La oleada de robos de coches coincide con la denuncia de falta de agentes en la frontera

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) demandó más agentes para poder controlar el tránsito de personas y vehículos en los pasos fronterizos hacia Marruecos. La oleada de robos de vehículos en Melilla que posteriormente son vistos en Marruecos es una de las consecuencias de las que advirtió la AUGC en El Faro del pasado domingo al denunciar la falta de efectivos en la frontera. Por ello, los agentes de la Guardia Civil demandaban más personal para poder controlar de manera efectiva la salida de vehículos de la ciudad hacia el país vecino.
Esta demanda, que se produjo el pasado sábado y que aparece publicada en la edición de El Faro del domingo 11 de diciembre, parece un hecho premonitorio de lo que unos días después, precisamente en la jornada del martes, comunicaba el titular de la Consejería de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, cuando anunció un refuerzo de la vigilancia en algunos garajes de la ciudad tras el incremento de robos de coches que se estaban produciendo en los últimos días y cuyo destino final estaba siendo Marruecos, según se había confirmado al haberse visto algunos de estos vehículos en el país vecino.
También el delegado del Gobierno, Antonio María Claret, se hizo eco de esta información e indicó que tras tener conocimiento de la oleada de delitos se había iniciado una investigación por parte de la Policía Nacional y por la Guardia Civil, con el fin de tratar de averiguar si estos sucesos respondía a un crimen organizado o si por el contrario era un hecho individual.
En cualquier caso, y aunque los tres Cuerpos de Seguridad se han puesto manos a la obra para tratar de aclarar los hechos, la AUGC ya denunció hace unos días la imposibilidad de vigilar los vehículos que trataran de pasar hacía Marruecos, por lo cual demandó un aumento de plantilla ante esa falta de personal.
En concreto ponían el dedo sobre la llaga en el hecho de que esta falta de recursos impedía no solo el control de los vehículos con dirección al país vecino, sino de todo cuanto pudieran llevar en su interior.
Así, por ejemplo, apuntaban que entre esos materiales que no se podían controlar estaban los posibles alijos de ciertos robos como arquetas o registros de luz, que según tenían conocimiento se estaban intensificando en las últimas fechas en Melilla.
Igualmente comentaron algunos elementos sustraídos del interior de los vehículos, o incluso los propios automóviles, que pueden pasar al otro lado a pesar de la pronta denuncia de sus propietarios, un probabilidad que, lamentablemente, se ha hecho realidad .
Incluso llegaron a plantear la imposibilidad de impedir que uno de los progenitores de parejas separadas o divorciadas, en las que la custodia de los hijos esté asignada a uno de ellos, pudiera pasar con su hijo al país vecino, aunque al respecto aclararon que no tenían conocimiento de que un suceso así se hubiera producido.
Sin embargo, sus demandas no se limitaban sólo a la falta de personal en los puestos de salida, sino que también estaba repercutiendo en el control para los que  entran en la ciudad. Y como ejemplo de ello informó de lo ocurrido durante la jornada del martes 6 de diciembre, cuando debido a la falta de agentes operativos en Melilla, había un único guardia civil en el puesto fronterizo de Farhana, cuando lo habitual es que dos desempeñen este trabajo.