Yoly Faus
Tras años de espera, las nuevas instalaciones destinadas a la Protectora de Animales siguen sin llegar.
Trabajadores y voluntarios de la Protectora llevan años denunciando el estado en el que se encuentran sus instalaciones. Además de lamentar la falta de una fecha concreta para la entrega de las nuevas.
El Faro se ha trasladado hasta la Sociedad Protectora de Animales de Melilla para ver como se encuentra la zona, además de recopilar las demandas de los miembros de esta institución.
Los tiempos son la causa principal del enfado entre los miembros de la Protectora de Animales. La trabajadora, Macarena, recordó la visita que realizó el pasado 25 de julio a las instalaciones la consejera de Políticas Sociales y Salud Pública, Randa Mohamed, quien se acercó hasta la zona para conocer la situación de esta institución.
Sin embargo, Macarena dijo que, casi dos meses después de esta visita, seguían sin tener noticias.
"Nos han prometido cuatro fechas hasta ahora y ninguna se cumple. Ahora nos están diciendo que quedan dos informes y no sabemos nada. Seguimos esperando".
En cuanto al tiempo que se viene esperando para trasladarse a las nuevas instalaciones, Macarena dijo que llevaban 10 años aguardando la nueva Protectora, aunque ya venían más de un año esperando para moverse a la nueva Protectora. Las obras de la nueva instalación acabaron en el pasado mes de diciembre, a falta de pequeños detalles.
No obstante, esta trabajadora denunció que desde la institución temían que una vez se produjera el traslado, se encontrarían las nuevas instalaciones en mal estado. "No hay mantenimiento, la última vez que estuvimos por allí la hierba nos llegaba por la cintura. Todo eso tendremos que arreglarlo nosotros".
No sólo trabajadores, también voluntarios de la institución, como el caso de Clara, quien acababa de llegar a Melilla después de un tiempo fuera, exigían la finalización del proyecto de la nueva Protectora, debido a la importancia, dijo, de que las instalaciones funcionasen correctamente.
Clara manifestó a este medio que fue el amor por los animales lo que le hizo colaborar con esta institución. Además, recalcó que la mala situación de perros y gatos en Melilla y Ceuta, especialmente para los animales callejeros, hacía necesario ayudar. "Esta asociación hace una labor fundamental y beneficiosa para los animales. Tenía que participar", dijo.
Además, aprovechó para animar a la ciudadanía a acudir para ayudar a esta institución.
"Si les gustan los animales, vale la pena venir. Ayudarán mucho más de lo que creen".
El mal estado de las instalaciones de la Protectora es una queja constante que viene realizándose en los últimos tiempos por parte de sus miembros.
Esta institución fue fundada en el año 1997 y desde entonces apenas ha tenido reformas. Tras más de 25 años, junto a las inclemencias meteorológicas como la lluvia, el frío o el sol, instalaciones como los muros, las vallas o los propios cheniles se han deteriorado.
Macarena también enumeró el mal estado de paredes y rejas. "El pasillo para evitar peleas se inundó, un perro abrió la puerta y tuvimos peleas entre los animales, al no tener techumbre todo se moja cada vez que llueve".
Asimismo, esta trabajadora denunció un hecho que se ha venido produciendo en más ocasiones, pues dijo que dos voluntarias se hicieron una raja en el brazo al guardar un perro, debido al mal estado de las rejas.
Por su parte, la voluntaria Clara afirmó que era de suma importancia cambiar las instalaciones para que tanto los voluntarios y trabajadores como los propios animales estuvieran en un lugar limpio y adecuado.
En la actualidad, la Protectora de Animales tiene una cifra de perros que ronda los 30 animales. En el caso de gatos, el número se acerca a los 70.
La trabajadora afirmó que este verano no se han dado adopciones. Sin embargo, la alerta por rabia ha hecho que tampoco se hayan producido entradas de animales, evitando así la sobrepoblación en las instalaciones. "Sí que por otro lado, se han dado adopciones recientes a otros lugares de España como el caso de un cachorro hace un par de semanas y unos gatos a finales del pasado mes de agosto".
La transmisión de la rabia hace que la Protectora no esté capacitada para recoger animales de las calles. En este caso, se encarga la perrera municipal. Los animales que entran lo hacen por dos causas, bien a través de servicios sociales o bien por medio de las perreras, una vez el animal está vacunado y ha pasado un periodo de cuarentena.
La Sociedad Protectora de Animales de Melilla ya comunicó hace unos días su intención de convocar una concentración para protestar por el incumplimiento de fechas y los compromisos adquiridos por distintos departamentos de la Ciudad Autónoma.
Desde el entorno de los trabajadores, afirmaron que tras dar un margen de tiempo después de la visita de la consejera de Políticas Sociales a la institución y viendo que no se estaban produciendo avances, han decidido solicitar los permisos y llevarla a cabo, para lo cual, han solicitado el apoyo de la ciudadanía.
Desde la Protectora ya habían planeado una concentración el pasado mes de julio. Sin embargo, esta fue suspendida tras la visita de Randa Mohamed y la solicitud de la consejera de un plazo de tiempo para trabajar.
"No esperaremos ni confiaremos más, porque hasta la fecha no han demostrado nada que sea real".
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