La seguridad ciudadana será prioritaria en una Melilla “sin ningún barrio desprotegido”

• El jefe superior de Policía y el delegado aseguran que el ataque a los agentes en La Cañada no quedará impune. El Barkani pide no confundir a los delincuentes con los vecinos de este barrio

La preocupación por mejorar la seguridad ciudadana fue sin duda una de las protagonistas en la celebración del patrón de la Policía Nacional. Tanto el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, como el jefe superior de Policía,  José Ángel González, hicieron especial hincapié en este asunto. González aseguró que para el año policial que comienza se dará prioridad a la seguridad ciudadana. “Puedo asegurarles que no habrá ningún barrio ni espacio en la ciudad que no cuente con protección policial”, dijo. En una línea parecida se pronunció El Barkani, que recalcó que se trabaja para mantener los refuerzos, ampliar la plantilla y conseguir mejores medios. “Ante los problemas en materia de seguridad ciudadana puedo asegurarles que no estamos ni  pasivos ni relajados”, apostilló el delegado.

El ataque a dos agentes de la Policía Nacional que se produjo el pasado 25 de septiembre, también estuvo presente en el discurso de ambos. El jefe superior de Policía recalcó que se está trabajando para encontrar a los culpables. “Que a nadie le quepa la menor duda de que este tipo de actos no quedará impune, y más pronto que tarde todos los autores de estos sucesos vandálicos serán puestos a disposición judicial”, aseveró.

Por su parte, el delegado del Gobierno recalcó que es necesario trabajar para que los vecinos de La Cañada estén tan protegidos como el resto de los melillenses y “para que los delincuentes no crean que los altercados pueden salir gratis”. El Barkani se mostró convencido de que los culpables serán identificados y detenidos.

El máximo representante del Gobierno central en nuestra ciudad reconoció que Melilla tiene unas circunstancias especiales y complicadas en referencia al alto índice de desempleo, que se ceba con la juventud, o la elevada densidad de población. Sin embargo, dejó claro que esta realidad compleja no puede servir para justificar ningún tipo de vandalismo o actuación ilegal como la que se produjo en La Cañada contra los dos agentes de Policía.

Eso sí, el delegado del Gobierno dejó claro que los que atacaron a los policías son “delincuentes y no otra cosa” y aseguró que en ningún caso pueden asimilarse o confundirse con los vecinos de La Cañada que como el resto de los melillenses, aunque de forma más directa, sufren este tipo de actuaciones por parte de individuos “que persiguen aislar al barrio con la finalidad de dejarlo al margen de la acción policial y de la ley”. “Les aseguro que esto no va a ocurrir”, aseguró El Barkani.

“Aceptablemente satisfechos” con la labor policial

El jefe superior de Policía, José Ángel González, consideró ayer que el Cuerpo puede estar “aceptablemente satisfecho” con el trabajo realizado. Resaltó el incremento de la eficacia policial, con más detenidos y aseguró que esto no sería posible sin la colaboración de Guardia Civil y Policía Local. También destacó el apoyo de la Autoridad Judicial y Ministerio Fiscal. Además, recalcó los servicios humanitarios, que a juicio de González muestran que ser policía “es algo más que una profesión”. “Requiere de convicciones y valores morales que se han ido forjado a lo largo de casi dos siglos de historia”.

El Barkani relaciona la sensación de inseguridad con los niños de la calle

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, insistió ayer en que los niveles de criminalidad se han reducido en nuestra ciudad en los últimos años, aunque reconoció que entre los melillenses hay una sensibilidad especial ante un supuesto problema de inseguridad ciudadana. El delegado señaló que esa sensación viene derivada de algunas realidades como la de los menores extranjeros no acompañados (mena) que están en la calle y se niegan a beneficiarse del sistema de acogida que les ofrece la Ciudad. Sin embargo, El Barkani dejó claro que estos niños sólo son un porcentaje reducido del total de menores que hay acogidos por la Administración local y que en su mayoría no representan ningún tipo de conflictividad.