La Nochevieja de este año se vivió intensamente en muchos lugares de Melilla, como en el Casino Militar, donde se organizó un gran cotillón al que acudieron cientos de melillenses que deseaban festejar la entrada del año nuevo. Con amigos, familiares o con la pareja, ayer fue casi irresistible no salir de casa tras tomarse las doce uvas de la suerte.
No obstante, lo más destacado es que no hubo incidentes graves en la ciudad y los Bomberos no tuvieron que realizar ninguna salida de emergencia destacable.
Algunas familias aprovecharon el ambiente festivo para acoger en sus casas pequeñas fiestas en las que reinaron el buen humor. Unas jugaron al bingo y otras a los videojuegos, por lo que todos los componentes de la familia trasnocharon más de lo habitual.
Las felicitaciones se repartieron por todos los rincones de Melilla en persona o a través de mensajes y llamadas, especialmente para los Manuel y Manuelas, que ayer celebraron su santo.
Otras opciones de fiesta fueron los botellones que ayer se trasladaron a la inmediaciones del Palacio de la Asamblea y de la plaza de las Culturas. Cientos de jóvenes soportaron el frío de la madrugada con una copa en la mano antes de dirigirse a los pub y discotecas.
La noche del 31 de diciembre fue testigo de muchos empachos y de cómo algunos tomaban una copa demás, aunque lo más importante es que la alegría y el ánimo que se vivió en esas horas continúe tras la resaca y lleve a los melillenses a disfrutar de un 2012 lleno de salud, amor y trabajo, las principales peticiones que se hace a este nuevo año que acaba de empezar.
La Nochevieja también es un momento para proponerse nuevas metas, como dejar de fumar, ponerse a dieta, reconciliarse con los amigos y la familia o encontrar un amor que llene de felicidad los próximos doce meses.