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“La Semana Santa de Melilla, como cualquiera, será lo que queramos que sea”

El hermano mayor de la Cofradía de la Soledad y del Cristo de la Paz considera que las congregaciones tienen “una labor de promoción” importante de esta fiesta, pero que también es importante “el grado de implicación de la gente de Melilla”.

El paso de la Virgen de la Soledad por la Avenida Juan Carlos I el Viernes Santo marca uno de los momentos más representativos de la Semana Santa de Melilla, puesto que son muchos los ciudadanos que se acercan a este céntrico lugar, que queda iluminado sólo por las velas en señal de recogimiento. Manuel Jesús Jiménez, hermano mayor de la Cofradía de la Soledad de nuestra Señora y del Cristo de la Paz, defiende que éste es un momento de interiorización en esta fiesta cristiana.
–¿En qué situación se encuentra su Cofradía con respecto a los portadores?
–Evidentemente cada año es más complicado poder conformar los tronos y los pasos procesionales. Nosotros tenemos el trono del Cristo de la Paz, en el que el número de portadores es de entre 100 y 110 personas, y no tenemos problemas en conformar la salida procesional. Con el paso de La Soledad siempre decimos que tenemos un problema y bendito problema, ya que no somos capaces de dar capacidad a todas esas personas que quieren sacar el trono. Es algo que ya es histórico, que intentamos solventar, pero el trono tiene la capacidad que tiene y no podemos ampliar a más porque sería ya poco eficaz por nuestra parte. Se perdería movilidad incluso a la hora de maniobrar con un trono en el que hubiera mucha gente dentro del mismo. Estamos hablando de unas 50 personas aproximadamente en un trono que no está preparado para tanta gente.
–¿La gente se implica bastante con la Cofradía entonces?
–Sí, la Soledad tiene algo más, tiene un plus en la Semana Santa. Con ella se inició la segunda etapa de la Semana Santa de Melilla y eso siempre ha tenido reconocimiento entre todos los feligreses y entre nuestros portadores y nuestros cofrades. Por lo tanto es un paso muy atractivo, no sólo por esto, sino por cómo se desarrolla la procesión, que es una procesión con mucho recogimiento, donde hay muy poco lucimiento. Lo único que luce es la propia Señora y todo esto ayuda a que haya una implicación mayor.
–Uno de los momentos más seguidos de la Semana Santa es cuando la Virgen de la Soledad procesiona a oscuras por el centro, ¿cree que es este ambiente el que atrae a tantas personas?
–Yo no quiero pensar que sea eso. Yo creo que la gente viene porque quiere estar con la Soledad, una estación de penitencia donde estamos los penitentes que vamos dentro de la propia estación de penitencia y después llevamos a los que se llaman penitentes de acera, es decir, llevamos a aquellas personas que están expectantes y esperando a que pase la Soledad. Nada más hay que ver cuando pasa la Soledad a la altura de la Avenida, cómo miran las personas, cómo se recogen, cómo se nota que hay un acto de interiorización, es decir, no es sólo el contexto de cómo se ha desarrollado la procesión, que puede ser que ayude, pero no es lo más importante ni lo único. Yo creo que el propio paso de la Soledad hace que las personas tengan ese momento de intimidad, que creo que es necesario en la vida de toda persona tener un momento de recogimiento y poder hacer acto de constricción, de poder  hacer un examen interior. Aunque sea unos minutos, pero creo que es lo que verdaderamente hace que la gente quiera ir a ver la procesión.
–¿Va más allá de lo estético?
–Si fuera algo meramente estético o de moda no estaríamos hablando de que durante tantísimos años la imagen y la Cofradía de la Soledad ha sido tan seguida. Estaríamos hablando de algo más etéreo, pero esta procesión está muy consolidada dentro de la Cofradía y dentro de la Semana Santa de Melilla.
–¿Con qué novedades cuenta su Cofradía de cara a esta Semana Santa?
–Las novedades que van a ir en las procesiones no van a ser visibles por parte de la gente, ya que estamos haciendo renovación de enseres. El trono de la Soledad no tiene patas, se apoya sobre bastones que llevan los portadores del trono y estamos haciendo renovación de estos bastones. También estamos haciendo renovación de megafonía, de enseres que se utilizan en la propia salida procesional, y ahora mismo eso es en lo que estamos centrado. No es algo que se vaya a ver en cuanto a adornos que vaya a llevar la Virgen. Ahora mismo no necesitamos de eso, porque está muy bien conservada, por lo que nos estamos centrando en una renovación de enseres importantes.
–¿Cuál es el papel de las mujeres en su Cofradía?
–En nuestra Cofradía, en la actualidad, hay ocho camareras y muchas más mujeres que vienen a ayudarnos. Tenemos muchos actos el Lunes Santo y el Martes Santo y tenemos también actos preparatorios del Triduo Pascual. No estoy hablando sólo de actos preparatorios en los que físicamente esté la mujer haciendo labores que podríamos considerar propias del género, para nada, no nos referimos a eso. Nos estamos refiriendo a que incitamos a que estén las mujeres en la Junta de Gobierno, como están ahora, y que venga a apoyarnos para ir planificando y para ser una más. Yo siempre digo que me da algo de rubor hablar a estas alturas de la vida de si las mujeres son importantes en la Semana Santa. Nosotros intentamos que eso se dé por descartado y hacemos que la integración sea absolutamente plena. Eso es importantísimo.
Evidentemente, su labor como camareras de la Virgen es importantísima, porque ellas son las que la visten y quienes tienen ese gusto y esa forma de hacer las cosas, pero su trabajo no queda reducido a eso. Durante todo el año están trabajando como estamos trabajando cualquier otro para conformar la marcha de nuestra Cofradía a lo largo del año y, por su puesto, en nuestras salidas procesionales.
–¿Se implican los jóvenes?
–Con respecto a los jóvenes yo destacaría el papel que realiza la Junta Joven dentro de la Cofradía, que tiene una junta particular que trabaja tutelada por un miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía. Ellos realizan una carta a modo de desagravio en el paso de la Soledad. El Jueves Santo hay también otro portavoz, que es el que se dirige al Cristo de la Paz a modo de desagravio también. Además realizan la alfombra floral. Durante el resto del año están trabajando con nosotros también. Lo que sí dignifico es que nosotros les dejamos que vayan haciendo y trabajando de forma autónoma. Ellos diseñan la alfombra, ellos planifican cómo hacerla, a qué hora, van quedando... Siempre están tutelados por nosotros, pero dejamos que sean ellos los que tengan la iniciativa y vayan trabajando. Siendo aún conscientes de que eso puede producir algún error, pero queremos que se equivoquen y que vean dónde se han equivocado y que se vayan autocorrigiendo, porque todo lo que vayan haciendo en estos años, va a ser el conocimiento y la experiencia que van a necesitar para que el día de mañana se hagan cargo de la Cofradía.
–¿Hay futuro en los jóvenes de la Cofradía?
–Sí, seguro. Es una Cofradía donde la gente joven está muy implicada. Además estamos hablando de jóvenes que pueden tener desde doce años hasta otros que pueden estar en la universidad estudiando, que ya a lo mejor no son tan niños, y que a lo mejor están en tercero de Medicina o de Ingeniería y están absolutamente implicados y siempre en contacto entre ellos por medio de las redes sociales para ver cómo se hacen las cosas o para ver cómo hacer el diseño. Seguro que tenemos total renovación.
–¿Qué tiene de especial el cartel de la Cofradía este año?
–En cuanto vimos la foto supimos cuál iba a ser el cartel, porque es una fotografía que representa lo que nosotros somos. Por un lado, la oscuridad que está de fondo en la foto, implica luto. Por otro lado están las lágrimas del la Virgen de la Soledad, que suponen dolor. Después está el rostro sereno de la Virgen de la Soledad, que trasmite paz, esa paz que a su vez trasmite el Cristo de la Paz. Por lo tanto, veíamos que esa fotografía de José Manuel Lozano reunía todos los elementos esenciales que nosotros queremos hacer llegar a la sociedad de Melilla. Esta es nuestra forma de expresarnos. Pensamos que en esa fotografía se recogen los valores de nuestra Cofradía y por eso fue la elegida.
–¿Cómo ven la situación de la Semana Santa de Melilla?
–Yo creo que la Semana Santa de Melilla, como la de cualquier otro sitio, será lo que nosotros queramos que sea. Eso tiene que ser así. Las cofradías tienen una labor de promoción que se realiza y tienen la tarea de poner todos los tronos durante toda la Semana Santa en la calle con un gran esfuerzo por parte de todas las cofradías. Después está el grado de implicación de la gente de Melilla, que quieran o no quieran ir, por distintos motivos, porque no son creyentes o porque quieren aprovechar su tiempo de ocio de otro modo. La Semana Santa se vive de un modo o de otro. Que vaya a más o menos dependerá de cómo estemos en la calle las cofradías y de cómo la gente de Melilla quiera implicarse con las cofradías de Melilla. Yo creo que es una labor de todos, que evidentemente las cofradías tenemos una función principal en cuanto a la promoción, desarrollo y a estar en las calles, pero creo que todo eso servirá para que la gente vea que las estaciones de penitencia es algo serio, algo que se hace con rigor, con solemnidad, que no se nos puede confundir con ninguna otra cosa y yo creo que siempre que haya esos valores y principios en la calle la gente se adherirá a los mismos.

“Nos gustaría ver a los melillenses en las aceras”

Uno de los puntos importantes en la Semana Santa de Melilla es la participación de los ciudadanos, cuyo apoyo es fundamental para que las cofradías salgan a la calle.
El Hermano Mayor de la congregación de la Soledad asegura que son conscientes de que cuando los melillenses tienen días libres, “deciden disfrutar de su ocio como mejor entienden”, y añade que quiere transmitir a los ciudadanos, que “se queden en Melilla y sean creyentes”, que les gustaría “verlos en las aceras de la ciudad”.
“Nosotros consideramos que penitente no sólo es aquel que viene en la estación de penitencia colaborando de forma activa con las cofradías, sino todo aquel que están en las aceras. Para nosotros también son nuestros penitentes”, asegura Jiménez, que también afirma que el Viernes Santo ofrecen velas “a todos los que están en la Avenida” porque los consideran tan penitentes como los integrantes de la cofradía.
“Es un gesto hacia las personas que están en las aceras, por lo tanto para nosotros es una gran recompensa al trabajo de todo un año el poder encontrar que después hay personas que nos siguen y que, de un modo u otro, apoyan a las distintas cofradías desde las aceras o desde cualquier acción”, asevera.

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