La investigación del crimen de La Barraca ha concluido sin más novedades. La Policía Nacional y el Juzgado de Violencia de Género darán por cerrado el caso, tras recibir los informes definitivos de las autopsias del matrimonio, cuyos cuerpos fueron hallados en el callejón San Francisco de Asis en la noche del pasado 18 de marzo.
El cadáver de la mujer, Fatima, fue reclamado por un hermano y el cuerpo del marido, Rogelio, fue incinerado recientemente.
Como ya publicó El Faro, el ex legionario degolló a su esposa, mientras ésta dormía en la cama del dormitorio principal de la vivienda. Unas dos horas más tarde, se ahorcó con un cable eléctrico en el patio de la casa, donde fue encontrado por los agentes de la Policía Nacional. En el lugar de los hechos, encontraron dos cuchillos de cocina, con los que presumiblemente el ex militar habría perpetrado el crimen.
El día 20 de marzo las autoridades locales guardaron un minuto de silencio frente al Palacio de la Asamblea en memoria de la segunda víctima de Violencia de Género que registra Melilla. La primera fue en verano de 2007.
El trágico final de este matrimonio conmocionó a sus vecinos en el popular barrio de La Barraca. Describieron a los fallecidos como una pareja “ejemplar”. Rogelio cuidaba desde hacía más de una década a su esposa, Fatima, quien sufrió una aparatosa caída desde la azotea que le dejó secuelas de por vida.