El profesor José Luis Orella analiza en esta entrevista el papel de la monarquía en España, su presente y futuro en un país que atraviesa una situación convulsa políticamente, como es la investidura de un presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, a cambio de concesiones de la relevancia de la amnistía, la condonación de la deuda o la cesión del 100% de los tributos a Cataluña.
-La princesa de Asturias cumplió 18 años y juró la Constitución española hace unos días. ¿Cuál sería el alcance o el significado de este acto en estos momentos tan complicados políticamente?
-Significa esperanza de futuro en un Jefe de Estado que es símbolo de unidad. La princesa Leonor representa la generación que dirigirá España en unos años. Es una carta blanca, está la historia por escribir.
-¿Qué significaría jurar la Constitución? ¿Cuáles son los valores que está adheriendo la Princesa Leonor con este juramento?
-Jurar la Constitución como hizo la princesa de Asturias es un compromiso con la Ley. Es explicitar que su comportamiento respetará las normas y las leyes de las que se dotó la sociedad española. Es un compromiso que adquiere con su pueblo, que no es otro que el que su actuación estará marcada por ese espíritu.
-Hubo grandes ausencias. Desde mi punto de vista la del rey emérito. ¡Qué paradojas de la Historia!... Juan Carlos I, personaje de excepción en la Transición española y no puede presenciar la jura de la carta Magna de su nieta...
-El rey emérito tuvo un gran protagonismo en el pasado, fue rey en un país con escaso sentimiento monárquico. Recordemos que, en los años setenta, después de la muerte de Franco, monárquicos de verdad había muy pocos. Los españoles seríamos muy pronto “Juancarlistas”. No cabe duda de que su trayectoria personal tiene sombras y, de hecho, se ha autoexiliado precisamente para no entorpecer el trabajo que realiza su hijo, Felipe VI. Aparecer en este acto comprometería a la institución monárquica, que desea hacer un trabajo intachable en estos momentos.
-Su presencia, además podría politizar un acto que, en su génesis, no es partidista...
-El rey reina pero no gobierna. La constitución señala que el Rey es intocable, está por encima de los partidos y es garante de la unidad. Felipe VI tiene una gran responsabilidad como Jefe de Estado, posee además una gran influencia y con un poder de maniobra limitado por constitución. El Rey es un símbolo prestigioso y garante de unidad.
-Eso podría ser así, pero en este país no lo es. Hubo ausencia de los presidente de Cataluña y País Vasco y de algunos ministros de Podemos. Ausencias que clamaban al cielo y que ponen de manifiesto que, este país. España, tiene problemas serios de identidad. Los nacionalismos y radicales no quieren monarquía.
-Hay dos fuerzas en España que no apoyan la monarquía, los nacionalistas, que quieren poner fin a la España centralizada como contempla la Constitución y que quieren independizarse. La monarquía representa la unidad del España y por ello la aborrecen. Y también por el otro lado los radicales, segmento de izquierda radical como Podemos y lo que Yolanda Díaz representa con un objetivo republicano y extremista. Tienen idealizada la República y aceptan el derecho a la autodeterminación de los pueblos que persiguen los partidos nacionalistas, de ahí procede la alianza.
-Y el PSOE, ¿cuál sería su postura frente a la monarquía? En el acto del jura de la Constitución el presidente Sánchez está presente y aceptaba el status quo… pero con él nunca sabe…
-El PSOE “tolera” la institución mientras ésta le deje cumplir sus objetivos. Es un tema de utilidad, la monarquía la acepta mientras ésta le deje cumplir con su programa. El PSOE, desde Felipe González, era social democrático, pero con Sánchez se ha radicalizado, se ha ido hacia Podemos. Pedro Sánchez se ha travestido de Largo Caballero, el cual hizo su gobierno en coalición con los anarquistas y que llevó a España a una Guerra Civil sangrienta.
-La princesa Leonor repitió varias veces en su discurso que podían confiar en ella. Me pregunto por qué recalcó tanto esa frase…
-Porque es consciente de que está frente a un país crispado y dividido. Un país endeudado con fuga de empresas. La frase pues es una llamada a la confianza y a la estabilidad tanto política como económica que pueda traer prosperidad económica. La princesa tiene una preparación de élite, buena presencia física, naturalidad. Muchas personas la vitoreaban y daban su calor en el desfile militar. A Leonor la ven con agrado muchos españoles, tiene mucha aceptación popular.
-¿Usted cree que España puede ser República?
-Todo podría ser si se desarrolla una hoja de ruta que lo haga posible sin olvidar que las dos experiencias republicanas que ha tenido este país han sido catastróficas. La primera nos llevó a la tercera guerra carlista, a la independencia de Cuba y a las guerras cantonalistas; y la segunda, a la guerra civil.
-El rey emérito tuvo una actuación concreta y eficaz en el 23F, hay personas que esperan de Felipe VI una actuación decisiva en estos tiempos convulsos en los que España está inmersa.
-El Rey es jefe de las Fuerzas Armadas y tiene una gran influencia social. Efectivamente hay sectores en la sociedad que esperan una reacción. El Rey es una autoridad arbitral no es un muñeco, es un símbolo vivo. Tiene la responsabilidad de mantener la unidad. Es curioso que el rey emérito se autoexilió antes de ser condenado por el bien de la institución. Por otro lado, un fugitivo de la justicia como Puigdemont entrará como un rey en España al pactar con El PSOE para la investidura de Sánchez.
-¿La monarquía sirve? Es decir, siendo prácticos, podríamos pensar que es una institución que beneficia a este país en estos momentos.
-Yo así lo creo, en una institución de lujo cara a la política internacional. En Hispanoamérica ocupa un sitio de privilegio y en las cumbres iberoamericanas provoca admiración. Es un líder de arbitraje. Recordemos cuando Juan Carlos I mandó callar a Chávez con ese “por qué no te callas”. Por no hablar de la influencia que tiene entre las monarquías árabes, donde los reyes le tratan de tú a tú, esas relaciones especiales con esos países hacen de nuestro rey una intermediador de lujo.
Después de los pactos recientes entre Junts y PSOE, la amnistía..., ¿podríamos decir sin equivocarnos que la monarquía no lo tiene fácil?
-Fácil para nada. El PSOE ha recibido un regalo envenenado. Los nacionalistas quieren la autodeterminación y buscan separarse de España. La monarquía representa la unidad de la nación y por ello no quieren saber nada de ella. Los independentistas catalanes con este pacto han abierto la legalidad para pactar con España. La monarquía pagaría factura y no cumpliría con su misión de salvaguardar la unidad. Leonor podría recibir una España "balcanizada".