La presión migratoria ha vuelto a ser noticia en Melilla en los últimos días. Después de un mes y medio de calma, han regresado los intentos de entrada y asaltos al vallado de manera continua. En las poblaciones marroquíes cercanas a Melilla y el Gurugú hay unos 500 subsaharianos esperando una oportunidad para colarse en la ciudad autónoma, según manifestó la semana pasada el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. Muchos de ellos son inmigrantes que han huido recientemente del hambre y la miseria de sus países, pero también hay una importante bolsa de subsaharianos que lleva años asentada en Marruecos. Ahora, se ven “obligados” a tratar de acceder a Melilla a causa de la presión que sufren por parte de las autoridades del país vecino, según afirmó ayer a El Faro el máximo responsable de la ONG Prodein, José Palazón Osma.
El líder de dicha asociación humanitaria resaltó que la Policía y el Ejército marroquí coaccionan, mediante detenciones y redadas, a los subsaharianos y provocan que traten de entrar en Melilla ilegalmente. “No hablamos solamente de los que están en el Gurugú y que acaban de llegar al país vecino. Hay inmigrantes que llevan en Nador y sus cercanías muchos años y que habían logrado ganarse la vida, bien trabajando en la construcción, colaborando con ONGs e incluso con su propio negocio. Les aplican la misma vara de medir que al resto y los presionan para que tengan que dejar el país. Su salida más cercana es Melilla. La mayor parte no aguanta el miedo a ser arrestado y deportado”, apuntó el máximo dirigente de Prodein.
En este sentido, afirmó que la intención del reino alauita con la inmigración es “crear un problema a España”, tanto en Melilla como en Ceuta, donde las entradas ilegales también han experimentado un importante repunte en las últimas semanas, con entradas tanto por la frontera como por vía marítima.
“Están machacando incluso a subsaharianos que tenían una posición económica y social bastante acomodada en Marruecos”, apuntó Palazón en relación a la actitud de las autoridades del país vecino. “Fuerzan a saltar la valla a todos, inclusive gente de negocios”, aseveró.
Nuevas detenciones
Por otro lado, el máximo dirigente de Prodein señaló que se han vuelto a producir detenciones masivas en el monte Gurugú para evitar nuevas entradas de subsaharianos en la ciudad autónoma. “Durante una semana han abierto un poco el grifo para coaccionar al Gobierno español y a la Unión Europea (UE). Ahora han vuelto las redadas para llevarse a centenares de personas a Oujda y dejarlos abandonados en la frontera con Argelia”, añadió el máximo dirigente de Prodein.
No obstante, una vez en la tierra de nadie que hay entre Marruecos y Argelia, los subsaharianos volverán a encaminarse hacia Melilla y Ceuta, por lo que dentro de una semanas puede producirse otro repunte en la presión migratoria, según el dirigente de Prodein.
Palazón insistió en que el país vecino “lleva un par de años” con esta estrategia para hacer de la inmigración irregular “un auténtico negocio” en el que las beneficiadas sean las arcas de Rabat. “Marruecos controla el flujo migratorio. Cuando quieren que haya asaltos, se cruzan de brazos y cuando pretenden evitarlos, comienzan las detenciones en masa”, concluyó el máximo dirigente de la ONG melillense.