Al presidente Imbroda no le faltaron ayer calificativos para referirse a la impugnación de CpM contra los resultados electorales del 22-M. No es de extrañar, teniendo en cuenta la abultada mayoría de votos con que ha ganado el PP los pasados comicios y también el débil argumento que han invocado los cepemistas para fundamentar su recurso electoral.
Si a lo anterior se añade la contumacia del mismo partido en no admitir los resultados electorales, menos extraña aún que en su intervención ayer el presidente de la Ciudad hablase de que el PP pedirá al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que sancione a CpM por su reiteración en la no admisión de los resultados electorales.
Imbroda fue claro, calificó de “chorrada como la copa de un pino” el recurso cepemista, lo tildó además de “acto de sinvergonzonería” e hizo extensivo por todo ello el calificativo de “sinvergüenza” a Mustafa Aberchán, en base a su acusación añadida al PP por, según sostiene, “jugar con las necesidades” de las capas sociales más desfavorecidas. Hizo bien Imbroda en recordar a Aberchán que precisamente es el líder cepemista quien está imputado por un presunto delito electoral a costa del voto por correo y las promesas de trabajo en los Planes de Empleo públicos de la Delegación del Gobierno. En recordarle también que es CpM el único partido denunciado por la Policía tras detectar a activistas del mismo partido con papeletas y dinero en el día de las votaciones. CpM anda mentando la soga en casa el ahorcado, como vulgarmente se dice, y acusa a otros de lo que únicamente Coalición por Melilla y el PSOE están formal y judicialmente acusados por ahora.