La consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, recuerda que hace un año el centro tenía una ocupación más “aceptable” de 110 menores extranjeros no acompañados.
Los altibajos de ocupación del Centro de Menores de la Purísima en Melilla no se ha estabilizado al finalizar el 2011. Según informó a El Faro la consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín, el número de menores extranjeros no acompañados (MENA) acogidos en la ciudad al cierre del ejercicio supera los 180. Esta cifra hace que las instalaciones estén completamente colapsadas ante la continua entrada de menores que, o bien entran a Melilla por los pasos fronterizos o bien se encuentran ya en la ciudad.
Garbín recordó que hace un año, es decir, en enero de 2011, la cifra de menores acogidos en La Purísima rondaba los 110, un número más “aceptable” y más llevadero para los profesionales que trabajan en el centro con estos menores.
Desde que la ocupación en la Purísima supera los 170 acogidos, los responsables del centro se vieron obligados a habilitar las zonas comunes como lugares de dormitorio ante la falta de espacio en las instalaciones para acoger a todos los menores.
Garbín se mostró preocupada por la presión en La Purísima ante la posibilidad de que se puedan producir situaciones conflictivas ya que el centro tiene una capacidad de 120 plazas y con un módulo más para menores en régimen de reforma ocupado ya por 20 menores infractores.
La consejera explicó que el ‘baile’ de cifras en los ingresos y salidas se debe principalmente a que, en el momento en el que entran en el centro y se les da ropa y comida, vuelven a salir para buscar la ocasión de saltar a la península, como polizones en alguno de los buques en el puerto comercial.
Mayor entrada en diciembre
Cabe recordar que en los últimos meses del 2011 empezaron a ingresar en el centro un numero notable de menores. De hecho, a principios del pasado mes de diciembre llegaron a entrar en un solo día un total de 14 menores marroquíes. Ya entonces la consejera alertaba de que al otro lado de la frontera se encontraba un gran número de menores con la intención de entrar en la ciudad. Tanto la Policía Local, a través del Grupo de Menores, como la Policía Nacional colaboraron en la investigación para determinar el modo en el que éstos entraban en la ciudad.
El pasado día 30 se registró la última entrada. Cinco menores marroquíes conseguían entrar en Melilla a través del puesto fronterizo de Beni-Enzar en una carrera que pilló por sorpresa tanto a las autoridades marroquíes como españolas.