Afortunadamente, la salud mental comienza a ser un tema del que se está comenzando a hablar en la vida privada de los ciudadanos. Sin embargo, aún conserva muchos tabúes, especialmente entre ciertos sectores de la población, así como en entornos profesionales.
Este es el caso del ecosistema emprendedor, que sufre unos ratios de afecciones mentales altísimas ya que se ve sometido a una continua presión e incertidumbre, miedo al fracaso, comparación constante, y una vinculación extrema entre el individuo y su empresa, hasta tal punto que según un estudio de la startup Spotahome, creada por Alejandro Artacho, tres de cada cuatro emprendedores sufren problemas de salud mental.
Debido a esta situación tan difícil para los empresarios, Alejandro Artacho creó la plataforma Ancla.life para visibilizar la importancia de la salud mental entre el colectivo emprendedor español y ayudar a otros que también lo necesiten.
Por ello, El Faro se ha trasladado hasta dos comercios de Melilla, la tienda gourmet 'Pureza Ibérica', abierta desde hace pocas semanas por su propietario Evaristo, y a la herboristería Ingar Radio, abierta desde el año 1945 para hablar con su dueña actual Candelaria con la intención de saber de primera mano cuál es la situación personal con respecto a la salud mental de un nuevo emprendedor y de una comerciante experta.
Los problemas de salud mental han llegado a afectar tanto a los empresarios, que según refleja el estudio de Artacho, los emprendedores tienen dos veces más de posibilidades de suicidarse en comparación al resto de los trabajadores.
Esta horrible estadística ha sido contada a ambos trabajadores y a pesar de la gravedad del asunto, han reconocido que "puede ocurrir perfectamente debido a la gran presión a la que están expuestos todos los emprendedores".
En el caso de Evaristo tenía muy claro porqué se producía esta situación. "En la pequeña línea que separa al éxito del fracaso, si finalmente el fracaso en tu negocio acaba ganando la partida los pensamientos que se te pasan por la cabeza pueden llegar a ser muy negativos hasta tal punto que te plantees seriamente la posibilidad de llegar al suicidio porque no ves otra solución", aclaró.
Además, el joven recalcó que "es verdad que el suicidio es algo muy extremo y drástico, pero puede producirse perfectamente porque la vida de un emprendedor es muy dura".
Por su parte, Candelaria reconoció que "por supuesto que son palabras mayores y me parece tremendo que el suicidio sea una de las posibles soluciones para muchos compañeros de mi gremio porque es algo muy fuerte", que además añadió que "a pesar de ello, desgraciadamente no me sorprende porque la situación es cada vez más insostenible para todo y llegar a fin de mes ya es un logro".
Tras los datos observados, el estudio refleja que dentro de los principales problemas de salud mental que padecen los emprendedores, se encuentra que el 63% tiene "burnout", sentirse quemado o cansado de la situación; el 59% padeced de ansiedad; el 47% depresión; el 24% déficits de atención; el 14% abusa de sustancias y el 3% son bipolares. Por ello, El Faro ha querido consultar a los dos comerciantes cuál es su opinión al respecto y si alguna vez han sufrido estas sensaciones.
"Por supuesto que he sentido la gran mayoría de sentimientos que me has nombrado y más a la hora de decidir arrancar. De hecho al cabo del día puedes pasar por esas diferentes sensaciones como alegría, frustración, rabia, pena e ira porque en 24 horas pueden pasar muchísimas cosas que te hagan pasar por distintas fases completamente diferentes y que acaben en los problemas que me has comentado anteriormente", explicó Evaristo.
"Igualmente, a pesar de todos esas sensaciones negativas que puedes llegar a sentir por numerosos factores, pero principalmente por ese miedo a que la idea del negocio no salga bien, hay que intentar por todos los medios que predominen los pensamientos positivos por todos los medios para que la situación personal de cada uno no vaya a peor", añadió el joven.
En el caso de Candelaria, fue algo diferente ya que al coger el local de manos de su suegro no tuvo que comenzar el negocio desde cero y por ende no pasó por esos primeros pasos de incertidumbre. Sin embargo, también declaró que "cuando comenzaron las crisis a partir del año 2000 si me he sentido muy agobiada y muy quemada porque las dificultades para continuar y las grandes normativas que te exigen hacen que lo pases muy mal durante muchos momentos".
A pesar de la importancia de la salud mental y de la visibilización que se le da cada vez más a esta enfermedad, ocho de cada diez emprendedores mencionan que existe un estigma en la sociedad alrededor de la salud mental.
"Desde siempre cuando la gente por ejemplo decía que tenía una depresión, la respuesta instantánea de la gran mayoría era un poco indiferente. Incluso cuándo ya se empezaba a diagnosticar como una enfermedad grave, como lo es realmente, decíamos pero venga supéralo que eso no es nada. ¿De verdad que no vas a poder con eso?".
"Y por el hecho de haber pasado mucho de nosotros por eso, ha conseguido un efecto muy negativo en la sociedad, hasta tal punto que si sentimos que tenemos este tipo de problemas, no pedimos ayuda porque nos sentimos avergonzados o incluso locos, como así se ha considera en bastantes ocasiones a las personas que sufren este tipo de enfermedad.
Por su parte, el joven Evaristo aseguró que se producen ambas situaciones. Él considera que "la salud mental sigue siendo un tema tabú en algunos aspectos ya que normalmente las personas que están al frente de un negocio o de una empresa deciden guardarse sus problemas sin compartirlos a los demás por miedo al qué dirán o simplemente por el hecho de mostrar vulnerabilidad, y eso es una pena", apuntó.
"Es cierto que a día de hoy no la he necesitado, pero si llega el momento en el que no puedo más, ya sea a nivel personal o en el ámbito profesional no tengo ninguna duda que pediré ayuda profesional porque es algo fundamental", declaró el emprendedor.
Por otro lado, el 70% de los emprendedores aseguran que no hay suficientes recursos para solventar la graves problemas que conlleva no estar sano mentalmente y tanto Evaristo como Candelaria han confirmado también esta falta de soluciones.
Evaristo lo tuvo muy claro: "No hay recursos suficientes, para nada". El joven explicó que "yo vengo de un grado de actividades físicas del deporte, que aunque no sea tan comparable padecemos lo mismo y recetar el deporte como una gran solución para superar diferentes enfermedades y patologías es algo que a día de hoy no se contempla". "Es cierto que poquito a poco se va asentando en algunos aspectos, pero la psicología tiene en ocasiones hasta una connotación negativa y no se valora como realmente se merece".
En la misma línea que Candelaria que recalcó que "por supuesto que se observa como algo tan importante como la salud mental está muy olvidado y sobre todo en España, al ser como somos y yo también creo que todavía hacen faltas más recursos, añadido a que las personas que necesitan ayuda no tengan miedo a pedirla", dijo que además hizo hincapié en que "no hay ayuda para solucionar y tratar los problemas de salud mental porque ni siquiera está dentro de la seguridad social y eso es algo muy grave".
Algo que también quiso decir la comerciante, ante "una las posibles soluciones" que existen, como son las "fuertes medicaciones". Sin embargo, ella considera que no solucionar este tipo de problemas no es tan simple como tomarse una simple pastilla, si no "que hacen falta muchos más medios para solventar la verdadera raíz del problema".
Por último, para observar la diferencia entre ambos empresarios, Evaristo que acaba de comenzar con su negocio y Candelaria, que lleva muchos años con su herboristería, abierta desde el año 1945 por su suegro, fueron consultados sobre las expectativas que tiene su negocio y el secreto para tener tanto éxito y mantener abierto el negocio, respectivamente, a pesar de la situación tan difícil por la que se encuentra actualmente la economía del país.
En primer lugar, Evaristo reconoció que hace tres años creó la marca 'Pureza Ibérica' y los melillenses ya la conocían por lo que decidió abrir una tienda física para vender estos productos. Aun así, emprender un negocio no es una decisión nada fácil, pero "estoy muy ilusionado por este nuevo local y deseo que los pensamientos positivos me acompañen para llevar los momentos duros de la mejor forma posible y aguantar lo máximo posible", recalcó el joven.
Por la parte de Candelaria, aseguró que en su caso personal lo más importante ha sido "la vocación" que ella ha tenido desde siempre. "Lo mío es muy bonito, donde creo que ayudo siempre a la gente dentro de lo que significa mi negocio, para hablar continuamente con el cliente e intentar buscarle algo que le pueda ayudar para cualquier tipo de síntoma pasajero que pueda tener".
Asimismo confesó entre lágrimas que "una de las claves para seguir adelante con el negocio durante tantos años ha sido la comprensión y la bondad de las personas". "La gente de Melilla es especial, dentro de lo malo y de todo lo que podamos decir de aquí, los melillenses son muy amables y cariñosos. Al ser una ciudad tan pequeña, somos como una gran familia y sentir el cariño y el ánimo de la gente es algo fundamental para que los comerciantes como nosotros tengamos fuerzas para continuar", concluyó la mujer.
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