El director del Centro Penitenciario de Melilla, Francisco Rebollo, afirmó ayer a El Faro que el edificio que alberga la prisión sólo sufrió “pequeñas grietas” en “tabiques y cornisas” como consecuencia del terremoto del pasado lunes. “Los muros son muy anchos”, explicó.
Rebollo añadió que no fue necesario activar el protocolo reservado a estos casos, consistente en “sacar a todos los internos al patio”. El director señaló que los presos fueron informados y tranquilizados por los funcionarios de la cárcel y que en general respondieron “bien” a la situación.
Otras fuentes del centro penitenciario consultadas por este periódico indicaron que algunos módulos del edificio “tuvieron que apuntalarse”. Aparte, recordaron que la estructura del inmueble “tuvo que ser reforzada hace unos años”.
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