La tasa de criminalidad de Melilla está por encima de la media del conjunto de España. Sin embargo, la confianza en la Policía y el nivel de seguridad que sienten las personas caminando solas de noche en la ciudad se encuentra en valores por encima de los del resto del territorio nacional.
Estamos hablando de que al cierre del primer semestre de este año, en Melilla se había registrado un incremento del 4,4% en el número de infracciones penales denunciadas, que pasó de las 2.020 del año 2021 a las 2.108 de 2022, con aumentos significativos en los homicidios dolosos o asesinatos en grado de tentativa, según consta en el Balance de Criminalidad correspondiente al período comprendido de enero a junio de este año.
Esa contradicción entre la alta tasa de criminalidad de Melilla y la sensación de seguridad en las calles está recogida en el Plan Estratégico Integral de Melilla, aprobado el martes, en el capítulo dedicado a la caracterización socio-demográfica de la ciudad. En este apartado consta, además, la poca confianza de los melillenses en los sistemas político y judicial.
Pese a que con la vuelta a la normalidad tras la pandemia, con la reapertura de la frontera el pasado 17 de mayo, se nota un incremento del número de infracciones penales en la ciudad, el Plan Estratégico no incluye nuevas inversiones en el refuerzo de las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, aunque sí reconoce esta demanda de los actores que participaron en las consultas realizadas durante su elaboración, que consideran que también es necesario renovar instalaciones.
Jesús Ruiz Barranco, secretario regional del Sindicato Unificado de Policía de Melilla, ha asegurado en declaraciones a El Faro que el Plan Estratégico Integral "no concreta" en temas de seguridad aunque sí hace referencia a la necesidad de aumentar el número de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
El SUP considera que si bien el Plan Estratégico "puede mejorar la economía de la ciudad", el tema de seguridad se queda relegado porque apenas se le dedican dos párrafos de cuatro o cinco líneas cada uno. De hecho, no hay nada específico ni partidas presupuestarias incluidas en el programa de inversiones que sí detalla, por ejemplo, el aumento de personal en la Delegación del Gobierno en departamentos como el de Extranjería.
Esto le deja al sindicato la sensación de que los temas de seguridad se circunscriben al Ministerio del Interior y específicamente a la Secretaría de Estado de Seguridad que es la encargada de coordinar las direcciones generales de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Para el SUP es desesperanzador que llevemos dos o tres años hablando de la frontera inteligente y de la instalación del Sistema de Extradas y Salidas de la Unión Europea. "Son anuncios que no se concretan" y eso les preocupa porque no se habla del sobreesfuerzo que los agentes de la Policía Nacional han tenido que hacer el verano pasado en la frontera de Beni Enzar por falta de personal.
Como consecuencia de la falta de refuerzos policiales, que no llegaron porque no se pagan dietas a los agentes que tienen que desplazarse a Melilla y por tanto las veinte plazas que salieron se quedaron desiertas, el sindicato tuvo que negociar con los jefes de Brigadas derechos básicos de los trabajadores como son las vacaciones.
"Hemos pasado un verano complicado, sobre todo, entre mediados de julio y mediados de agosto, en la fase intensiva de la Operación Paso del Estrecho. Había pocos efectivos. Hemos trasladado nuestras quejas al jefe Superior. No quieren pagar las dietas y no vienen compañeros. Estamos muy incompletos porque hay muchos problemas y muchas bajas. Los policías en práctica han estado trabajando como si hubieran jurado ya y ellos se supone que vienen a aprender de la mano de un agente con experiencia", señaló en declaraciones a El Faro.
Jesús Ruiz Barrando ha vuelto a poner sobre la mesa el tema del catálogo de trabajadores que está obsoleto desde hace años, por más que los políticos apelen a estadísticas que dan números muy buenos para Melilla, pero que no tienen en cuenta la situación fronteriza de la ciudad.
"Ahora mismo estamos por debajo del 90% en personal y necesitamos un incremento. No podemos contar con policías en prácticas porque no vienen a sustituir a nadie, vienen a aprender".
A modo de resumen, en opinión de Barranco, el Plan Estratégico Integral puede ser bueno para Melilla, pero deja el área de seguridad en último lugar y sin concretar. "No hay nada", insiste.
Para Luis Jiménez, secretario regional de la Unión Policial de Policía, el Plan Estratégico Integral no recoge mejoras para la plantilla de la Jefatura Superior de Melilla que desde su sindicato consideran que necesita un refuerzo de entre 100 y 150 agentes.
"Lo que se refiere a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, llevan mucho tiempo diciendo que se va a aumentar la plantilla. Saben que es deficitaria, pero el catálogo de puestos no se actualiza", señala Jiménez a preguntas de El Faro.
El refuerzo que según UFP necesita la plantilla de la Policía Nacional es, sobre todo, para la frontera especialmente ahora que desde que abrió Beni Enzar los agentes están llevando a cabo el control de salidas. Jiménez explica que es algo novedoso en la ciudad pero rutinario en todas las fronteras internacionales. En Melilla no se hacía hasta marzo de 2020, cuando Marruecos cortó el tránsito fronterizo apelando a la pandemia del coronavirus.
"Después de la pandemia se controlan las salidas por la frontera a un tercer país y eso hasta ahora no se hacía. Por eso se necesitan más efectivos si es que, como es previsible, se abre la frontera a los flujos comerciales", apuntó a El Faro.
Jiménez pone el acento en las largas colas que tenemos en la frontera de Melilla en estos momentos tratándose, como se trata, de una pequeña ciudad.
Para UFP no se justifica el tamaño del flujo de personas que atraviesan la frontera con la demora en cruzar de un lado a otro y menos en estos momentos que no hay trasiego comercial. "No estamos hablando del aeropuerto de Nueva York o de Barajas", ironizó Luis Jiménez.
Desde UFP se preguntan por qué los ciudadanos de Melilla tienen que sufrir las largas colas de hasta cuatro horas para cruzar la frontera. La respuesta a esa pregunta no la encontró en el Plan Estratégico Integral donde, en su opinión, se dicen cosas muy genéricas que los policías destinados en la ciudad llevan años escuchando sin que se cumplan.
Jiménez pone como ejemplo la renovación de las infraestructuras y la ampliación de la plantilla que están recogidos en el Plan Estratégico, pero sin asignación presupuestaria.
"Llevamos entre ocho y diez años escuchando hablar de esto y no nos lo creemos", señaló.
Los mismo pasa con la frontera inteligente que se prevé que agilice el paso por la frontera, pero este punto UFP lo pone en duda porque asegura que de nada sirven que el paso sea ágil en España si en Marruecos tardan 30 minutos en registrar un vehículo o en sellar un pasaporte.
Por tanto, es de esperar que incluso con la frontera inteligente, continúen las colas en la frontera de Melilla.
Luis Jiménez hizo alusión además a un punto que menciona el Plan Estratégico y es el de la necesidad de aumentar la seguridad en las zonas de ocio y el puerto.
"Todos sabemos que hay peleas y armas blancas. No tienen la seguridad que deben tener o la que tenían hace unos años. Eso no se puede solucionar solo con una mejora del alumbrado público. Necesita más efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en este caso, de Guardia Civil; más controles en los vehículos y sancionar a los que llevan armas", sugirió.
El retrato que hace el Plan Estratégico Integral de la situación actual de la ciudad no puede ser más desesperanzador. Así, por ejemplo, reconoce la carencia de recursos humanos en la sanidad pública que vienen denunciando desde hace años los sindicatos.
En este sentido, el Ministerio de Política Territorial, que encargó este estudio a la empresa pública Tragsatec, es consciente de la dificultad que tiene el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para "captar y fidelizar profesionales, motivado, fundamentalmente, por la situación geográfica, lo que dificulta la comunicación, así como el elevado coste de la vivienda y el transporte".
Paradójicamente, en lo que se refiere al número de pacientes en espera y a los tiempos medios de espera, tanto para intervenciones quirúrgicas como para consultas con el especialista, la ciudad presenta datos "muy favorables" en comparación con el conjunto de España.
Al respecto, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria de Melilla, mostró este jueves su satisfacción por la decisión de declarar el Área Sanitaria melillense como de difícil desempeño y cobertura médica. Eso significa que se aprobará un paquete de medidas para reforzar la plantilla y aprobar incentivos con el ánimo de fidelizar a los médicos que se desplazan a la ciudad y que se encuentran con un sistema saturado, altos alquileres y carencias básicas de plantilla y material.
Por otra parte, analizado el riesgo de pobreza en Melilla, el Plan Estratégico reconoce que el indicador Arope muestra un repunte en la ciudad durante los años 2019 y 2020, lo que nos sitúa 15 puntos porcentuales por encima de la media nacional. Lo mismo pasa con el indicador que toma como referencia el número de hogares que viven con poca intensidad de trabajo.
Además, desde el año 2015, el documento recoge que la población con carencia material severa se encuentra por encima de la media española.
En cuando a las principales magnitudes económicas, el Plan Estratégico Integral destaca que la renta media anual de Melilla está por encima de los valores medios de nuestro país en el período comprendido entre 2008 y 2020.
Tampoco hay grandes diferencias en el comportamiento del PIB de Melilla entre 2001 y 2020 respecto a la evolución de la media española. Aquí, como el resto del país, se detectan crecimientos por encima del 4% anteriores a la crisis del covid.
Destaca, asimismo, que el 90% del Producto Interior Bruto de la ciudad sale del sector Servicios que, además, es el que concentra el mayor número de empleos (95% del total) en el sector de construcción e industria, pese a que no tenemos sector primario.
Respecto al empleo, destaca la tasa de actividad de los mayores de 55 años que en Melilla superan en 10 puntos porcentuales las cifras de la media española.
En esto probablemente influye el gran número de empleados del sector público, con un peso muy elevado sobre el total de la población ocupada.
El Plan Estratégico de Melilla detecta un pico en la creación de empresas entre los años 2014 y 2019, cuando se consiguió alcanzar las 5.000.
Actualmente, el sector del comercio es el que concentra el 41% de las empresas de la ciudad, seguido por el sector servicios (25%).
Siete de cada diez empresas en Melilla se corresponden con personas físicas (autónomos). El 40% de ellos tienen entre 40 y 54 años.
Aparte, hay que sumar el 21,5% de empresas, que son sociedades de responsabilidad limitada.
En conjunto, el 97% del tejido empresarial en Melilla se corresponde con microempresas.
El Plan Estratégico de Melilla analiza también la tasa de actividad emprendedora que alcanzó su máximo entre 2010 y 2013 y que tocó suelo en 2016. Desde entonces se ha mantenido "permanentemente" por debajo del resto del conjunto de España.
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