La UD Melilla afronta la Copa del Rey con buenas sensaciones por su buen fútbol

Sin apenas tiempo para lamentarse de los puntos que volaron del Álvarez Claro en la liga, los azulinos preparan el debut en el torneo del KO ante el Algeciras CF en un ambiente de optimismo.

El comienzo en la competición liguera no está siendo el deseado por todos. De momento, peor incluso que el del curso anterior en el que al final se echaron en falta los puntos que se perdieron en un patético inicio de campeonato. Sin embargo, las sensaciones son bien distintas a las que dejó el estreno en casa el pasado ejercicio, cuando los azulinos no pudieron pasar del empate frente al CD El Palo, que mereció llevarse el triunfo ante un equipo con muchas dudas en cuanto a su juego. En primer lugar porque, a pesar de las bajas significativas que dejaron de pertenecer al plantel unionista, buena parte del bloque sigue siendo el mismo de la temporada pasada y eso siempre supone una ventaja mas que una adversidad. Y en segunda instancia porque, a pesar del empate cosechado en el debut liguero en casa frente el Marbella FC, los de Fernando Currás dejaron impronta de equipo competitivo y llamado a estar en la zona alta de la clasificación en el torneo de la regularidad. Después la propia competición pondrá a cada uno en el lugar que merece. Frente al Marbella, un rival que no defraudó en cuanto a las expectativas generadas, el conjunto norteafricano dejó detalles de lo que puede llegar a ser. Sobre todo si como se espera el equipo es capaz de mejorar a la hora de finalizar las jugadas de ataque, y de corregir los desajustes defensivos de los que ha hecho gala en los dos primeros partidos de liga. Sumar un punto de seis no es para estar muy contentos que digamos, pero esto no ha hecho más que empezar y queda mucho tiempo por delante para rectificar el rumbo. No son pocos los que coinciden en que la UD Melilla no mereció perder en el Nuevo Mirador de Algeciras, pero lo cierto es que la escuadra azulina no supo aprovechar su mayor potencial y experiencia frente a un rival que regresaba a la categoría y al que según los entendidos le va a costar Dios y ayuda mantenerla. Está claro que la falta de partidos en pretemporada puede ser un hándicap al que agarrarse, pero no una excusa. Si no, que se lo digan a la Balona. Un equipo que arrasó en el periodo preparatorio y que ahora se encuentra en lo más hondo de la tabla clasificatoria sin estrenar su casillero de puntos. Es cierto que el Melilla tiene mucho margen de mejora, pero como bien dice su técnico la competición no da un respiro y no entiende de sentimientos ni de circunstancias particulares. Fernando Currás es el máximo responsable de la confección de la plantilla y él mejor que nadie sabrá a quien alinear para intentar conseguir el triunfo. Otra cosa será que confíe plenamente en todos los componentes del plantel o que al final prefiera optar por contar con una serie de jugadores aunque no estén al cien por cien. Nadie va a tirar piedras contra su propio tejado, eso está claro; pero aquí también conviene recordar y asimilar el tan famoso dicho de que “la policía no es tonta”, y la afición no lo es. El aficionado no entendería que se dejara en la estacada y no se volviera a apostar por jugadores carismáticos, que además de melillenses, han rendido a un gran nivel, para sustituirlos por otros que no aporten como mínimo lo que aportaban los anteriores. De momento no está siendo así. Todavía es pronto, pero no vendría mal que se dejaran notar cuanto antes para que la grada no comenzara a recordar la ausencia de futbolistas ya legendarios. Tiempo al tiempo. Después del decepcionante inicio liguero, ahora toca pensar en la Copa del Rey. Un torneo en el que, al igual que la UD Melilla, el Algeciras tiene puestas también muchas ilusiones. Sobre todo por lo que supone para los equipos humildes si son capaces de llegar hasta la tercera ronda en la que recibirían en casa a uno de los “grandes” de nuestro fútbol. El camino no va a ser fácil, puesto que el UCAM Murcia espera al equipo que salga vencedor de esta primera eliminatoria del torneo del KO por excelencia. Aunque en el fútbol todo es posible, la UD Melilla está obligada a pasar a la siguiente ronda ante un rival en teoría inferior tanto en presupuesto como en plantel y así dar la primera alegría a una afición que espera mucho este año del equipo. La semana, intensa ya de por sí con tres partidos oficiales, se puede hacer muy larga si además no se aprovecha el factor campo y el triunfo no se queda en casa frente a un adversario que en el último partido de liga ha hecho rotaciones pensando en la Copa. Unas rotaciones que no dieron el fruto deseado y que no han sentado nada bien en tierras algecireñas, donde buena parte de la afición albirroja prefiere que su equipo se centre en la liga y en el objetivo de mantener una categoría a la que el Algeciras ha retornado con la intención de echar raíces.