La playa de San Lorenzo estará adaptada a personas invidentes

La Consejería de Medio Ambiente invierte 350.000 euros en un novedoso Plan de Playas para la temporada veraniega aunque su prioridad es que para Semana Santa el litoral quede limpio.

Siguiendo en la misma línea que en los últimos seis años para adaptar las playas melillenses a personas con algún tipo de discapacidad psíquica o física, la Consejería de Medio Ambiente añade una importante novedad: la playa de San Lorenzo estará adaptada este verano a personas invidentes de manera experimental. La inversión total del Plan para esta temporada se acerca a los 350.000 euros en los que se incluye los 28.000 para adquirir el material necesario, según explicó ayer el responsable del área, Ramón Gavilán.

El itinerario a seguir se encuentra diferenciado en tres zonas desde el acceso a la playa desde el paseo marítimo hasta la orilla de la playa a través de una larga pasarela. Nada más llegar a ésta se ubicará un tótem de recepción con señales acústicas que indicarán el camino a seguir por el usuario hasta la denominada zona 2 junto con las recomendaciones necesarias y consejos sobre la utilización del sistema. El segundo tótem acústico cada usuario podrá recoger un reloj emisor y continuar por la pasarela hasta la orilla de la playa. Ya dentro del agua estarán colocadas cuatro balizas de información a una distancia de 75 metros entre ellas, que interaccionan con el reloj emisor que porta el usuario señalándole su ubicación y la distancia respecto a los puntos de referencia las veces que sean necesarias para su seguridad dentro del mar.

Para reforzar esta ayuda uno de los puestos de socorrismo que se instalan cada año en el litoral melillense se ubicará cerca de la pasarela donde un socorrista tendrá en su poder la baliza de socorro con el objetivo de controlar el buen funcionamiento del sistema, recibir la información de los usuarios así como los avisos de ayuda. En este sentido, el consejero de Medio Ambiente adelantó que ya se está trabajando con la ONCE en Melilla para realizar las primeras pruebas de este sistema una vez esté instalado. Para ello se requiere un tótem de recepción que informa al usuario sobre las modalidades del baño organizado en la playa; tres balizas táctiles a lo largo de la pasarela en la arena que permiten a los usuarios conocer su ubicación en la playa; un poste de playa que informa, mediante una grabación, de la ubicación de las balizas marítimas, un total de tres unidades, que ofrecerán información sobre su ubicación, distancia de la playa y profundidad. El reloj emisor estanco qu portará cada usuario será “su sistema de comunicación con el socorrista y con las balizas de información”, explicó Gavilán.

Actividades con asociaciones

Por otra parte, se dará continuidad a los programas de actividades organizados con el Centro Gámez Morón para personas con discapacidad física y psíquica en el mes de agosto y como novedad el programa se amplía en el mes de julio para los socios de Aspanies. Con todos los usuarios se realizarán actividades deportivas-recreativas en las llamadas Jornadas de Psicomotricidad así como días especiales para la familia y visitas a las playas melillenses así como durante la celebración de las Jornadas de Vela.

Todas las actividades estarán controladas por monitores, también en prácticas, para promover el contacto entre niños y los usuarios habituales de la playa y actividades de movilidad por la orilla con asociaciones locales de mujeres y personas mayores. Todas las actividades deportivas y recreativas estarán adaptadas a las discapacidades de los usuarios de ambas entidades con los acompañantes habituales más los monitores que contratará la Consejería para tal fin, tal y como informó el titular de Medio Ambiente.

Siguiendo en la misma línea que en los últimos seis años para adaptar las playas melillenses a personas con algún tipo de discapacidad psíquica o física, la Consejería de Medio Ambiente añade una importante novedad: la playa de San Lorenzo estará adaptada este verano a personas invidentes de manera experimental. La inversión total del Plan para esta temporada se acerca a los 350.000 euros en los que se incluye los 28.000 para adquirir el material necesario, según explicó ayer el responsable del área, Ramón Gavilán.El itinerario a seguir se encuentra diferenciado en tres zonas desde el acceso a la playa desde el paseo marítimo hasta la orilla de la playa a través de una larga pasarela. Nada más llegar a ésta se ubicará un tótem de recepción con señales acústicas que indicarán el camino a seguir por el usuario hasta la denominada zona 2 junto con las recomendaciones necesarias y consejos sobre la utilización del sistema. El segundo tótem acústico cada usuario podrá recoger un reloj emisor y continuar por la pasarela hasta la orilla de la playa. Ya dentro del agua estarán colocadas cuatro balizas de información a una distancia de 75 metros entre ellas, que interaccionan con el reloj emisor que porta el usuario señalándole su ubicación y la distancia respecto a los puntos de referencia las veces que sean necesarias para su seguridad dentro del mar.Para reforzar esta ayuda uno de los puestos de socorrismo que se instalan cada año en el litoral melillense se ubicará cerca de la pasarela donde un socorrista tendrá en su poder la baliza de socorro con el objetivo de controlar el buen funcionamiento del sistema, recibir la información de los usuarios así como los avisos de ayuda. En este sentido, el consejero de Medio Ambiente adelantó que ya se está trabajando con la ONCE en Melilla para realizar las primeras pruebas de este sistema una vez esté instalado. Para ello se requiere un tótem de recepción que informa al usuario sobre las modalidades del baño organizado en la playa; tres balizas táctiles a lo largo de la pasarela en la arena que permiten a los usuarios conocer su ubicación en la playa; un poste de playa que informa, mediante una grabación, de la ubicación de las balizas marítimas, un total de tres unidades, que ofrecerán información sobre su ubicación, distancia de la playa y profundidad. El reloj emisor estanco qu portará cada usuario será “su sistema de comunicación con el socorrista y con las balizas de información”, explicó Gavilán. 

Actividades con asociaciones

Por otra parte, se dará continuidad a los programas de actividades organizados con el Centro Gámez Morón para personas con discapacidad física y psíquica en el mes de agosto y como novedad el programa se amplía en el mes de julio para los socios de Aspanies. Con todos los usuarios se realizarán actividades deportivas-recreativas en las llamadas Jornadas de Psicomotricidad así como días especiales para la familia y visitas a las playas melillenses así como durante la celebración de las Jornadas de Vela.Todas las actividades estarán controladas por monitores, también en prácticas, para promover el contacto entre niños y los usuarios habituales de la playa y actividades de movilidad por la orilla con asociaciones locales de mujeres y personas mayores. Todas las actividades deportivas y recreativas estarán adaptadas a las discapacidades de los usuarios de ambas entidades con los acompañantes habituales más los monitores que contratará la Consejería para tal fin, tal y como informó el titular de Medio Ambiente.

A la espera de Horcas Coloradas

El Plan de Playas 2010 que cada año prepara la Consejería de Medio Ambiente queda pendiente de la posible apertura de la playa de Horcas Coloradas, proyecto competencia del Ministerio. En este sentido, el consejero Ramón Gavilán, adelantó que tras varias conversaciones con la Dirección General de Costas, “es posible que dentro de diez o quince días el director general visite la ciudad”. Una visita que podría desvelar si finalmente esta playa se abrirá a los ciudadanos no. En caso afirmativo, el consejero de Medio Ambiente explicó que se tendrán que estudiar la equipación de la playa así como la dotación de los servicios necesarios así como cuantificar el coste de la misma, algo que por el momento, no pudo determinar. 

No obstante, las cuatro playas melillenses: San Lorenzo, Los Cárabos, Hipódromo y La Hípica, que suman casi dos kilómetros de longitud y abarcan una superficie de más de 126.000 metros cuadrados, y que sí entran dentro del Plan de Playas de la Consejería ya ha solicitado los distintivos de calidad que ya le fueron concedidos en años anteriores. Entre ellos se encuentra la normativa ISO 9001, la Bandera Azul y el sello ‘Q’ de calidad turística de las Playas.