“La nuestra es una política progresista con mayúsculas, no de pacotilla”

Imbroda cifra en un 88 por ciento el nivel de cumplimiento de su programa electoral al día de hoy y subraya una gestión marcada por las actuaciones sociales, las inversiones y la estabilidad.

En el balance de su tercer año de gestión al frente del Gobierno local, el presidente de la Ciudad subrayó cuatro pilares como la base principal de la labor que realiza su ejecutivo. Por un lado, “una política eminentemente social, progresista con mayúsculas, no de pacotilla ni cartón piedra”; por otro, una política de inversiones en conexión con esa política social; en tercer lugar, una política económica “saneada y de escaso endeudamiento”;  y, en cuarto lugar, una política marcada por la estabilidad y la claridad de ideas.

Política social e inversiones

Respecto del primer estadio, el que destacó con carácter prioritario además, Imbroda no sólo ofreció datos para avalar por qué su Gobierno se afana “en ayudar a los más humildes y necesitados”, doblando por ejemplo en un cien por cien el presupuesto de Bienestar Social, sino que señaló que su política busca compaginar la asistencia social con una fuerte capacidad inversora que, al par que transforme la ciudad, “la mejore y la embellezca” y promueva también la creación de empleo.
Para demostrarlo, aseguró que de los 175 millones en inversiones que prometió emplear en Melilla durante los cuatro años de su Gobierno actual, ya se encuentran invertidos o contratados a mayo de este año más de 107 millones y que está asegurada la inversión de los millones restantes antes de que lleguemos a las elecciones de 2011.

Propuestas electorales

Según Imbroda, de las 456 propuestas del programa electoral del PP para los comicios pasados de 2007, el 88,5% se encuentran cumplidas a día de ayer, lo que supone que en los últimos doce meses y respecto a su anterior balance se ha avanzado en el cumplimiento de un 6% de las mismas. “El 11% restante que aún queda por abordar –aseguró- depende en un 8% de la estrecha colaboración con el Gobierno central”. La misma, denunció, que se ve obstaculizada “por culpa de los interlocutores del Ejecutivo de la Nación aquí en Melilla”. (Leer más en página 5 de esta misma edición).
No obstante, precisó que en su balance hay que añadir actuaciones “que sin estar previstas inicialmente en el programa electoral, se han llevado a cabo porque resultaban necesarias”, bien por las circunstancia bien porque la inacción del Gobierno de España. Como ejemplo, aludió a las referidas al saneamiento hidráulico en las que la Consejería de Medio Ambiente está supliendo la paralización de las obras comprometidas por el Ministerio correspondiente.

Estabilidad

Pero, además, para el presidente Imbroda, “si esta gestión basada en el esfuerzo y en las necesidades de los melillenses” ha sido posible, todo se debe “en gran medida a la estabilidad política” que derivó de sus sucesivos gobiernos desde el año 2000 y que, dijo, “ha sido determinante para que Melilla vaya a mejor”.
Una estabilidad, subrayó, que se ha combinado “con una idea clara de lo que queremos hacer y de la Melilla de futuro que queremos. Aquí –insistió- no hay improvisación”.

Economía

Y como cuarto pilar, la política económica, basada “en presupuestos reales, en los que no se introducen partidas de ingresos que luego no se van a producir” y que como balance permiten concluir que Melilla es una de las ciudades menos endeudadas de toda España.
Imbroda recordó en tal sentido que Melilla no sólo tiene un nivel de endeudamiento muy bajo en la comparativa con otras comunidades (91,2 millones de euros de deuda viva), sino que además ésta representa un 4,74% de su PIB frente al 65,9&% del PIB que supone la deuda contraída por el Gobierno Zapatero en esta presente legislatura, o el 9,5 del déficit público nacional que en Melilla se reduce al -0,65%.
“La Ciudad –insistió- tampoco tiene ninguna actuación sometida a vigilancia financiera por parte del Ministerio de Economía y Hacienda”.

Balance

En conjunto, Imbroda se mostró satisfecho por el resultado de un tercer año de gobierno marcado “por el esfuerzo por el trabajo bien hecho, la ilusión, la honestidad y la transparencia”, en el que “la guía a seguir es la estabilidad política y las ideas claras sobre la Melilla que queremos conquistar día a día”.
Como crítica, “la impotencia por no poder hacer más cosas. Nosotros no somos perfectos ni los reyes del mambo, pero los que tenemos enfrente –en referencia a la oposición- son peores”.

Transparencia y ‘chance’ a la oposición

Para Imbroda, su Gobierno también ha demostrado en estos tres últimos años que actúa “de forma transparente” y que propicia la participación democrática de la oposición. Así, señaló que desde 2007 se han celebrado 60 Plenos, 13 de ellos de carácter ordinario y resolutivo y 15 ordinarios y de control,  así como 29 extraordinarios.
En conjunto, en las mismas sesiones plenarias, detalló, se han tomado 190 acuerdos, de ellos 178 resolutivos y 12 de trámite.
Además, precisó, en la Mesa de la Asamblea se han presentado por parte de la oposición 135 solicitudes de información, 92 mociones, 56 interpelaciones y 343 preguntas. “Parece ser –concluyó al respecto- que lo que es la presencia democrática y legítima de la oposición está más que demostrada con todas estas actuaciones”.

Comparaciones imposibles

El presidente de la Ciudad subrayó que Melilla no es comparable en términos económicos a cualquier otro Ayuntamiento, “como por ejemplo el de Málaga”, porque en su situación “sui generis” de Ciudad Autónoma aborda competencias propias de comunidades autónomas por las que el Estado le ha transferido cantidades muy pequeñas, caso por ejemplo de Deportes y Culturas, áreas por las que dijo que sólo se recibe de las arcas nacionales unos 3.000 euros en cada caso, que, “lógicamente, están muy por debajo de lo que la Ciudad necesita invertir para realizar una política deportiva y cultural acorde con lo que demanda Melilla”.
Por tal motivo, advirtió que el acuerdo de frenar el endeudamiento futuro de los municipios escapa a Melilla, que en este ámbito deberá ser asimilada a una comunidad autónoma. Y a este respecto, añadió, el Consejo de Política Fiscal y Financiera aún no se ha pronunciado, “por lo que al día de hoy no se ha resuelto qué hacer con las comunidades autónomas y las ciudades autónomas”. Más aún, insistió, en el caso de Melilla que, con su bajo nivel de endeudamiento (4,74% de su PIB) y un déficit público del -0,65%, “hace que nuestra ciudad sea la única de las comunidades autónomas que hoy por hoy cumple con la ley de estabilidad presupuestaria”.