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Afirma que hay que tener en cuenta que muchos de estos niños llegan huyendo de abusos y conflictos
La reunificación de los menores con sus familias sería ideal, pero sólo si se puede hacer con todas las garantías necesarias para los niños. Así lo aseguró ayer en declaraciones a El Faro la responsable de Save The Children en Melilla, Carmen Requena, que indicó que a priori parece complicado que pueda asegurarse que los pequeños vayan a poder regresar a un entorno adecuado para su desarrollo.
Requena reconoció que siempre que mantienen una reunión con responsables de la Consejería de Bienestar Social uno de los asuntos que se pone sobre la mesa es el trabajo en origen. Señaló que están de acuerdo en que es importante esta labor, pero dijo que no es lo único que hay que tener en cuenta. Explicó que es cierto que haría falta un mayor contacto con las familias de estos menores y también dar información que contribuya a eliminar algunos falsos mitos que existen entre los jóvenes, pero apuntó que tampoco puede olvidarse el derecho del menor a migrar y las circunstancias que en muchas ocasiones lo empujan a ello.
La responsable de Save The Children apuntó que hay muchos menores que llegan a nuestra ciudad huyendo de situaciones de conflicto o de abusos. Incluso afirmó que hay un número importante que podrían ser beneficiarios de protección internacional. Todas estas variables, aseveró Requena, tienen que ser tenidas en cuenta a la hora de buscar soluciones al problema de los menores en Melilla.
Indicó que conseguir que se garantice que estos niños van a estar en un entorno adecuado volviendo a Marruecos no es sencillo, y que si no pueden darse todas estas garantías no se puede abogar por la reunificación, porque siempre debe primar el interés superior del niño en cualquier actuación.
La raíz del problema
Requena reiteró que lo importante es que se vaya a la raíz del problema y averiguar qué es lo que empuja a estos menores a salir de sus lugares de origen para hacer un trabajo adecuado con ellos.
Hay que recordar que hace unas semanas el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, indicó que en la ciudad hay cerca de 400 menores que han llegado con su documentación en regla, y dijo que muchos de ellos han entrado en Melilla acompañados por sus padres. El consejero anunció que querían trabajar con las autoridades marroquíes para intentar que, al menos los niños con papeles, puedan regresar al país vecino para vivir con sus familias, siempre que se garantice que están en una situación adecuada.
Actualmente la Ciudad acoge a unos 700 menores, la mayoría residen en el centro de La Purísima, donde hay en torno a 500. Además, hay que sumar los que viven en la calle porque no aceptan la tutela de la Administración. La cifra de estos últimos podrían rondar el centenar, aunque no hay números exactos porque se producen llegadas y salidas constantes.