Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz componen ‘Caramala’ una compañía de teatro que entretendrá a los melillenses entre los defiles del certamen de Miss y Míster.
‘Caramala’ vuelve a Melilla para aportar “un cachito de felicidad” al público que disfute hoy del certamen de Miss y Míster Melilla que se celebra a las 22:00 horas en el Auditorio Carvajal. Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz son las componentes de esta compañía malagueña que nos harán reír entre los pases de modelos de esta noche. Las tres comentaron a El Faro cómo emprendieron la aventura de hacerse empresarias y la forma en la que está cambiando el espectáculo con la subida del IVA y los recortes en Cultura.
–¿Cómo surge la compañía ‘Caramala’? ¿Se conocían de antes?
–Carmen: Las tres hemos estudiado en la Escuela Superior de Arte Dramático, pero en diferentes promociones.Cuando una terminaba entraba la otra, curiosamente. Nos cruzamos. Primero yo, después Virginia y, por último, Noemi. Nos conocernos Virginia y yo trabajamos juntas durante mucho tiempo en la serie ‘SOS Estudiantes’ para Canal Sur y las tres coincidimos en los cursos de Escénicas, una iniciativa de la Junta de Andalucía que nos permitió estudiar con profesionales de primera plana, pero que la crisis está condenando a la extinción.
–Virgina: La compañía surgió en una época en la que no sonaba demasiado el teléfono para trabajos, ya se hablaba de una crisis en el sector, pero sentíamos la necesidad de contar cosas. Surgió antes la idea de montar un espectáculo que la de montar compañía, pero una vez metidas en el proceso, fue creándose todo a la vez.
–Noemí: Las tres compartimos la necesidad de seguir formándonos y reciclarnos permanentemente. Por eso, seguimos haciendo cursos de formación para profesionales en lugares como Escénica Artística. Fue allí donde nos conocimos hace ya cinco años. Bueno, realmente fue donde volvimos a coincidir porque aquí en Málaga casi toda la gente de este ‘mundillo’ se conoce.
–¿Cuántos años llevan juntas en el mundo del teatro?
–Carmen: Juntas tres años, pero por separado más. Yo empecé con 18 en el ‘Taller de teatro universitario’ y eso hace la friolera de 19 años. ¡Madre mía! Casi 20 añitos subida a las tablas.
–Virginia: Yo empecé hace unos trece años trabajando con la compañía Teatroz, y sin parar prácticamente desde entonces. Mirando hacia atrás, no nos ha ido muy mal del todo la verdad.
–Noemí: Desde el año 2004, aún estaba estudiando cuando me salió un trabajo en una compañía. No podía creérmelo, pero sí, y hasta hoy. Feliz por seguir pudiendo dedicarme a esto y espero que sea por muchos años más.
–No es la primera vez que vienen a Melilla. ¿Qué les pareció actuar en la clausura de la Semana de Cine? ¿Les gustó la ciudad?
–Carmen: La experiencia de actuar en la clausura fue tremendamente positiva, por el equipo maravilloso con el que nos tocó trabajar, especialmente Jose Bustos, al que no conocíamos de nada y con el que se creó una química muy especial. Y por la acogida tan cariñosa y atenta de la organización. Fue un verdadero placer. Tuvimos la oportunidad de ver la ciudad un poquito, sólo la parte del casco histórico de Melilla y los alrededores del teatro y nos parecieron muy hermosos. A la parte modernista eché en falta no haber podido dedicarla más tiempo.
–Virginia: Yo no conocía Melilla hasta que fuimos a la Semana del cine, y la verdad es que nos volvimos enamoradas de todo. Sobre todo pensé, con lo cerca que estamos, ¿por qué no había venido antes? Sabía que volvería. Y mira, volvemos a trabajar, así que se ve que no nos caímos mal del todo. La gente fue maravillosa y la ciudad sorprendente y única.
–Noemí: La experiencia fue genial. Melilla es auténtica, especial y única.
–¿’Caramala’ es una compañía propia? ¿Es distinto trabajar en los proyectos que ustedes mismas emprenden a que las contraten para otras?
–Carmen: La compañía es propia y es muy distinto. La parte empresarial es muy dura y todavía no hay una industria cultural importante en nuestro país. Al contrario en lugar de gravar con un IVA más pequeño a las actividades culturales, como en Francia y muchos países europeos, se pasa a 21%, lo que va a castrar lamentablemente a nuestro sector. Va a ser díficil mantener una empresa, como la nuestra, en las cirscunstancias actuales, pero lo intentamos día a día.
–Virginia: Lo más complicado de tener una compañía propia siendo actriz es todo aquello que no tiene que ver con la parte creativa. Ser consciente de que ya no sólo es una compañía que hace teatro, sino que es una empresa es difícil y a veces tedioso. Hay que hacer esfuerzos increíbles porque resulte rentable, que en la mayoría de los casos es casi imposible. Hemos aprendido muchísimo en estos tres años. A ver si a pesar de estos tiempos tan durísimos para la cultura, las empresas pequeñas como la nuestra pueden seguir contando cosas.
–Noemí: Muy distinto. Tanto para lo bueno como para lo malo, como por ejemplo el IVA, esa palabra que me deja el encefalograma plano cada vez que la oigo. Crear una empresa no es fácil y mucho menos mantenerla en los tiempos en los que estamos, pero creo que la satisfacción de ver nacer algo tuyo es tan grande que podrá contra cualquier crisis.
–¿Estar en esta compañía les permite continuar con proyectos en estos tiempos de crisis?
–Carmen: Hay que adaptarse a nuevas fórmulas y reinventarse. Se impone una nueva fórmula que aún no está muy clara del todo, pero el teatro ha resistido a todas las crisis desde que nació.
–Virginia: Estamos todo el día dándole vueltas porque hay que reinventar el concepto de espectáculos que no conlleven tantos gastos, abaratar de todos sitios y ajustar todo. Nos siguen apretando más y más, pero el teatro no va a desaparecer, así que ahí estaremos para planear entre todos el nuevo rumbo de la cultura. Y se logrará seguro.
–Noemí: En esas estamos. En seguir, en crecer, en no desaparecer. Sí es posible, pero buscando fórmulas nuevas. El problema es que estamos aún pensando en lo antiguo, en lo que nos valía antes, pero eso ya ha muerto. Ha llegado la hora de mirar ‘pá’ dentro (más aún si cabe) y recoger esas pequeñas cosas que se harán grandes.
–¿Qué opinan sobre que la gente asegure que no hay buenos espectáculos culturales y que la crisis también está afectando a la creatividad de los artistas?
–Carmen: La creatividad no es algo cuantitativo sino cualitativo. La crisis ha generado que muchos artistas se reinventen y que se hagan espectáculos y proyectos francamente dignos de alabar pero lo que la crisis está aniquilando es la posiblidad de acceder a la cultura. Las entradas van a valer tan caras que va a ser poco factible acceder a actividades culturales. Eso es un error, que se traduce en más paro en el sector, cierre de empresas de todo tipo: compañías, productoras, empresas de servicios y salas privadas. Y lo más lamentable, va a hacer que caiga el consumo de este tipo de actividades. Más paro y más recesión.
–Virginia: Los artistas también tenemos la costumbre de comer todos los días, y si piensas cada mañana cómo pagar una factura, al final del día te queda poca creatividad, la verdad. Pero no estoy de acuerdo con que no haya creatividad. Creo que hay un acoso absoluto a la cultura, y lo peor, un acoso al consumidor de cultura. Se está convirtiendo en un bien elitista cuando es de primera necesidad porque hace al público pensar, y ésa es la riqueza de la cultura.
–Noemí: Para nada estoy de acuerdo con que no se hagan buenos productos culturales. Últimamente menciono mucho eso que decía Jodorowsky de que ‘el hambre crea artistas’, y lo creo firmemente. Para nosotros la crisis no es algo nuevo. Llevamos en crisis desde que se creó el teatro prácticamente. Siempre amenazados. Y mi pregunta es ¿por qué pese a todo sigue existiendo? Algo bueno tendrá ¿no? Algo removerá por dentro para que la gente decida seguir asistiendo y confío en que ese algo que remueve sea más fuerte que el 21% de IVA al que se va a enfrentar el precio de las entradas dentro de unos días.
–¿Cuántos espectáculos llevan juntas? ¿Recuerdan alguno con especial cariño?
–Carmen: Dos espectáculos. ‘La hora feliz’ fue el primero y el que nos permitió nacer, y ‘Caramelo’, el que nos ha hecho crecer, salir fuera de Andalucía y recorrer muchos rincones de este país. Los dos son importantísimos.
–Virginia: ‘La hora feliz’ y ‘Caramelo’. El primero es el hermano grande que abrió camino y el pequeño el que lo disfruta yendo un poco más lejos. Y ésa es nuestra sensación por ahora, el primero es el que nos abrió las puertas y nos convirtió en ‘Caramala’ y eso es muy importante. No sé, el mismo cariño a los dos, un cariño inmenso.
–Noemí: Decidir entre ellos es como decidir entre dos hijos. Cada uno tan distinto y tan igual. Los dos llevan nuestra sangre, nuestro empuje, las mismas ganas. Dos regalos que nos han permitido conocer lugares y personas increíbles y hacerles sonreír.
–¿En el certamen de Miss y Míster de Melilla van a representar una pequeña obra o será un espectáculo cómico?
–Carmen: Nuestras intervenciones intentarán concentrar la comicidad de la gala, hacerla más dinámica y divertida. Hacemos un poco de todo, co-presentamos y protagonizamos diferentes situaciones que esperamos arranquen una sonrisa al espectador.
–Virginia: Seremos las responsables de poner una sonrisa en el espectador. Llevaremos la parte de humor para que la gala sea más divertida. Nosotras nos reímos haciéndolo, esperemos que el público disfrute tanto como nosotras.
–Noemí: Pues hacemos un poco de todo. Todo con el fin de arrancar una sonrisa al público, quitar tensiones en el ambiente y dar la imagen que merecen este tipo de certámenes, a veces, tan criticado por el público. Porque no deja de ser la lucha por un sueño y eso merece un respeto y unas risas que nunca vienen de más.
–¿Se han centrado en la comedia o han emprendido otros proyectos con 'Caramala' de otros estilos?
–Carmen: Con ‘Caramala’ la línea es comedia con pellizquito, es decir, abordar cualquier tema, aunque sea complejo o serio, desde el humor. Esto nos permite trabajar desde una sinceridad muy gratificante para nosotras como actrices y que empatiza con el público muy rápidamente porque es auténtico y verdadero. A nivel individual sí trabajamos cualquier tipo de género o personaje porque nos encanta nuestro trabajo. Yo soy muy de drama, me encanta, por ejemplo, aunque haga muchas más comedias.
–Virginia: La risa es el mejor camino para contar las cosas, y más en épocas tan inciertas en las que todo el mundo necesita un cachito de felicidad. Y a través de la risa hemos descubierto que podemos hablar de cualquier tema por muy serio y dramático que sea. Hacer reír y llorar al mismo tiempo es maravilloso, como actriz, un regalo, así que seguiremos buscando fórmulas para mantener siempre ese pellizco.
–Noemí: Con ‘Caramala’ hacemos reír, pero yo no tengo la sensación de que sea una compañía de comedia únicamente. Intentamos hacer reír, pero también hacer pensar y emocionar. Llegar al público. Ése es nuestro objetivo.
–¿Cómo es un día de trabajo para 'Caramala'?
–Carmen: Mucha tarea de oficina, de llamadas, de estar pendiente de mil cosas, enviar, preparar... Y, con respecto, a la parte creativa, depende del proyecto.
En esta gala, por ejemplo, el trabajo ha sido complejo porque había que crear cuatro intervenciones, una más larga y tres de diez minutos. Luego hacer el guión, prepararlo, ensayarlo, buscar los diferentes vestuarios, atrezzo...
–Virginia: Un poco locura porque nos encargamos de absolutamente todo, y a veces te vuelves un poco loca. Escribir, estudiar, mandar facturas, hacer llamadas, mandar mails, buscar vestuario, atrezzo, haz maletas, revisa la furgoneta, sigue escribiendo... ¡Dios! Pero cuando nos subimos al escenario por fin llegamos a la hora del recreo, y es maravilloso.
–Noemí: Una locura absoluta, porque nunca te relajas. Siempre hay cosas que hacer. El papeleo y lo burocrático es lo que más nos cuesta. Con respecto a lo creativo todo va rodado porque se nota que nos gusta y hasta en los momentos más difíciles surgen cosas. Lo burocrático es lo que nos provoca tensiones y malos ratos.
–¿Cuáles son los proyectos que van a emprender en un futuro cercano?
–Carmen: Continuaremos moviendo los dos espectáculos, deseosas de que lo vea mucha más gente, incluida Melilla y empezar a trabajar en algo nuevo de pequeño formato que posiblemente verá la luz en octubre.
–Virginia: Queremos venir a Melilla con alguno de los espectáculos. Ése es el deseo más inmediato. Y seguimos con estos dos montajes en cartel y la creación de un espectáculo de pequeño formato que ya está gestándose.
–Noemí: Una apuesta por lo pequeño es lo que tenemos en mente. Algo que nos permita seguir conociendo y aprendiendo de todo.
–¿Les quedan algunos sueños por cumplir que no les importe compartir con nosotros?
–Carmen: Mi sueño es poder seguir dedicándome a mi profesión y vivir de lo que hago de forma digna y reivindicando cada día que la cultura no es un lujo, es un derecho al que todos deben tener acceso. Esto no significa que sea gratis, la cultura hay que pagarla pero a un precio razonable.
–Virginia: Vivir de mi trabajo, seguir contando cosas, que el público quiera emocionarse, que pueda permitirse emocionarse, que la cultura sea para todos y que seamos conscientes de que sin cultura, un país no crece.
–Noemí: Seguir dedicándome a lo que quiero y necesito como el aire. Ahora estudio Educación Social y es un terreno que me está dejando maravillada. Otro sueño más, uno más de tantos, pero al fin y al cabo todos persiguen lo mismo, estar con el otro, comunicar algo que sea válido, útil, que nos sirva para que la vida sea más fácil. Porque mejor es posible.
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