuentros en el Grupo IV y en una ocasión lo hizo a la UD Melilla. En concreto fue el partido correspondiente a la jornada vigésimo quinta, disputado en el Municipal de Los Bajos de la localidad almeriense de Roquetas de Mar y que acabó con el resultado de empate a un gol. El trencilla valenciano mostró un total de ocho cartulinas amarillas y una roja, repartidas en seis amonestaciones para el Roquetas y dos para la UD Melilla; siendo la expulsión para un jugador del equipo almeriense.