Voluntarios de la Red de Vigilantes Marinos en Horcas Coloradas.
La IX Gran Limpieza Internacional de Fondos Marinos ha tenido lugar este pasado fin de semana de forma simultánea en casi 40 puntos de España. En la Ciudad Autónoma de Melilla, la Red de Vigilantes Marinos ha intervenido 3.500 kilos de residuos, 1.500 kilos han sido solo de hierros y 200 de Pvc. El pasado sábado que fue cuando se celebró esta iniciativa en la playa de Horcas Coloradas, participaron más de 550 personas entre buceadores profesionales y voluntarios en tierra.
A nivel nacional, han participado 2.000 voluntarios, entre buceadores y personal en tierra. Además, esta actividad de enmarca dentro de la campaña de ciencia ciudadana "1m2 por las playas y los mares" del Proyecto Libera, liderado por SEO/BirdLife y Ecoembes.
Los submarinistas voluntarios que componen la Red de Vigilantes han vuelto a trabajar unidos contra las basuras marinas. El resultado, 7.500 kilos de residuos que, entre todos, han conseguido retirar del entorno marino durante este fin de semana, a pesar de que varias actuaciones han tenido que suspenderse por motivos meteorológicos.
En Melilla, el mal estado de la mar hizo que se suspendiera parcialmente la inmersión de sus submarinistas, ya que sólo 10 de los 42 buceadores -los diez instructores- contaban con la formación adecuada para hacer frente a las circunstancias de escasa visibilidad.
Aún así, gracias a la actividad, organiza por los miembros de la Asociación Melillense de Submarinismo Buceo Melilla y patrocinada por Fundación Sacyr, Grupo Efitec y Murias Parque Melilla, han sido retirados del entorno marino 3.500 kilos de basura de todo tipo, la mayoría de ellos en la superficie de la playa.
Entre los residuos, muchas piezas de hierro, latas, vidrios, plásticos y hasta el chasis de una moto.
“Esta ha sido la novena limpieza internacional de fondos marinos. Llevamos nueve años con esta iniciativa. Éramos seis clubes a nivel nacional y esto ha ido creciendo, este año han participado 44 clubes, pero en total somos más de 66 clubes a nivel nacional e internacional. Hemos sacado unos 1.500 kilos de hierro, aproximadamente”, explica Kincho, coordinador de la Red de Vigilantes Marinos y miembro del club Buceomelilla
Han colaborado con la iniciativa la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza de la Ciudad Autónoma, Melicien, A. Cabrero, Asociación Evolutio, Real Club Marítimo de Melilla, JBC On Redes, Confiterías Montemar y Naviera Armas Trasmediterránea.
Además, desde la propia asociación de submarinistas en Melilla explican a este medio que “muchos voluntarios eran chavales del ejército” que aportan su grano de arena, año tras año, y “colocan carpas para que nadie pase calor”, ayudando por igual a la recolecta de los residuos en tierra.
En la Ciudad Autónoma de Ceuta, han sido dos las limpiezas protagonizadas por los Vigilantes Marinos. Los submarinistas del Club Burbujas realizaron su limpieza de fondos marinos en la Playa de Fuente Caballo, prevista inicialmente para el domingo, pero finalmente adelantada ante la previsión de mal tiempo. Un total de 10 buzos, entre adultos y juniors, recogieron del fondo mar 26.5 kilos de residuos de diversa índole: toallitas húmedas, piezas de metal, latas, plásticos, vidrios... Entre los residuos curiosos, un par de aletas.
Por otra parte, los voluntarios del Club Club Deportivo "BuceoCeuta", han intervenido en la playa de "La Ribera" , de donde han extraído 36 kg de basura, sobre todo latas de bebida. Tanto esta iniciativa como la del Club Burbujas han contado con la colaboración de Naviera Armas Trasmediterránea.
Además, la Red de Vigilantes mantiene un acuerdo con Nueva Pescanova por el que esta empresa dona alimentos de su producción a Fesbal, la Federación Española de Bancos de Alimentos.
La cantidad de alimentos se computará a razón de los kilos de residuos que retiren los buceadores de la Red de Vigilantes, lo que supone un aliciente más para los voluntarios, cuya labor no sólo beneficia al medio ambiente, sino ahora también, de forma directa, a las personas más desfavorecidas. En la Gran Limpieza de Fondos del año pasado se consiguieron 5.300 kilos de alimentos.
“Desde el Banco de alimentos de Melilla junto a la Red de Vigilantes Marinos de la ciudad llevamos a cabo esta iniciativa a nivel nacional. Fuimos unos veinte voluntarios los que nos unimos a esta novena edición para participar e informar sobre la importancia de este tipo de proyectos en la lucha contra la pobreza”, subraya Pedro Paredes, presidente del Banco de Alimentos de Melilla.
Durante todas las ediciones de la Gran Limpieza Internacional de Fondos Marinos, el Banco de Alimentos ha estado participando activamente para la concienciación de estos tipos de proyecto que significan “un paso más para luchar contra la pobreza”.
“Es fantástico realizar este tipo de iniciativas solidarias a lo largo de los años con el objetivo de atender a las cuatro mil personas que atendemos desde el Banco de Alimentos de Melilla. A partir de hoy empezamos a recepcionar 40 toneladas de alimentos de los Fondos Europeos que están pensados ser repartidos a principios del mes de octubre.”, recalca el presidente.
De forma simultánea, unos 40 clubes y escuelas de buceo han realizado inmersiones en diferentes puntos litorales de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, Ceuta y Melilla, así como en aguas continentales de Castilla La Mancha y Castilla León.
A los voluntarios españoles se suman los buceadores que la Red tiene en Colombia, Brasil, Perú y Cabo Verde, que apoyan la iniciativa desde sus respectivos países.
En todos los lugares de actuación no sólo se han retirado residuos, sino que éstos han sido clasificados para su correcta gestión, así como cuantificados y categorizados, para incorporar esta información a una gran base de datos útil para científicos y administradores, basada en la ciencia ciudadana.
En esta ocasión, la Red de Vigilantes ha conseguido movilizar a casi 2.000 voluntarios, una buena parte de ellos buceadores, que han conseguido extraer del entorno marino un total de 7.500 kilos de residuos de diversa índole, entre los que destacan, por peso o número, los plásticos, las latas y los vidrios.
También abundan las artes de pesca abandonadas, que suponen un riesgo físico importante para los animales marinos, que a menudo quedan atrapados en ellos o los ingieren, causándoles incluso la muerte.
Asimismo, los Vigilantes Marinos también han encontrado numerosos desechos peligrosos para los ecosistemas acuáticos, como pilas, baterías de vehículos, móviles y otros aparatos electrónicos, etc. Entre los artículos más curiosos, que inexplicablemente se hallaban en los fondos marinos, patinetes eléctricos, señales de tráfico, una pesa de 20 kilos, numerosos vapeadores, un carrito de supermercado y hasta dos tapas de alcantarillado público.
A ellos se suman cientos de kilos de plásticos y de artes de pesca abandonadas, que suponen un grave peligro para la fauna marina, así como elementos altamente contaminantes, tales como pilas o móviles.
Según cuentan en el comunicado, inicialmente, las actuaciones de esta campaña estaban previstas en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla La Mancha, Castilla León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, País Vasco, Ceuta y Melilla, sin embargo, por diversos motivos, algunas de ellas, como las de País Vasco, entre otras, han tenido que ser aplazadas.
La Red de Vigilantes marinos es una iniciativa de la ONG Oceánidas compuesta mayoritariamente por submarinistas que, de forma voluntaria, se involucran en la conservación de las especies ligadas al mar a través de labores de protección, investigación y divulgación del medio marino.
Nació en Andalucía en 2013 y desde entonces no ha parado de crecer, adquiriendo carácter internacional. En sus actuaciones, como es el caso de esta limpieza de fondos, la organización cuenta con el apoyo de la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM) y la Asociación Vertidos Cero.
Además, para el desarrollo de esta acción ambiental a nivel nacional, la Red de Vigilantes ha contado en esta ocasión con la colaboración de la empresa Dr.Tree. En Andalucía, se ha sumado como colaborador a nivel comunitario Canal Sur. Por otra parte, numerosas empresas y entidades aportan su granito de arena a nivel local, en diversos puntos de actuación.
Otra de las iniciativas puestas en marcha es el apoyo a las mujeres rederas. Los buceadores volverán a recoger los residuos con redes fabricadas artesanalmente por un grupo de mujeres, a partir de restos de redes abandonadas en el mar y recuperadas por los Vigilantes Marinos.
Esta iniciativa es fruto de un proyecto de la Red de Vigilantes que busca que las artesanas pueden mantener unas condiciones dignas de trabajo dando una nueva vida a estas artes, que ahora sirven para "pescar" plásticos y otras basuras.
El proyecto comenzó en el País Vasco y se hizo extensivo a la Asociación Murebar de Barbate (Cádiz).
Todos los residuos retirados por los Vigilantes Marinos, tanto en el fondo del mar como en la superficie de la costa, son categorizados y registrados en una aplicación móvil.
Los datos obtenidos en cada campaña se incorporan a la acción de ciencia ciudadana de Libera y se integran en la base de datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Para ello, se emplea la aplicación móvil Marnoba, desarrollada por la Asociación Vertidos Cero y KAI Marine Services, una plataforma que recopila, almacena y muestra información sobre las basuras marinas de las costas españolas.
De esta forma, se consigue información que permite adquirir un mayor conocimiento de la tipología de residuos que aparecen en el medio marino, sobre su origen y vías preferentes de transporte y deposición.
La involucración de los más jóvenes es uno de los objetivos de la Red, desde la que se fomenta la figura del "Pequevoluntario", niños y niñas que participan en la limpieza de las playas mientras los submarinistas retiran basuras de los fondos.
Para la propia Red de Vigilantes Marinos, “implicarse en las actividades de limpieza supone para los pequeños una gran lección de educación ambiental”.
Además, como es habitual, se ofrecerán talleres de concienciación en buena parte de los enclaves donde tienen lugar las actuaciones, dirigidos a todos los participantes.
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