La UD Melilla ve asaltado el fortín del estadio Álvarez Claro

• El cuadro de nuestra ciudad encaja el primer gol y la primera derrota de la temporada en casa

• El exazulino Kiu consigue derribar el muro melillense con un auténtico 'misil' que se cuela por la escuadra de la portería defendida por el portero unionista Dani Barrio

La UD Melilla ya sabe lo que es perder en casa. Tarde o temprano tenía que llegar la primera derrota en Álvarez Claro, un fortín inexpugnable hasta la fecha, y llegó. El Mérida AD, que afrontaba la cita muy mermado de efectivos, fue digno vencedor de un duelo en el que a priori tenía todas las de perder. La escuadra 'pecholata' se presentaba en el feudo norteafricano como uno de los peores equipos visitantes del campeonato – el tercero- en el que solo había sido capaz de conseguir 3 empates en las 7 salidas precedentes, y lo hacía ante el segundo mejor equipo local del Grupo IV, que solo había dejado escapar dos empates y sin haber encajado un gol ante su afición.

Al astuto técnico franco-tunecino Mehdi Nefti no le disgustaba que su equipo fuera de víctima al encuentro. “Todas las apuestas, todo el mundo nos da por perdedor en Melilla y a mí, personalmente, no me disgusta”, manifestó en la previa. “No vamos a ir a Melilla de turismo”, advirtió a renglón seguido. Dicho y hecho. Su equipo fue superior al Melilla durante buena parte de un partido en el que, salvo en el tramo inicial del segundo tiempo, marcó el 'tempo' del mismo.

Los del Romano asaltaron el fortín melillense con una propuesta basada en el orden táctico, la sobriedad y la solidaridad tanto a la hora de defender como de atacar. Fue un equipo con letras mayúsculas en el que sobresalieron algo más sus estiletes en las bandas: Mustaphá y el ex azulino Kiu. El surcoreano tuvo el honor de ser el primero en profanar la portería azulina en casa con un 'misil' ante el que Dani Barrio nada pudo hacer. Golazo que no celebró, además de pedir perdón a la afición unionista, que respondió con señorío al aplaudir el tanto y brindarle una ovación cuando fue sustituido ya en tiempo de prolongación.

Al conjunto azulino no le queda otra que pasar página cuanto antes y centrarse ya en el próximo partido que disputará el lunes que viene en tierras cordobesas ante el Córdoba B, con el objetivo de no encadenar por primera vez en la temporada tres derrotas consecutivas.

El primer tiempo resultó muy disputado e igualado, con poco fútbol asociativo y continuidad en el juego. La UD Melilla no se encontró cómoda sobre el campo ante un Mérida que salió a presionar arriba, y que cuando le tocó replegarse lo hizo con mucho orden y haciendo daño al contraataque de tal manera que lo mejor del primer acto para el equipo azulino fue, sin duda, el empate a cero inicial con el que se llegó al descanso.

La escuadra unionista se veía sorprendida por la presión alta que ejercía el equipo extremeño en los compases iniciales del duelo. Al filo del minuto diez de partido Esnaider se hacía con una pelota dentro del área local y conectaba un disparo a pie cambiado que se perdía muy cerca del palo izquierdo del portal melillense.

Los anfitriones se sacudían el dominio visitante y el partido entraba en un periodo de transición en el que la posesión pasaba de uno a otro en la zona ancha, pero sin trascendencia en las áreas. El primer acto entraba en la recta final sin ocasiones de peligro ni disparos a puerta salvo uno lejano de Richi que fue a parar mansamente a las manos del arquero visitante Felipe Ramos.

Fue en las postrimerías de la primera mitad cuando el partido ganó en emoción. La pizarra estuvo a punto de dar sus frutos a los locales en una acción a balón parado iniciada por Zelu desde el banderín de córner. El jerezano ponía la pelota en juego con un envío a ras del césped al que llegaba Yacin, pero el disparo del '9' azulino era rechazado por la zaga visitante. Precisamente esa misma acción daba lugar a un contrataque de libro que se convertía en la ocasión más clara de los visitantes y del partido. Mustaphá recibía un pase de Javi Hervás y se marchaba en velocidad de Odei y de Richi hasta plantarse dentro del área ante Dani Barrio, que salvaba un gol cantado al adivinar la intención del disparo del exterior extremeño para meter una manopla milagrosa y desviar el cuero a córner. La cosa no quedaba ahí, y poco después, en el 42', de nuevo Mustaphá recibía un balón dentro del área y algo escorado hacia la derecha disparaba flojo sin problemas para Dani Barrio. Y a falta de un minuto para el intermedio Nacho Aznar cabeceaba a las manos de Felipe Ramos un saque de esquina botado desde la derecha por Zelu.

La Unión Deportiva salía más enchufada tras el paso por los vestuarios. El equipo azulino se asemejó más al que tiene acostumbrado a su afición y suya fue la posesión de la pelota. Los de Manolo Herrero daban un paso al frente y obligaban a los de Mehdi Nefti a retroceder para defenderse de las embestidas del conjunto anfitrión. Lo hicieron con orden y a veces como pudieron. En el 52' de partido Zelu robó una pelota a Kike Pina en banda derecha, pisó área hasta armar su pierna izquierda para conectar un trallazo al que respondió Felipe Ramos con un paradón que evitó un gol cantado. La réplica la puso Iván Pérez con un subida por banda derecha hasta la línea de fondo desde donde sacó un centro raso que se paseó por el área de meta sin encontrar rematador.

Pasada la hora de juego Kiu, que completó un buen partido ante su ex equipo, inició otra contra pasando el balón a Esnáider, quien con un pase preciso habilitó a Mustapha para plantarse de nuevo frente a Dani Barrio, que salvó de nuevo a su equipo al atajar el disparo algo mordido del extremo argelino.

Tras el susto, la reacción azulina no se hizo esperar. Pepe Romero dibujaba un pase magistral para Zelu, que desde la línea de fondo diseñaba un pase de la muerte para Yacine, que conectaba un tremendo disparo al que de nuevo respondía Felipe Ramos con una espectacular intervención para mantener el empate en el electrónico.

La respuesta fue automática y decisiva para el desenlace del partido. En el mismo minuto -73'- la pelota llegaba a Santi Villa. El veterano jugador linarense se la pasaba a Kiu y el surcoreano recortaba hacia dentro, se acomodaba el disparo con la izquierda y enganchaba un zapatazo que se colaba como un obús por la escuadra izquierda del portal defendido por Dani Barrio a pesar de la estirada del meta asturiano. Golazo muy celebrado por sus compañeros, menos por el ex azulino, que pedía perdón a su ex afición y que recibía el aplauso del respetable.

Manolo Herrero movía ficha, dejaba una defensa de tres y daba entrada a Bilal por Pepe Romero. Canterano por canterano. Los cambios esta vez tampoco surtieron efecto ya que el Mérida tiró de manual para mantener la ventaja hasta el final.