Durante la velada, celebrada el sábado por la noche, se escucharon bulerías, fandangos, soleas o malagueñas, entre otros palos
La Escuela de Flamenco de Melilla organizó el pasado sábado una excursión a la Peña Flamenca que tiene su sede en Melilla la Vieja. El objetivo de esta visita era que tanto profesores como alumnos conocieran a la que es la entidad más antigua de la ciudad, y de paso, el ambiente flamenco que se respira en ella.
Alumnos y profesores disfrutaron de una velada agradable que se inició ya a los postres, después de cerrarse la cocina. Así comenzaron a afinarse las guitarras, se fueron probando los cajones y acto seguido se formó un corrillo donde todos fueron dando cuenta de lo que han aprendido en clase durante este curso.
En su improvisado recital contaron con la participación de cantaores de la ciudad como Kiko Acedo, que interpretó muy diversos palos del flamenco, entre ellos, fandangos de Huelva, sevillanas, soleás, seguiriyas y milongas.
También participó otra de las artistas habituales en la Peña: Ana que en esta ocasión se decantó por los fandangos por Bulerías, las malagueñas y las colombianas.
El recital se completó con la interpretación de rumbas, tangos y bulerías, a cargo de algunos socios y amigos que se encontraban en ese momento en la Peña.
Los alumnos de la Escuela participaron activamente en esta fiesta que duró hasta altas horas de la madrugada, unas veces escuchando atentamente los palos hondos del flamenco, otras, ayudando a los cantaores en los coros. Todos coincidieron en que fue una noche mágica, donde el duende flamenco estuvo presente.
Tanto la Escuela de Flamenco como el Instituto de las Culturas agradecen la colaboración constante de las peñas flamencas de Melilla que siempre están dispuestas a echar una mano a cuantas demandas les hacen desde el centro educativo.