El caso más sangrante es el del reparto postal. En enero, un motorista de Correos que circulaba por el barrio fue derribado de un fuerte golpe en la cabeza con un bate de béisbol. El objetivo de los atacantes era robarle los paquetes que transportaba, cuyo contenido no valía más de veinte euros. El casco que llevaba el motorista de Correos evitó lesiones graves.
A los pocos días, otro empleado fue víctima de un nuevo atraco. Aquello fue la gota que colmó el vaso de la plantilla de Correos, que decidió no volver a realizar el reparto postal en la zona al caer el sol. Ocho meses después, este servicio continúa sin prestarse con normalidad en la zona. En varias ocasiones, Comisiones Obreras (CCOO), ha intentado reunirse con los vecinos para intentar encontrar alguna solución al problema. Por el momento, todo sigue igual.
Pocas semanas después, hubo un nuevo incidente, esta vez con un conductor de ambulancia. éste, al intentar pasar por una calle estrecha en la que había aparcado un vehículo, hizo sonar el claxon para que el coche estacionado se apartara. La respuesta de su ocupante fue intentar agredir al profesional de los servicios sanitarios. Ante lo ocurrido, la plantilla barajó hacer lo mismo que la de Correos y recortar el servicio, algo que finalmente se desechó. No obstante, el malestar de los trabajadores quedó bien patente.
A pedradas
Un servicio público que viene sufriendo ataques en la barriada desde hace tiempo es la adjudicataria del transporte público, la cooperativa COA.
Durante el pasado mes de febrero, los continuos ataques a pedradas contra los autobuses llevaron a la COA a reducir el horario de servicio en la zona para no acceder a la misma durante la noche, cuando solían producirse las agresiones.
El incidente que hizo que la cooperativa dijera basta fue un apedreamiento en el que estuvo a punto de resultar herida una pasajera. En concreto, una piedra destrozó una de las lunas del autobús e impactó a pocos centímetros de donde estaba sentada una usuaria.
Los dirigentes de la COA decidieron no volver a la zona en horario nocturno. Actualmente, el último trayecto se realiza a las 19:20 horas, según afirmó ayer a El Faro el presidente de la cooperativa, José Fuentes, quien indicó que las últimas dos semanas “han sido bastante tranquilas”.
Bomberos, Policía Local y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también han sufrido durante el presente ejercicio ataques en la barriada, hasta el punto de que la Policía Nacional y la Guardia Civil han reclamado a la Delegación del Gobierno que permita el uso de armas de largo alcance en la zona para hacer frente a los incidentes.
Los vándalos que perpetran los ataques suelen prender fuego a contenedores para forzar a los agentes a acercarse a la zona. Una vez allí, aprovechan para apedrearlos. Hechos de este tipo suelen producirse en la Vía Láctea, Reina Regente y la calle Tadino de Martinengo.
El último incidente tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo, cuando un vehículo de la Benemérita recibió el impacto de un objeto, al parecer una botella de zumo, que rompió una luna. Los gamberros, aparentemente menores de edad, no pudieron ser localizados por los agentes del Instituto Armado.
Mal pinta la situación para el barrio, donde los servicios públicos tienen cada vez menos ánimos de acudir a causa de las posibilidades de que se produzcan agresiones.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…