Categorías: Tribunales y Justicia

La Oficina Judicial, paralizada hasta después del 20–N

Así lo ha comunicado en fechas recientes el Ministerio de Justicia a los juzgados de Melilla.

Uno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio de Justicia fue la implantación de la Oficina Judicial. En Melilla, ya han comunicado que el proceso de implantación, que se tenía previsto para mediados de noviembre se queda, por el momento, “paralizado o en stanby” hasta después de las elecciones generales, según informó a El Faro, el juez decano de Melilla, Lorenzo Pérez Conejo. “Será el nuevo gobierno que salga de las urnas el que tendrá que asumir la implantación o no de la Oficina Judicial en Melilla”, afirmó.
En este sentido, explicó que en Melilla “se ha trabajado mucho” en la preparación de la Oficina Judicial y, de hecho, únicamente falta “ponerla en marcha, pero con la corrección de los errores y disfunciones que se han detectado en otras regiones” en las que ya se puso en marcha, como Burgos o Murcia.
En su opinión, Pérez Conejo afirmó que la Oficina Judicial tiene “varias lecturas”, ya que las experiencias vividas en Burgos y Murcia han sido que “en vez de mejorar se ha empeorado el sistema”, afirmó. En este sentido, recordó que este proyecto ministerial data del año 2003 y no ha sido hasta 2007 “cuando han metido mano en él a marchas forzadas para sacarlos adelante, creo yo, con una impronta electoralista porque el Ministerio quería apuntarse el tanto de poner en marcha la Oficina Judicial antes de terminar la legislatura y eso ha sido malo”.
Pérez Conejo añadió que “ha sido tal la obsesión, que se ha puesto en marcha sin madurar los métodos y eso ha retrasado y empeorado el sistema anterior, como el caso de Burgos y Murcia”. Así, explicó que en ambas ciudades “lo que antes se resolvía en dos o tres semanas ahora se hace en tres meses y eso no es mejorar”.
“La idea es mejorar lo que hay, racionalizar los esfuerzos, simplificar y no complicar los trámites, no burocratizarlos aún más”, añadió el juez decano.
Es por ello, que en Melilla se tiene un sabor “agridulce” porque “hemos estado a punto de implantar la Oficina Judicial, pero nos hemos librado por los pelos porque hay que corregir algunas disfunciones que se han detectado en otras ciudades. Se ha trabajado mucho e invertido mucho esfuerzo en Melilla”.

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