Imbroda anuncia que se reunirá con el director del Centro Penitenciario para hablar sobre seguridad.
El Gobierno melillense está dispuesto a dar marcha atrás en la creación del campo de fútbol que se está construyendo al lado de uno de los muros del Centro Penitenciario. El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, señaló ayer a los medios de comunicación que existe la posibilidad de cancelar este proyecto siempre y cuando la dirección del centro o la autoridad competente le “convenza” de que esta iniciativa perjudicaría la seguridad en las instalaciones penitenciarias.
El presidente Imbroda dejó claro que no comprende las críticas vertidas por varios sindicatos en relación a este proyecto. Hay que recordar que la primera formación en afirmar que la existencia del campo de fútbol podría facilitar el lanzamiento de objetos al interior de la cárcel fue Comisiones Obreras (CCOO). El pasado miércoles expresaron su rechazo a la obra los sindicatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: AUGC, SUP, CEP y la UFP, por las mismas razones.
En opinión del máximo dirigente del Ejecutivo local, la construcción de las instalaciones deportivas no haría más fácil que se arrojaran objetos al patio de las instalaciones penitenciarias, tales como drogas o armas. “Sencillamente, no lo entiendo. ¿Qué impide ahora mismo que se tiren cosas desde la calle al patio de la cárcel?”, subrayó el presidente autonómico, recordando que en los terrenos del campo de fútbol hay actualmente un descampado al que se puede acceder libremente.
Reunión con Rebollo
Asimismo, anunció su intención de mantener un encuentro con el director de la cárcel, Francisco Rebollo, para hablar sobre este asunto. “Prefiero que sea él mismo quien nos cuente cómo influirá la obra en la seguridad del centro. Si nos asegura que el campo de fútbol es peligroso y que la obra perjudicará a los funcionarios o a los propios internos, no tengo ningún empacho en parar el proyecto”, aseguró. “Si nos confirman que el riesgo aumenta, no hay inconveniente en dar marcha atrás”, insistió.
“Nos tendrán que convencer de ello las autoridades pertinentes”, apuntó Imbroda, quien restó valor a las críticas realizadas por los sindicatos y reiteró que no alcanzaba a comprender el por qué se sus reproches.
Por otro lado, defendió a capa y espada lo ventajoso de este proyecto para el Monte María Cristina. “Sería un espacio ideal para los niños y los que no son tan niños. Es una obra que hay que hacer para que los vecinos puedan disfrutar de instalaciones deportivas”, señaló. Además, recordó que, de manera complementaria, se construirá al lado del campo de fútbol un vial de conexión con la carretera de Horcas Coloradas. En este sentido, aclaró que la obra de la carretera seguirá adelante de manera independiente a que el campo de fútbol se construya o no.
El director del Centro Penitenciario, Francisco Rebollo, señaló ayer a este periódico que ya ha sido citado por la Ciudad Autónoma para mantener una reunión, tal y como anunció ayer Imbroda, aunque todavía no hay una fecha concreta. En cuanto a la gran incógnita, la de si el campo de fútbol influiría negativamente en la seguridad de las instalaciones, optó por mostrarse cauto y apuntó que intentará buscar con el Gobierno local “una solución que satisfaga a ambas partes”.
“Plantearé alguna alternativa”, subrayó. Sin embargo, se resistió a aclarar si el proyecto previsto por la Ciudad supone una merma de la seguridad para el centro.