La Plaza de las Conchas repleta de suciedad, destrozos y grafitis

Basura, excrementos de perros, colillas en el suelo, destrozos y numerosos grafitis. Así se encuentra la Plaza de las Conchas en el barrio de El Real. Vecinos de alrededor se quejan del mal estado del lugar y piden soluciones a la Ciudad.

Hace unos días, un lector de El Faro remitió una carta de denuncia vía email a la redacción de este diario poniendo en evidencia la situación en la que se encuentra la plaza. El Faro se ha desplazado hasta allí para comprobar cuál es su estado actual y ha podido confirmar que la zona presenta suciedad y numerosos desperfectos.

A simple vista se puede apreciar como tanto los bancos que rodean la plaza como los pilares de la pérgola que los cubre están llenos de grafitis. Muchos de estos bancos son inutilizables porque están llenos de suciedad que hace prácticamente imposible que nadie se pueda sentar en ellos. Además, la mayoría de las bases de los pilares están manchadas por orina de perros, que aún son perceptibles y excrementos por el suelo. A causa de ello, el mal olor destaca.

Los grafitis parece que no son de reciente creación. Ahmed, un joven que vive por la zona, explicó a El Faro que llevan más cinco años "decorando" la plaza. Él no suele frecuentar el parque, pero sí pasar cerca y cree que no está en muy buen estado.

Para otra melillense, Melania, el problema no surge porque se limpie poco la plaza sino por lo incívicas que son algunas personas. Ella suele pasear todas las mañanas por allí y aseguró que ve al personal de limpieza todos los días. Esta joven apuntó que el parque siempre está lleno de niños que no van acompañados por adultos y de jóvenes que no tienen respeto.

Esta misma idea la comparte José. Este vecino aseguró que muchos jóvenes se reúnen por las tardes para fumar en el parque, sobre todo, dijo, extranjeros. Él cree que la solución pasaría por cercar la zona como se ha hecho en el nuevo parque infantil del Industrial y así cerrar el paso a determinadas horas.

José cree que deberían pintar el parque y así borrar los grafitis. Él aseguró que ha dejado de llevar a sus nietos a ese parque.

En cuanto a la pérgola no cubre la totalidad del recinto, ya que en algunas partes no hay techo. Entre otros problemas, faltan papeleras que han sido arrancadas, al igual que restos de los palos que se utilizan para sujetar los árboles y que crezcan rectos. En algunas jardineras queda parte de ellos. El problema es que la madera no está uniforme, por lo que tiene partes afiladas que pueden cortar y más, teniendo en cuenta que es una zona donde juegan niños.

En esta plaza hay un parque infantil y una zona para hacer deporte, en los que algunos columpios están oxidados o incluso corroídos en parte, con la peligrosidad que conlleva para los más pequeños.

Asimismo, a pesar de la prohibición de fumar cerca de los parques infantiles por la Ley Antitabaco, aprobada hace más de diez años, las colillas de los cigarrillos son visibles por el suelo.

Junto a este parque de juegos hay una serie de maceteros con algunas plantas en muy mal estado. Al ser de metal se han oxidado casi en su totalidad y se están viniendo abajo, doblando y esparciendo la tierra por la acera. Algunas baldosas incluso se han resquebrajado o levantado y cualquiera puede tropezar.

La situación del parque no gusta a los vecinos. Sumía, una melillense, cree que hay mucha basura en la zona, además de objetos rotos muy peligrosos para los niños. Lo peor para ella son los excrementos de los animales que hacen, dijo, que haya muchas moscas y mal olor.  Esta opinión la comparte también otra vecina del barrio, Sara, que se queja de que muchos usuarios del parque pasean a sus perros y luego no recogen los excrementos ni echan agua en las orinas que dejan.

A pesar de estas quejas, siempre hay opiniones para todos los gustos. Hay quien cree que la situación del parque no es para tanto. Es el caso de Mohamed. Él vive en la zona y recalcó a El Faro que el problema no es la plaza en sí sino la cultura de la ciudad. Para él, Melilla se limpia poco y muchos ciudadanos no están concienciados en quitar los excrementos de sus perros.

Lo peor, dijo, es que no le puede decir nada a nadie por miedo a la reacción. Mohamed cree que los servicios de limpieza deberían limpiar las calles con agua con asiduidad.

Otro melillense que opina lo mismo es Juan Antonio. Aunque él vive en el centro, suele ir a recoger a su novia que sí que es vecina del barrio. Juan Antonio insiste en que hay días que la plaza está muy sucia y otras que no tanto.

Fuentes de la Ciudad Autónoma aseguraron que tras las quejas de los vecinos mandaron un equipo de limpieza a la zona.

Plaza de las Conchas

La Plaza de las Conchas comenzó a construirse en abril de 2010. El entonces presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda aseguró que el coste de la obra ascendería a 800.000 euros. Aunque estaba previsto que tuviera un plazo de ejecución de seis meses, se alargó hasta los ocho meses, siendo inaugurada en diciembre de ese mismo año.

Antes de esta remodelación, en la zona nada más que había un solar que servía de aparcamiento improvisado. Tras las obras, se habilitó un parque infantil y una zona deportiva al aire libre. Sobre ello, se instaló una pérgola central que rodeaba el recinto, además de 63 plazas de aparcamiento.

Con todo ello, se dio un cambio radical a la zona, que llevaban pidiendo bastante tiempo los vecinos del barrio El Real. Aunque la construcción de la plaza era un anhelo muy deseado, solo un mes después de su estreno, uno de los bancos de la plaza apareció fracturado por la mitad sin que se supiera quién había sido el responsable.