La playa de Horcas Coloradas estará abierta al público este verano

Cinco empresas se han presentado al concurso y el proyecto se adjudicará antes de final de mes. El presidente Imbroda destaca la “apuesta descarada” para recuperar una playa que cuando fue entregada a la Ciudad “no estaba en condiciones”.

La playa de Horcas Coloradas será apta para el baño este verano, ya que antes de final de mes, el proyecto para limpiar el fondo marino y ganar hasta 400 metros de playa será adjudicado a una de las cinco empresas que se han presentado al concurso por este proyecto cuyo presupuesto inicial es de 610.738 euros. El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, presentaron ayer los planos para el dragado y estabilización de la playa de Horcas Coloradas, que supone “una apuesta descarada”, destacó Imbroda, por recuperar una playa que cuando fue entregada por el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno Zapatero a la Ciudad Autónoma “no estaba en condiciones”.
El consejero Pérez Calabuig recordó que únicamente la playa estuvo abierta al público el mismo verano de su inauguración, en 2010, y desde entonces la Ciudad Autónoma se vio obligada a prohibir el acceso a la playa por los accidentes registrados a causa de los escombros que permanecen en el fondo marino procedentes del antiguo vertedero.
El plazo de ejecución de la obra licitada por Medio Ambiente es de tres meses. Si el tiempo acompaña y los temporales no interrumpen los trabajos, la playa podrá abrirse al público y se permitirá el baño.

Dos fases de la obra
El proyecto contempla dos actuaciones diferenciadas, por lo que se realizará en dos fases, una en tierra y otra en el fondo marino. Para el dragado de la arena se utilizará maquinaria terrestre y flotante para las profundidades mayores de dos metros, según informó Pérez Calabuig. Las dragas limpiarán hasta medio metro de profundidad de manera uniforme, pues es la distancia estimada que puede haber alcanzado los restos de la antigua escombrera.
Todo el dragado del fondo marino hasta unos 500 metros mar adentro se trasladará a la orilla para su cribado y selección de tal manera que sea reutilizado para el relleno de la playa. El proyecto contempla un aporte de arena de 14.400 metros cúbicos para recuperar el perfil de la playa. Parte de la arena procederá de la planta de machaqueo de áridos reciclados de la Ciudad Autónoma.
Por otra parte, el consejero informó de que se actuará también en la loma inmediata a la playa, en la que actualmente hay un muro de contención para evitar posibles desprendimientos.

Los ‘descartes’ del proyecto
Así pues, los melillenses podrán disfrutar este verano de los 400 metros de playa de uso público, pues en el resto del litoral hasta los cortados de Aguadú no está permitido el acceso al encontrarse allí el Polvorín del Ejército.
Pérez Calabuig explicó que las negociaciones con el Ministerio de Defensa para modificar la zona del Polvorín están aparcadas, por lo que aprovechar el kilómetro de la playa de Horcas no será posible, por ahora. Ello impide la construcción de uno de los diques que la Ciudad pretendía colocar perpendicular a la orilla para proteger del oleaje la arena y que ésta no se perdiera. El segundo dique de contención paralelo a la playa también se ha descartado, pues, precisamente, a unos 500 metros mar adentro hay una pequeña población de la lapa ferrugínea.
El consejero de Medio Ambiente explicó que si bien la Ciudad no se plantea construir este dique por ahora, la Dirección General de Costas está estudiando el proyecto. El presidente Imbroda dijo confiar en que el próximo 2015, Costas reserve una partida para este dique, que no tiene más objeto que evitar la pérdida de arena por efecto del oleaje.
Las mareas y movimientos de arena en Horcas Coloradas será, de hecho, motivo de estudio por parte de la Consejería, según adelantó Pérez Calabuig. El Gobierno local no ha perdido “la esperanza” de construir ese dique de protección en Horcas, pero primeramente se estudiará cómo se mueve el fondo marino por efecto del oleaje. Este estudio se iniciará antes del comienzo de la obra y después y se volverá a retomar tras la temporada de baño de verano.

Responsabilidad de todos
El hecho de que la presencia de la patella ferrugínea impida, por ahora, la construcción de un dique en Horcas Coloradas no es una mala noticia. De hecho, el presidente Imbroda destacó que, tras la construcción del paseo de Horcas Coloradas, la recuperación del fondo marino en la zona ha sido “impresionante”. Flora y fauna autóctona de esta parte del Mediterráneo ha recuperado el terreno perdido y ahora plantas y peces han repoblado las escolleras del paseo marítimo de Horcas, como la lapa ferrugínea. “Todo un hábitat que debemos conservar entre todos”, reiteró.
Por último, el mandatario autonómico adelantó que, dado que la obra finalizará antes del inicio de al temporada veraniega, ya se está preparando otro proyecto para dotar a la playa de Horcas Coloradas de los servicios necesarios para que los melillenses disfruten de la única playa local abierta al mar. De hecho, prevé colocar a la entrada de la playa una instalación fija de servicios para bañistas. Este verano la playa estará “a pleno rendimiento”, apostilló el presidente de la Ciudad.

Juan José Imbroda “Pretendemos que este verano la playa de Horcas esté a pleno rendimiento, sin riesgos para los bañistas”

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, se mostró satisfecho por el trabajo “intenso” que desde la Consejería de Medio Ambiente se ha hecho para sacar a concurso este proyecto, que sería el séptimo, para recuperar el litoral norte de Melilla y que los ciudadanos puedan disfrutar de su playa abierta al mar.
“Cuando nos dieron la playa, tuvimos que prohibir el baño porque hubo accidentes por cortes y el fondo marino de Horcas suponía un riesgo para los bañistas”, recordó el mandatario melillense.
Ahora, cuatro años después de la entrega de la playa a la Ciudad, se acometerá este dragado que pretende ser “el definitivo” para poder disfrutar de la playa y que las actuaciones que se realicen en años posteriores únicamente sean de aporte de arena y una puesta a punto para afrontar la temporada veraniega.
Imbroda lamentó que, por ahora, sea “inviable” ampliar la playa hasta los cortados de Aguadú, debido al polvorín del Ejército en la parte superior del acantilado, pero destacó que esta obra permitirá recuperar cerca de 400 metros de litoral y regenerar la arena de la playa.