“La religión es muy sencilla de llevar, es tener fe en Dios, rezar y ayudar al prójimo. Todo lo demás son complicaciones que nos ponemos nosotros”, explicó uno de los representantes de la comunidad hindú de Melilla, Ramesh Ramchamd Nanwani. Así, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santísimo Cristo de la Paz le ha elegido este año para que sea él quien toque en la puerta del Sagrado Corazón mañana en la noche para la salida de la Virgen.
El hermano mayor de esta entidad, Javier Calderón, apuntó que esta acción es todo un privilegio y aunque Ramchamd no sea cofrade “es como si lo fuera”, ya que en muchas ocasiones se ha acercado a portar a la Soledad en el callejón perpenticular a la calle Castelar para cargar sobre sus hombros esta imagen; además de haber rezado ante ella con sus familiares.
Honor y recuerdos
Ramchamd aseguró que el privilegio que este Viernes Santo podrá hacer se lo merecía más su padre. Así, aseguró que su padre todos los días, antes de empezar su jornada laboral, bajaba de la casa y se ponía delante de la iglesia del Sagrado Corazón para realizar su rezo y luego iba a la tienda para comenzar a trabajar.
Esta costumbre que realizaba su figura paterna la adoptó como propia, aunque, en declaraciones a ‘El Faro’, aseguró que él suele entrar en la iglesia y rezar frente a la Virgen un ‘Ave María’ y un ‘Padre Nuestro’. Dos oraciones que forman parte de sus rezos por dos motivos, en primer lugar porque realizó sus estudios en La Salle, y permanecía en clase en las hora de religión donde aprendió a orar de esta forma a Dios. “Me siento a gusto con Dios de esta manera rezando estas dos oraciones, pues son mias”, detalló.
En segundo lugar, Ramchamd explicó que sus padres le enseñaron a él y a sus hermanos a vivir la religión de una forma totalmente libre, por lo que aprendió a orar con rezos cristianos, aunque en su religión haya otras divinidades. Así, lo único que le recomendaba su padre era que no comiera ternera, por ser un animal sagrado en su cultura. Una opción que ha cumplido y que incluso señaló que durante su estancia en la India, cuando era joven, aprendió de varios maestros frases como “si no puedes dar vida, no se debe quitar”.
Mentalidad abierta
Ramchamd llegó ayer de un viaje que ha realizado a la India y del que trae experiencias renovadas y vivencias hermosas que, tal y como apuntó, se verán mejoradas por la vivencia de estos días de la Semana Santa melillense.
Así, explicó a ‘El Faro’ que en la ciudad en la que estuvo albergado, bajo su casa había un templo hindú en el que tenían una cruz con Cristo, aunque adornado con las flores típicas del lugar.
“Toda la comunidad hindú pensamos de esta manera. Si vas a nuestras casas ves un altar y en ellas puedes observar estampas de Cristo o la Virgen. Es conveniente muchas veces tener esta mentalidad más abierta y no cerrar el pensamiento a la idea de que el mío es el verdadero y único Dios”, explicó.
La fe no tiene fronteras
“Todo esto se lo debo a mi padre y a mi madre, lo que soy, por la manera en la que nos han educado”, afirmó.
Ramchamd indicó que la primera vez que cogió a la Soledad en el callejón le preguntaron si había pesado mucho portarla durante ese trayecto y él contestó que no. Un signo de la fe de este hindú, tal y como interpretó esta persona.
“Mi padre estuvo en la Semana Santa pasada, aunque ya se encontraba bastante débil, pero bajó a ver la Pollinica y observé que le daba vida. También vio el Domingo de Resurrección”, explicó, pues varios días más tarde falleció.
Así, Ramchamd ha heredado esta tradición y tal y como aseguró, durante los días de Semana Santa se suele quedar a ver los pasos, llegar con el Cristo hasta el final de su recorrido y coger unas flores para las personas que más quiere, como el pasado año que las entregó a su padre. Esta satisfacción de ver la emoción de su padre era merecedora de llevar durente todo el tiempo necesario la imagen del Cristo.
En este sentido, no sólo podemos tener en cuenta esta mentalidad abierta a la hora de asimilar tradiciones de otras comunidades, sino en ver el respeto con el que el colectivo hindú trata a sus mayores. “Nosotros creemos que la continuación de Dios en la tierra son nuestros padres. Así que no hay nada mejor que hacer lo que ellos nos piden”, explicó.
Melilla ejemplo de convivencia
Ramchamd nació en Melilla y recordó como con trece años sus padres le enviaron a la India para que aprendiera las tradiciones de su cultura y religión. Así, comentó como en el colegio en el que estaba se sentía cohibido y que antes de comenzar las clases fueron al templo a rezar. Allí encontró imágenes de Buda, Zoroastro, Krishna, y también una de Jesús. “Me quedé tranquilo y me sentí seguro en ese momento. Fue la primera vez que vi que no solamente es mi Dios o el tuyo, sino que sólo existe uno, aunque cada persona lo llame de una manera distinta”, apuntó.
Por otro lado, señaló que el ejemplo de convivencia lo tenemos aquí en Melilla e hizo referencia a unas palabras del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien aseguró que se había creado la cultura melillense.
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