La nueva sede del Colegio de Abogados será una realidad en ocho meses

Las primeras autoridades políticas y judiciales de Melilla asistieron a la puesta de la primera piedra de una obra de medio millón de euros. El primer paso ya está dado. La nueva sede del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame) será una realidad en ocho meses, aunque habrá que esperar un poco más después de que finalice la obra para que funcione a pleno rendimiento. El decano de los abogados en Melilla, Blas Jesús Imbroda, explicó que una vez concluyan los trabajos de construcción, se comprará todo el equipamiento y mobiliario, para después comenzar con la mudanza desde la actual sede en Cándido Lobera hasta las nuevas instalaciones en la calle Querol.
El acto de la puesta de la primera piedra fue ayer todo un acontecimiento en el que no faltó la presencia de las primeras autoridades políticas y judiciales de la ciudad. Junto al decano de los abogados de Melilla se encontraba una nutrida representación de su Junta de Gobierno, que ayer incorporó a tres nuevos miembros, y las primeras autoridades judiciales de la ciudad. El presidente de la Sección 7º de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla, José Luis Martín Tapia, el juez decano Emilio Lamo de Espinosa, la máxima responsable de la Fiscalía de Melilla, María Rodríguez, participaron en este acto. Igualmente asistieron el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, y miembros del Ejecutivo local, como Miguel Marín y la vicepresidenta primera de la Asamblea, Cristina Rivas.
Todos quisieron arropar al Colegio de Abogados en un hecho histórico para la entidad, pues es la primera vez en su historia que contará con una sede propia. El decano del Icame así lo destacó ante los presentes, pues desde 1932, año de la creación de este colegio profesional, no habían tenido una sede propia. Recordó, en este sentido, que hasta los años 90 los Juzgados de Melilla era el punto de referencia de los abogados hasta que se alquiló la vivienda, convertida en oficina, en la calle Cándido Lobera para albergar la sede del Colegio de Abogados.
Imbroda igualmente subrayó que desde que lidera el Icame, su objetivo siempre ha sido dar al Colegio una sede propia. Para ello se creó una comisión específica para la contratación del proyecto y la adjudicación de la obra. Han transcurrido meses de trabajo en los que se ha buscado la participación de los colegiados para hacer de las nuevas instalaciones de la entidad un lugar digno dada la importancia del servicio que el Icame ofrece a la ciudadanía. De hecho, los miembros de esa comisión e Imbroda fueron los encargados de poner la primera piedra de lo que será en ocho meses la nueva sede del Colegio de Abogados de Melilla.
Aplausos, felicitaciones y mucha ilusión por parte de los responsables de este proyecto que ha sido diseñado por el arquitecto melillense Karim El Hammouti. Con un coste de algo más de medio millón de euros, la empresa Ferrovial será la encargada de hacer realidad la nueva sede del Colegio de Abogados de Melilla. Responsables de la empresa también estuvieron presentes ayer en el evento.
Posteriormente, la Junta de Gobierno del Icame dio la bienvenida a tres nuevos miembros Leopoldo Bueno, secretario, Juan Jesús Olivares, tesorero, y Francisca Gómez, que se ocupará el área de Violencia de Género, según informó el decano Blas Jesús Imbroda.