El Ingesa busca una nueva ubicación en el hospital para los generadores de electricidad.
Los daños del conato de incendio que se produjo en el Hospital Comarcal el jueves 25 de julio no superan el coste de 15.000 euros. Así lo aseguró ayer el gerente de este centro, Pedro Villarroel. Explicó a El Faro que tanto la reposición de los equipos médicos como las diferentes actuaciones de limpieza, mantenimiento y certificaciones de la calidad del aire han supuesto un gasto “pequeño para lo que podría haber sido” en el caso de que el incendio no se hubiera controlado a tiempo.
Villarroel no entró en más detalles sobre el coste que le ha supuesto al Ingesa la reparación de las áreas afectadas por este conato de incendio que se declaró en la Unidad de Cuidados Intensivos hace doce días. Resaltó que será el Gobierno central el que informe sobre los datos más concretos a través del Parlamento, a raíz de que el Partido Socialista ha presentado varias preguntas en el Congreso de los Diputados sobre este tema.
Las causas del incendio
El gerente del Hospital Comarcal indicó que el incendio se produjo por un sobrecalentamiento de una de las baterías que componen el Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), una especie de generador de electricidad que hay en este centro para garantizar el funcionamiento de los equipos médicos en el caso de que se produzca un corte de luz. Aseguró que aún se está analizando por qué se produjo este fallo en una de las 196 baterías que componen el SAI que estaba en la UCI.
Villarroel apuntó que el día anterior a este incendio el servicio de mantenimiento había revisado este generador eléctrico y que se procedió al cambio de uno de sus ventiladores. De esta forma, señaló que los equipos que están dentro del Comarcal están en permanente revisión para comprobar su buen funcionamiento.
El gerente del hospital melillense destacó que este SAI estaba en una sala en la que no había nada más que este equipo, por lo que el incendio fue pequeño. Lo que produjo más daños fue el humo, añadió.
Villarroel explicó que estos generadores de electricidad llevan funcionando sin problemas desde el año 2006. Aseguró que hasta el momento no se había producido ningún tipo de incidente.
No obstante, afirmó que están buscando una nueva ubicación el Comarcal para los SAI. El objetivo es sacar estas seis ‘baterías’ fuera de las instalaciones del hospital para evitar en el futuro que se produzcan incidentes como el del pasado jueves 25 de julio, cuando debido al incendio se tuvo que cerrar la UCI, pediatría y paritorio.
Villarroel insistió en que se están analizando otras zonas “menos sensibles” para instalar estos generadores eléctricos.
Vuelta a la normalidad
El gerente del Hospital Comarcal aseguró que desde el pasado miércoles 31 de julio este centro recuperó “la normalidad”.
Explicó que al principio de la semana pasada aún quedaba un quirófano cerrado. Esto se debía a que se necesitaba la certificación de la calidad del aire de una empresa externa para poder utilizar este espacio. Una vez que se tuvo la aprobación de este informe, se recuperó la programación de cirugías prevista para estos días con todos los quirófanos a disposición de los sanitarios. Villarroel resaltó el trabajo que han realizado los equipos sanitarios, de limpieza y de mantenimiento del Comarcal. Señaló que a las 48 horas de producirse el conato de incendio ya se habían realizado todas las actuaciones necesarias para que tanto paritorio, como la UCI o el área de pediatría se pudieran utilizar. Apuntó que sólo les faltaba la certificación de esta empresa externa sobre la calidad del aire para poder abrir todos los quirófanos del Comarcal.