Contrario a lo que cabría esperar, Marruecos recibió el viernes con los brazos abiertos al activista rifeño y al padre de familia marroquí expulsados de Melilla después de que el Gobierno español les denegara la solicitud de asilo que presentaron la pasada primavera. Los agentes no se habrían andado con rodeos: “España es nuestra enemiga”, aseguran que les dijeron.
Aunque en un primer momento las autoridades marroquíes se negaron a admitir la repatriación de ambos deportados, finalmente en torno a las nueve de la noche del viernes, aceptaron la entrega.
Fuentes cercanas a los expulsados aseguran que cuando éstos llegaron al control fronterizo, la Policía marroquí les brindó café y zumo y les ofreció un hotel.
Afirman además que las autoridades marroquíes dijeron a ambos que no tuvieran miedo; que sabían que son republicanos, pero que Marruecos es un país democrático, donde es legítimo pensar diferente.
Hay que recordar que el activista rifeño Zakaría Benbouazza afirmó a El Faro que seguirá defendiendo la República del Rif porque se opone a la ocupación marroquí en la zona.
Asimismo las autoridades marroquíes habrían animado a ambos expulsados a interponer una denuncia contra España, especialmente al padre de familia repatriado ya que habría llegado de vuelta a Nador con “un ojo inflado” y “una costilla rota”. Según las mismas fuentes, las heridas se las habrían causado los agentes de la Policía Nacional en el momento en que lo arrestaron en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI).
España es nuestra enemiga
Los funcionarios marroquíes que recibieron a los dos expulsados el viernes habrían manifestado a ambos la animadversión que sienten por nuestro país con un contundente “España es nuestra enemiga”.
En esta línea animaron a ambos a tener siempre presente lo ocurrido. “Nunca olvidéis lo que os ha hecho España”, insistieron.
En una conversación mantenida con el activista rifeño, la Policía marroquí mostró interés por la distribución de poder en el interior del CETI. Querían saber a quién respetan más ahí y si Zakaría conocía algún tipo de irregularidad que esté teniendo lugar en el Centro de Estancia Temporal de Melilla.
El supuesto activista rifeño Zakaría Benbouazza fue detenido el pasado viernes en el Centro Temporal de Inmigrantes de Melilla. Los agentes de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) que lo fueron a buscar al CETI lo trasladaron a la Comisaría de Policía y poco después a la frontera de Beni Enzar, pero las autoridades marroquíes, por motivos que se desconocen, no aceptaron la repatriación.
Sólo un poco más tarde, pasadas las nueve de la noche, Zakaría Benbouazza fue entregado a la Policía fronteriza de Marruecos que le invitó a cenar antes de buscarle un hotel para que pasara la noche.
En declaraciones a El Faro, Zakaría Benbouazza comentó que está convencido de que existe un acuerdo bilateral entre España y Marruecos para que nuestro país no conceda asilo a los activistas rifeños y estos puedan ser repatriados. Desde el Ministerio del Interior ni lo negaron ni lo confirmaron a preguntas de este periódico.
Líderes de Alhucemas niegan que Zakaría estuviera en el Hirak
Líderes del Movimiento Hirak, que organizaron revueltas en Alhucemas entre 2016 y 2017, han negado que Zakaría Benbouazza, un supuesto activista rifeño que pidió asilo en Melilla y fue expulsado el viernes a Marruecos, hubiera formado parte del grupo de personas que se dejó la piel en las manifestaciones contra en majzén (poder en la sombra) y a favor de la República del Rif.
Éste sería el motivo por el que el Gobierno español le habría denegado la solicitud de asilo, según han informado a El Faro fuentes cercanas a la tramitación de su expediente.
Asimismo ponen en duda que Marruecos reciba con los brazos abiertos a un activista que se opone al Gobierno marroquí y se permiten dudar de la autenticidad de las fotografías que Benbouazza muestra en las que aparece secundando manifestaciones en Alhucemas. “Marruecos infiltra a muchos en las protestas”, afirmaron a este diario.
El pasado viernes un reducido grupo de rifeños, simpatizantes del Movimiento Hirak de Alhucemas, se manifestó en las afueras del edificio que alberga la Comisión Europea en Bruselas portando fotografías de Zakaría Benbouazza, el supuesto activista rifeño que fue expulsado el viernes por la noche de Melilla, después de que el Gobierno de España le denegara la petición de asilo que presentó en marzo pasado así como el recurso que interpuso en abril de este año.
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