La entidad sale a la calle para buscar familias que adopten mascotas en lugar de comprarlas.
La Protectora de Animales y Plantas de Melilla sale a la calle para solicitar ayuda a los ciudadanos. Sus instalaciones actuales están muy deterioradas. Necesitan albañiles, electricistas y otros profesionales de la construcción que estén dispuestos a invertir unas horas en su sede para arreglar los desperfectos de los pabellones donde viven unos 300 animales, de ellos, 200 perros y 100 gastos, aproximadamente. La presidenta de la asociación, Rosa Verdejo, aseguró ayer que precisan de forma urgente más colaboración de los melillenses para sacar adelante a los animales que están bajo su custodia y evitar que las instalaciones “se caigan a cachos”.
Verdejo y otros voluntarios de la entidad instalaron ayer una mesa en una plaza del centro para vender artículos de regalo donados por colaboradores de la protectora. El objetivo de esta actividad es recaudar dinero para el cuidado de los animales y la mejora de la sede. Ayer hicieron “una buena caja” porque apenas les quedaban artículos para vender. No obstante, el día 2 y el 3 de enero volverán a la plaza Menéndez Pelayo para animar a los ciudadanos a realizar una donación para los 300 perros y gatos que están en su sede.
La protectora no sólo está informando de sus actividades y recaudando donaciones, sino también concienciando a los ciudadanos de que tienen la opción de adoptar una mascota en lugar de comprarla en una tienda.
Adoptar una mascota
Verdejo explica que hay una gran variedad de perros y gatos en la protectora y por ello, pueden buscar al animal que encaje en la forma de vida y en la familia que desea contar con su compañía. Destaca que la mayoría de las mascotas que tienen en la protectora son perros y gatos mayores, pero resalta que “los viejitos también tienen derecho a ser felices en una familia”. Por ello, animó a visitar la protectora y a “enamorarse” de uno de los animales que están en su sede en lugar de ir a comprar uno a una tienda, que puede que no encaje en ese hogar.
No son juguetes
La presidenta de la entidad resalta que un perro o un gato no son un juguete que se pueda dejar de lado cuando la familia se aburra de él, sino que exigen una dedicación y atención.
Además, para mostrar a los ciudadanos cómo son los animales de la sede, ayer por la tarde la protectora llevó a la plaza Menéndez Pelayo a tres perros que ya han sido adoptados por unos melillenses y a otros tres que están deseando formar parte de una familia.
Cuando la entidad da en adopción a un animal, se tiene en cuenta el estilo de vida y las condiciones de la familia de acogida, apunta Verdejo. Además, se realiza un seguimiento de la adopción, pues en ocasiones los voluntarios de la protectora han encontrado en la calle a perros que fueron adoptados. Para evitar que esa situación vuelva a pasar en un futuro, la asociación pone un microchip al perro o al gato antes de darle en adopción.
La protectora espera seguir recaudando dinero estos días, así como conseguir más socios y voluntarios. En la actualidad, entre ocho y nueve personas se encargan de cuidar a los 300 animales de la protectora y por ello, Verdejo anima a los ciudadanos a sumarse a este proyecto solidario.
Apadrinar, otra forma de ayudar
Hay otra forma de colaborar con la protectora: Apadrinar a un animal. Los padrinos suelen ser personas que les gusta los animales, pero que no pueden tenerlos en casa. Ellos escogen a una mascota de la protectora, eligen un nombre y abonan una cantidad de dinero al mes para echar una mano a la entidad en su cuidado. Verdejo indica que la subvención que reciben de la Ciudad sólo cubre los gastos del personal que trabaja en la protectora en horario de mañana, la compra del pienso y los salarios de los veterinarios. Sin embargo, hay más costes a los que hacer frente en esta asociación, como la compra de medicinas o de la comida de lata para perros mayores que no pueden comer pienso.