El grupo Guelaya Ecologistas en Acción ha denunciado la poda “desmedida” de tres árboles históricos en el centro de la ciudad. En concreto, los ejemplares afectados son los de la calle Pablo Vallescá, frente a la antigua oficina de Correos. La entidad alerta de que con esta práctica “los árboles enferman, se debilitan, sufren y llegan a morir”.
El responsable de la plataforma, Manuel Tapia, señaló que han denunciado, en reiteradas ocasiones, acciones de este tipo ante la Consejería de Medio Ambiente. El motivo que esgrime, según Tapia, el consejero del área, Manuel Ángel Quevedo, “son las peticiones de vecinos que solicitan la poda de los árboles”. “Se nos dice que los ciudadanos se quejan de que las ramas están cerca de sus ventanas, que impiden la visión o que atraen a los insectos”, apuntó. Guelaya Ecologistas en Acción considera, sin embargo, que los que exigen la poda de los árboles son una minoría. “No nos conformamos con el argumento que nos dan. Muchos melillenses nos han expresado su indignación cuando se han encontrado con los árboles desnudos. Es normal que antes del daño ocasionado nadie se dirija a Medio Ambiente para expresar su negativa a la poda de los árboles”, dijo.
Podas continuas
Tapia asegura que no es ésta la primera “intervención drástica” realizada. “Ya en los años 80, los árboles de la antigua oficina de Correos fueron desmochados de tal modo que uno de ellos no sobrevivió, y los demás han tardado décadas en recuperarse de aquella mutilación”, afirmó. Según Tapia, también en otras zonas como el barrio del Real o de la Victoria, la Ciudad ha autorizado la tala del arbolado urbano.
Para este colectivo no es relevante quien es la empresa que realiza los trabajos de tala, sino quien debe generar el control sobre los mismos. En este sentido, pide que se actualice la ordenanza medioambiental porque la actualmente vigente, no se revisa desde los años 80.
Consecuencias
El responsable de la entidad alerta sobre las graves consecuencias de la poda “indiscriminada”. “Los árboles sufren, enferman, se debilitan y llegan a morir”, manifestó. Por este motivo, llevamos años denunciando las podas equivocadas, que vuelven a los árboles débiles e inseguros”, continuó. Denuncian que desmochar árboles de forma “desmesurada e irracional” provoca también agresiones a la fauna silvestre. “En 2005, los vecinos de la urbanización Miró tuvieron que observar como caían al suelo los nidos de las aves y algunas crías buscaban desesperadamente refugio en sus casas, mientras que otras yacían muertas en el suelo”, recordó.
En Guelaya Ecologistas en Acción consideran que existen muchas razones para procurar que las zonas verdes de la ciudad se encuentren en un estado óptimo de salud, ya que con ello se proporciona a sus habitantes, además de su función estética y de la formación de espacios más agradables, una reducción de la contaminación atmosférica y acústica, un enorme aporte de oxígeno y de sombra.
Patrimonio
Tapia explica que en Melilla, la especie más extendida es la llamada Ficus, habiendo casi mil unidades. Su valor económico es incalculable, aunque indica que no son sustituibles por su antigüedad. “Gran parte del arbolado es centenario y constituye un patrimonio fundamental de la ciudad”, señaló.
El grupo ha puesto un formulario a disposición de los ciudadanos que quieran denunciar la práctica de la poda. Puede descargarse en el entrando en el blog guelayaecologistasenaccion.wordpress.com.
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